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HOY COMIENZA LA TERCERA EDICION DEL FESTIVAL “ROCK IN RIO”
O maior festival do mundo entero

Beck, Oasis, Guns�n�Roses, Red Hot Chili Peppers, Sting, James Taylor, Neil Young, REM, Iron Maiden, Sheryl Crow, �NSync, Britney Spears, Foo Fighters y Silverchair, entre otros, actuarán allí entre hoy y el domingo 21.

Una imagen aérea de la zona de Barra do Tijuca bautizada como �Cidade do Rock� por los organizadores.

Por Esteban Israel
Desde Río de Janeiro

La ciudad maravillosa se convertirá desde hoy, por diez días, en la capital mundial del rock. Rock in Rio, el faraónico festival que quiere convertirse en el Woodstock del siglo XXI, levantará hoy su telón con una programación de 42 grupos y una expectativa mínima de 150 mil espectadores, que podrían elevarse a 250 mil. El festival, cuyo costo es de 60 millones de dólares, está ideado para atraer a tres generaciones de amantes del rock y el pop y es la tercera edición en 16 años. “Más que una secuencia de las dos ediciones anteriores en la década del 80, este Rock in Rio es un gran movimiento que pretende movilizar a un país entero a través del silencio, la música y la acción”, dijo el organizador de la fiesta, Roberto Medina, denominado por la prensa local como “El Señor del Rock”.
En un país aficionado a utilizar la expresión “o maior do mundo”, si Rock in Rio 2001 logra arrastrar 250.000 espectadores durante sus siete días será el mayor concierto de la historia. Abuelos, padres e hijos vibrarán con un ecléctico menú que incluye a dinosaurios como James Taylor y Neil Young, ídolos de los 80 como Sting, REM o Iron Maiden, grupos claves de los 90, como Red Hot Chili Peppers y Guns’n’Roses, que regresa tras siete años, y estrellas de fin de siglo como Beck, Oasis o la diva teen Britney Spears, defensora a ultranza de la virginidad. El escenario principal, un montaje de 90 metros y 500 toneladas que según su diseñador representa “un centenar de tetas” será además sitio del regreso de Guns’n’Roses, sin el guitarrista Slash, pero con el cantante Axel Rose. También desfilarán por Rock in Rio, Sheryl Crow, Papa Roach y el sudafricano Dave Matthews. Habrá espacio, además, para los sonidos vanguardistas de las bandas Queens of the Stone Age, Foo Fighters, Deftones y Silverchair. Junto a los visitantes actuarán un batallón de locales, entre ellos Sepultura, Gilberto Gil, Milton Nascimento, Fernanda Abreu, Moraes Moreira, Kid Abelha, Daniela Mercury, Carlinhos Brown, Elba y Zé Ramalho, Engenheiros do Hawai, etc. Las entradas cuestan 18 dólares por noche. Las noches de actividad serán hoy, mañana y el domingo, y el jueves, viernes, sábado y domingo de la semana que vine.
Las 100 horas de música programadas no incluyen grupos del rock en castellano. Ninguna banda latina de primera línea ha sido invitada a la fiesta y la única voz en español será la del andaluz Pascual Gallo. “Es una lástima, los grupos sudamericanos deberían tener espacio, pero debido al tono comercial del festival quedaron afuera”, dijo el crítico Lúcio Ribero, del diario Folha de Sao Paulo. Los organizadores calculan que la mitad de los espectadores serán cariocas, un 40 por ciento vendrá de otras partes de Brasil y un 10 por ciento llegaría de países sudamericanos como Argentina. La organización fue un parto de nueve meses, según Medina. El resultado podrá ser visto en directo desde cualquier parte del planeta en el sitio web de America Online (www.rockinrio.americaonli ne.com.br). Más allá del negocio, el festival tiene una cara “políticamente correcta”: un cinco por ciento de la facturación será destinado a proyectos sociales de la Unesco y otras organizaciones.
Además, antes del ruido habrá hoy en la apertura tres minutos de silencio para que los fanáticos reflexionen sobre el eslogan del festival, “Por un Mundo Mejor”, y en seguida una orquesta sinfónica interpretará “Imagine”, de John Lennon. “Esa energía será capaz de generar grandes cambios. Construir un mundo mejor depende de nosotros”, se empeña en afirmar Medina. La primera etapa del festival arranca hoy y va hasta el domingo. Los fanáticos tendrán un recreo de tres días para recobrar fuerzas y volver a la carga el próximo jueves a la Ciudad del Rock, un complejo doce veces mayor que el estadio de Maracaná, para rockear hasta el domingo siguiente. En otros tres escenarios sonarán simultáneamente ritmos de trance electrónicos, “world music” de las cuatro esquinas del mundo y estrellas brasileñas de segunda línea. Medina calcula que unos 1000 millones de personas en todo el mundo seguirán el festival por las cadenas de televisión DirecTV y Warner Bros. “Rock in Rio es un proyecto faraónico, megalómano y con fuerte influencia de las compañías grabadoras. Sin embargo, también es cierto que en Brasil no suele pasar nada y esto ya es algo”, dice el crítico Ribeiro.

 

Sting, el adelantado

El inglés Sting, que es la mayor estrella de esta noche en el Festival acaparó toda la atención de la prensa brasileña en los últimos días, por el solo hecho de ser la única estrella internacional que llegó a Río con anticipación considerable. Sting arribó a Río junto a su familia para pasar el fin de año y desplegó tanta actividad social en los siguientes diez días que para los periodistas resultó una obligación y una buena nota de color seguirlo. Esta noche, en el escenario principal, Sting actuará cerrando un show para mayores de 30, con James Taylor, Gilberto Gil, Milton Nascimento y la Orquesta Sinfónica Brasileña como figuras principales. Muy distinta será la propuesta de mañana sábado, con REM, Beck, Foo Fighter, Barao Vermelñho, Fernanda Abreu y Cássia Eller, mientras el domingo cerrarán el primer fin de semana del Festival Guns ‘n’Roses, Oasis, Papa Roach, IRA!, Ultraje, Carlinhos Brown y Pato Fú, entre otros. Ayer, Sting concedió una entrevista colectiva a la prensa brasileña, en la que afirmó que hoy el mundo “es un desastre total” y por eso “resulta necesario” cambiarlo. “Si se abre el diario hoy en cualquier país se ve que el mundo es un desastre”, planteó. El ex líder del grupo The Police recordó que los músicos no pueden “resolver problemas específicos” sino sembrar el optimismo en el planeta. Sting, quien hace años dedicó su canción “They Dance Alone” a los desaparecidos en las dictaduras militares latinoamericanas, reveló su satisfacción porque el dictador Augusto Pinochet esté siendo procesado en su propio país. Por otra parte, el músico, que se presentará el 16 de enero en Buenos Aires, recordó su “larga relación” con Argentina, un país que, dijo, visitó “antes y después” de la guerra de Malvinas. En cuanto a la programación del festival, el jueves 14 será la noche teen, con NSync, Britney Spears, Aaron Carter y otros; el viernes, la noche pesada con Iron Maiden, Sepultura y Queens of the Stone Age; el sábado habrá acción para más grandes, con Neil Young, Sherlyl Crown y Dave Matthews al frente del cartel y un pogo gigantesco en el cierre con Redd Hot Chili Peppers, Silverchair y Deftones, entre otros.

 

LA CIUDAD YA ESTA ENVUELTA EN UN CLIMA DE EXCITACION
Cerveza, bermudas, tudo bem

Por Ricardo Soca
Desde Río de Janeiro

En vísperas de convertirse durante una semana en santuario mundial del rock, Río de Janeiro ya vivió ayer en un clima febril y agitado, muy superior al de otros eneros, llenos de turistas. La animación se advierte desde el aeropuerto internacional Antonio Carlos Jobim, donde permanentemente desembarcan músicos, jóvenes y turistas de todo el mundo, muchos de ellos acosados, como si todos fuesen estrellas, por los buscadores de autógrafos. El clima de fiesta se extiende por las calles y tiendas de Ipanema y Copacabana, donde docenas de curiosos tropezaron estos días con Sting, James Taylor o Gilberto Gil, por las playas repletas de turistas y por los restaurantes más conocidos.
El domingo, en una mesa del restaurante Satyricon, Sting celebró el cumpleaños de su esposa con los brasileños Gilberto Gil e Iván Lins. En la Barra de Tijuca, donde se instaló la “Cidade do Rock”, la producción del espectáculo se esfuerza por satisfacer los caprichos de los artistas, pero fracasó en el intento de obtener el agua mineral de origen volcánico exigida por los Guns n’Roses y los Red Hot Chili Peppers. Pero obtuvo la comida macrobiótica solicitada por Gilberto Gil y docenas de cajas de chocolate, pedidas por Britney Spears, como también 200 toallas para Daniela Mercury.
La empresa aérea Varig informó que en Buenos Aires no hay más lugares para Río de Janeiro en ningún vuelo. Algunas agencias de la capital argentina ofrecían paquetes con pasajes, hospedaje y entradas al espectáculo por módicos 800 dólares, pese a que varios de los artistas principales de Rock In Rio tocarán luego en Buenos Aires. El clima especial se vive en muchos hogares de los jóvenes cariocas. Una estudiante de 19 años, Gabriela Melo, entrevistada ayer por la red de televisión O Globo, contó que instaló en su casa un “cuartel general del rock” donde se reunirá con sus amigos hoy por la mañana para luego partir a las 16 horas hacia la “Cidade do Rock”. El uniforme del público son las bermudas, la bebida será la cerveza y a nadie parece preocuparle demasiado el calor.
Los “alpinistas” que intenten entrar sin pagar tropezarán con un obstáculo difícil, un muro de 3,5 metros de altura que tiene en lo alto una cúpula de aluminio cubierta de grasa. La policía carioca ha montado un gigantesco dispositivo de seguridad en torno a la “Cidade do Rock” pero más dedicado a la protección de los miles de asistentes que a su represión. En Brasil hay una tradición de grandes espectáculos masivos, por lo que los organizadores confían en que no habrá desmadres. De cualquier modo, habrá puestos sanitarios en todo el perímetro y médicos acostumbrados a lidiar con sofocados, borrachos e intoxicados.

 

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