Por Victoria Ginzberg
Es procedente conceder
la extradición internacional del ciudadano argentino Ricardo Miguel
Cavallo, conocido como Miguel Angel Cavallo y por los alias de Sérpico
y Marcelo. El juez mexicano Jesús Guadalupe Luna
Altamirano pronunció estas palabras y en la sala del reclusorio
Oriente se escucharon gritos de alegría. Detrás de una reja,
el acusado miraba y escuchaba inmutable. La histórica decisión
del magistrado como él mismo la definió abre
la puerta para que el ex miembro del grupo de tareas de la Escuela de
Mecánica de la Armada sea el primer represor en ser extraditado
a España por los crímenes cometidos durante la última
dictadura militar.
Apliqué el derecho, se hizo Justicia y no hubo presiones
de ningún tipo, aseguró a Página/12 Luna Altamirano.
El juez explicó que en su fallo, que tiene 728 páginas,
otorgó la extradición solicitada por su par español
Baltasar Garzón por su probable responsabilidad en los delitos
de genocidio y terrorismo, pero consideró que las acusaciones
sobre torturas estaban prescriptas. El magistrado aseguró que no
se basó en la Convención contra la Tortura porque ese
tratado no fue ratificado por el senado mexicano.
México y España son respetuosos de los tratados internacionales,
pero Argentina no está cumpliendo con ellos a causa de las leyes
de Obediencia Debida y Punto Final, que impiden que Cavallo sea juzgado
allí, expresó Luna Altamirano, que en los últimos
cuatro meses estudió en detalle el derecho argentino y el español
y los pactos internacionales sobre derechos humanos.
El escrito del magistrado es técnicamente una recomendación
al Poder Ejecutivo, que debe decidir en veinte días si acepta extraditar
al marino argentino. En el caso de Augusto Pinochet, el gobierno inglés
prefirió compadecerse de los achaques del ex dictador, que apenas
tocó suelo chileno se levantó de su silla de ruedas. Todo
indica que esto no se repetirá en este caso, no sólo por
la buena salud de Cavallo sino por las señales que envió
el gobierno de Vicente Fox. El canciller mexicano, Jorge Castañeda,
había adelantado que no pondría trabas al traslado de Cavallo
si el juez determinaba que la solicitud presentada por Garzón se
ajustaba al tratado de extradición entre España y México.
De esta manera, el represor conocido como Sérpico o
Marcelo podría convertirse en el primer responsable
de los crímenes cometidos por las dictaduras latinoamericanas en
ser extraditado para ser juzgado en España. Pero el viaje a Madrid
podría demorarse cerca de un año si los abogados del represor
presentan, como se prevé, un recurso de amparo que se tramitará
ante un nuevo juez y podrá ser apelado hasta llegar a la Corte
Suprema.
Cerca de la una de la tarde de México, Luna Altamirano entró
a la sala del reclusorio. Cavallo estaba en una celda contigua y el juez,
los periodistas y los miembros de organismos de derechos humanos que se
habían aglomerado en el lugar podían verlo a través
de una ventana enrejada. Ni los bigotes ni los anteojos del represor se
movieron cuando el juez le dijo en la cara que debía ser extraditado.
El magistrado terminó de hablar y el público comenzó
a gritar de emoción. Miembros de organismos de derechos humanos
extendieron unas telas en las que se leía Cavallo a España,
No olvidamos ni perdonamos, No más injusticia,
Munca Más. Las efusivas demostraciones de alegría
fueron silenciadas y algunos trapos quedaron en manos de la Policía.
Los festejos continuaron en la puerta de la cárcel, donde se manifestaba
un grupo de HIJOS. Dentro de la audiencia estuvieron presentes cinco argentinas,
María José Guembe, del Centro de Estudios Legales y Sociales
(CELS); Natalia Bruschtein y Mariana Masera, de HIJOS-México y
Silvia Panebianco y Shula Eremberg, de la Asociación Genocidio
Nunca Más. Junto a ellas estaba Miguel Concha Malo, de la Asociación
Mexicana de Derechos Humanos.
Desde Madrid, el abogado de la Asociación Pro Derechos Humanos
Carlos Slepoy expresó que se trata de un fallo inédito.
Y recalcó que es la primera vez que fuera de España se reconoce
la jurisdicción universal para juzgar el genocidio, ya que al evaluar
la extradición de Pinochet, los lores ingleses excluyeron este
delito y sólo consideraron el de tortura. También es inédito
que un juez latinoamericano considere viable la extradición de
una persona a un tercer país (España) por delitos contra
la humanidad cometidos en otro lugar del continente. Es un gran
impulso para la causa que instruye Garzón y debe ser un incentivo
para anular las leyes que impiden juzgar a los responsables en Argentina,
finalizó Slepoy.
Cavallo fue arrestado el 24 de agosto del año pasado después
de que el diario Reforma revelara que el director del Registro Nacional
de Vehículos (Renave) de México era en realidad un siniestro
personaje que durante la última dictadura militar argentina había
pertenecido al grupo de tareas que operó en la ESMA.
El escrito del juez Luna Altamirano también deja claro que el hombre
que fue detenido en Cancún mientras huía para Argentina
es Ricardo Miguel Cavallo. En un principio, sus víctimas lo habían
denunciado como Miguel Angel Cavallo, nombre que figuraba en una credencial
de la SIDE que el ex detenido Víctor Basterra logró sacar
junto con otra documentación de la ESMA. Pero el legajo
personal del represor, que fue publicado por este diario, no deja lugar
a dudas. Las huellas dactiloscópicas que figuraban en esos papeles
y que Garzón envió a México sirvieron para corroborar
que Miguel Angel y Ricardo Miguel son el mismo.
Dado el grado de oficial y la responsabilidad jerárquica
que ostentó Cavallo, es claro que participó en todo el sistema
de represión, desaparición y eliminación de personas,
delitos contra la propiedad, allanamientos ilegales y falsedades que se
desarrollaron en la ESMA, expresó Garzón cuando el
12 de septiembre pasado pidió formalmente a México la extradición
del marino y lo responsabilizó de 264 desapariciones y 159 secuestros
y tormentos de personas que posteriormente recuperaron su libertad.
Una
lucha sin fin
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Hebe de Bonafini*.
Muchas dudas
En estas cosas no creo mucho. En realidad, todos terminan
saliendo en libertad, como Scilingo, Videla y Massera. En América
latina todos los gobernantes son corruptos, igual que los jueces
y los militares. Estos personajes tienen mucho poder y dinero y
siempre se las arreglan para zafar de la Justicia. Lo bueno de lo
de Cavallo es que se sepa internacionalmente quién es, pero
todo esto es en realidad una aguja en un pajar. Además, estoy
triste, por la desocupación, por la gente que está
en la calle y porque con los planes Trabajar hay punteros políticos
que se quedan con parte de los sueldos de los empleados.
* Asociación Madres de Plaza de Mayo.
Estela de Carlotto*.
Emblemático
Es una muy buena noticia.
Nosotros teníamos una doble incertidumbre: por un lado, porque
había quienes pedían que trajeran a Cavallo a la Argentina.
Y por el otro, por la propia decisión de la Justicia mexicana,
aunque sabíamos que el gobierno de ese país no iba
a interferir en el proceso. Pero afortunadamente, la resolución
fue muy ajustada a los tratados internacionales. Quizá lo
de Cavallo sea algo emblemático; los represores sabrán
que si salen del país los pueden agarrar. Con este fallo
se mantiene viva la memoria, se hace justicia y se conoce quién
es Cavallo.
* Abuelas de Plaza de Mayo.
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Víctimas de la ESMA
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Por Victor Basterra*.
En la picota
El fallo del juez responde en parte a las expectativas que
tenemos los ex detenidos-desaparecidos. De todos modos soy prudente,
porque hemos pasado por tantas cosas, que me obligan a pensar de
esa manera. Los sobrevivientes somos la referencia de la historia.
El caso de Cavallo a mí me llega particularmente, porque
en la ESMA tuve que confeccionar credenciales de él con el
nombre de Miguel Angel. También testimonié
en 1985, cuando señalé todos los nombres con los que
se hacía llamar. Esta gente, que ha ocultado las aberraciones
más espantosas, ayudados por leyes también espantosas,
no dudaban en cambiarse una letra, o todo el nombre. Con el caso
de Cavallo, por primera vez uno de estos tipos está en la
picota.
* Asociación Ex Detenidos-Desaparecidos.
Cristina Muro*.
Esperanza
La lucha por la justicia se va dando. Lástima que
no se pueda dar en la Argentina, por la existencia de las leyes
de Obediencia Debida y Punto Final. Es una buena noticia pero también
están el dolor y la tristeza por los que no están,
en este caso mi marido. El fue secuestrado el 26 de febrero de 1977,
en un operativo en mi casa que comandó Cavallo. Me abrieron
los puntos del parto a patadas y a mi bebé le pusieron una
pistola en la boca. Cavallo me dijo que tenía a mi marido,
y por eso yo lo hago responsable por su destino. La decisión
del juez mexicano es una esperanza, son escaloncitos que se van
subiendo hasta conseguir justicia.
* Asociación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos
por Razones Políticas.
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OPINION
Por Miguel Bonasso
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Lo que vendrá
Todo indica que el represor de la ESMA Ricardo Miguel Cavallo,
alias Sérpico, seguirá durante varios meses en su
actual celda mexicana, para luego vestir el traje a rayas en el
penal de Carabanchel en Madrid, adonde seguramente lo enviará
Baltasar Garzón cuando se concrete la extradición
que solicita el juez español. La opinión jurídica
vertida ayer por el juez mexicano Jesús Guadalupe Luna Altamirano
admite que esa solicitud tiene fundamento y que es válida
la jurisdicción española para juzgar delitos de genocidio
y terrorismo. Esto implica que el actual canciller de México,
el intelectual Jorge Castañeda, tiene veinte días
para determinar si entregará o no a Sérpico,
que se desempeñaba en México como director del Registro
Nacional de Vehículos (Renave). La inmensa mayoría
de los observadores descuenta que Castañeda acatará
el dictamen judicial y ordenará la extradición de
Cavallo a España, en consonancia con el tratado que rige
entre ambos países.
El pronóstico no es caprichoso: el canciller de Vicente Fox,
que procede de la intelectualidad progresista, ha defendido los
derechos humanos en México y en América latina y lo
menos que desearía ahora que integra un gobierno de
origen centroderechista es aparecer blando ante los actores
del genocidio en la Argentina. Por otra parte, un dirigente muy
ligado a Castañeda, el consejero de Seguridad Nacional Adolfo
Aguilar Zínser, ya había anticipado que la nueva administración
acataría el fallo de la Justicia. Y éste acaba de
producirse en un prolijo y documentado dictamen de 728 carillas,
que el juez Luna Altamirano leyó ayer a un Cavallo demudado
tras las rejas del Reclusorio Oriente.
En estos días, además, dos vascos presuntamente pertenecientes
a ETA fueron expulsados de México y enviados
a España, en una extradición de hecho, que no se demoró
mucho en reparos jurídicos. Un gesto que podría haberse
adoptado para demostrar que se cumplen los acuerdos internacionales
como el que se firmó con la península, con prescindencia
de quién pueda ser el extraditado.
En el caso de Cavallo, sin embargo, no cabe esperar un viaje rápido
a Madrid: la apelación que ya anticiparon sus defensores
puede postergar la medida varios meses, posiblemente hasta octubre
de este año.
De cualquier manera, éste es un triunfo histórico
para todas las organizaciones humanitarias y de familiares que siguen
luchando contra la impunidad y el olvido. Y fortalece la posición
del juez Garzón siempre acosado en la propia España,
que ahora tendrá un acusado de peso para sentar en el banquillo.
Con toda justicia, porque varios sobrevivientes han denunciado a
Sérpico como uno de los verdugos mayores de la
ESMA.
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