Por José
Natanson
Fernando de la Rúa se
sumó ayer al operativo clamor. Primero fue su vocero, Ricardo Ostuni,
quien dijo que la candidatura de Carlos Chacho Alvarez a senador
por la Capital es una excelente elección. Después,
en su habitual tono medido, el propio Presidente consideró a su
ex compañero de fórmula como una figura descollante,
aunque agregó que habrá que esperar su decisión.
Antes, Alvarez había asegurado: Si me preguntan hoy, digo
que no, pero sin cerrar del todo la puerta. Además, Chacho
defendió la postulación de Raúl Alfonsín en
la provincia y criticó duramente al otro posible candidato, Leopoldo
Moreau, lo que le valió una encolerizada réplica radical.
En conclusión, la avalancha de declaraciones demuestra que la Alianza
ha ingresado de lleno en el año electoral y es un anticipo del
debate interno que se viene: por lo visto, no será precisamente
amable.
Envalentonado por el anuncio del blindaje financiero y la mejora de algunos
indicadores, fue el mismísimo De la Rúa quien inauguró
la etapa electoralista el martes pasado, cuando se reunió con Alfonsín
en Olivos para comenzar a planear una estrategia. Como en una secuencia
concertada, en los días siguientes algunos aliancistas importantes
encararon una ofensiva con un objetivo preciso: Aníbal Ibarra,
Federico Storani y Cecilia Felgueras salieron a pedir que Chacho se presentara
en la Capital. Los motivos son nítidos: su candidatura (que podría
reforzarse con Felgueras como segunda) sería virtualmente imbatible.
Ayer, Ostuni aseguró que De la Rúa cree que la candidatura
de Chacho es una excelente elección. Cuando le recordaron
que minutos antes Alvarez la había desmentido, añadió:
El Presidente no se guiará por declaraciones y esperará
su regreso para charlar con él personalmente. Por la
tarde, antes de partir a Chapadmalal, la figura del frepasista fue ponderada
por el Presidente, que tiene motivos de sobra para defender la opción.
Además de buenas chances de victoria, la candidatura aporta tranquilidad
al Gobierno: el nombre de Chacho en la boleta de la Alianza implica un
compromiso renovado con el Gobierno. Por lo menos, lo obligaría
a defender la gestión durante los meses de campaña. De todas
formas, De la Rúa no quiso ofender a su ex compañero: Habrá
que ver lo que dice él, concluyó.
Claro que no todos estaban tan entusiasmados. El senador delarruista José
María García Arecha quiere renovar su mandato y ayer rechazó
la idea apelando a una curiosa teoría de los géneros. La
ley de cupo establece que, de los dos candidatos a senador, uno debe ser
mujer y otro hombre. Según el particular razonamiento de García
Arecha, en la elección de jefe de Gobierno la UCR aportó
a la mujer para la fórmula, por lo que ahora es a la inversa:
el varón debe ser radical y la mujer, frepasista. La conclusión
de Arecha es obvia: Alvarez no puede ser candidato y él sí.
Entre tantas declaraciones cruzadas, Chacho se hizo un espacio en medio
de su descanso patagónico para aclarar su posición. En diálogo
con La Red, dijo que la política es una mezcla entre intereses
colectivos y necesidades y derechos individuales; en ese sentido yo creo
que tienen que respetar la decisión de los hombres. Si bien
no lo descartó del todo, reiteró que por ahora
no tiene pensado candidatearse a nada.
Aunque es evidente que el Gobierno ya ha fijado su posición a favor
de la postulación de Chacho, en el Frepaso el tema aún no
se discutió a fondo. Son muchos los que impulsan la alternativa,
entre ellos algunos hombres cercanos a Alvarez, como el diputado Juan
Pablo Cafiero, que en una reunión partidaria defendió abiertamente
la candidatura de su jefe.
Por ahora, el ex vice sigue firme en su postura y lo más probable
es que espere un tiempo antes de adelantar una definición: la ansiedad
del Gobierno podría convertirse en una buena herramienta para presionar
a De la Rúa, ya sea por modificaciones en el rumbo o por una mayor
participación en las listas. De todos modos, cerca del Presidente
dicen estar confiados: ¿Y qué va a hacer Chacho? ¿Quedarse
tres años en su casa?, se esperanzaba ayer un legislador
muy cercano a De la Rúa.
Pero la candidatura de Alvarez es sólo un costado del asunto. En
la misma entrevista, Chacho dijo ayer que hay consenso casi unánime
para que Alfonsín sea la figura que encabece la lista de senadores
en la provincia. Es cierto: en el Frepaso no hay dudas y en el Gobierno
tampoco. Sólo falta el okay del ex presidente (que se definirá
en marzo) para que se oficialice la postulación.
Pero en la UCR nunca está todo dicho. Moreau no oculta sus ganas
de convertirse en candidato a senador. Cuando se le recordaron, Chacho
fue implacable. Hay una diferencia abismal. Alfonsín es una
figura indiscutible, sobre todo cuando hay que construir un nuevo Senado,
al que le puede aportar mucha transparencia. Para Alvarez, Moreau
fue uno de los que participaron de este Senado bochornoso. Yo tengo
una visión muy crítica sobre la conducta que tuvieron. Hubo
complacencia absoluta entre la mayoría de los senadores radicales
con la política que se llevaba adelante. Yo no vi diferenciarse
con fuerza a ninguno de los nombres que pueden estar surgiendo hoy, por
eso digo que hay una diferencia abismal entre la figura de Alfonsín
y otros precandidatos.
La réplica no tardó en llegar. Indignado, Moreau dio instrucciones
para que el Comité Provincia de la UCR (que él mismo preside)
emitiera un comunicado, al que adhirieron 20 dirigentes radicales, entre
ellos el diputado Eduardo Santín: Es una lástima que
el licenciado Alvarez, que ya desestabilizó al gobierno nacional,
a la economía argentina y a su propio partido, ahora intente desestabilizar
a la Alianza con expresiones inoportunas donde generaliza temerariamente
acerca de futuros candidatos de otros partidos de la coalición.
El mensaje asegura que tanto Alfonsín como Moreau se caracterizan
por una conducta irrenunciable a favor de los valores éticos.
Y concluye recordando el paso de Chacho por el PJ: El senador Moreau
nunca ha errado el camino, ni se ha arrepentido de los que había
acompañado ya que jamás hubiera trabajado junto a (Carlos)
Menem o a (Carlos) Grosso.
Los dichos del viernes
Si me preguntan
hoy digo que no, porque no tengo ganas ni ninguna voluntad para
candidatearme para ningún cargo este año (Carlos
Chacho Alvarez, sobre su postulación a senador
por la Capital).
La candidatura
de Chacho es una excelente elección (Ricardo Ostuni,
vocero presidencial).
Se trata de una
gran figura. No hay dudas de que es una figura descollante, pero
habrá que ver lo que dice él mismo (Fernando
de la Rúa).
Creo que (Raúl)
Alfonsín, como candidato para construir un Senado que salga
de este Senado, cuyo papel fue lamentable y bochornoso, será
fundamental. En la Alianza hay consenso sobre su candidatura en
la provincia de Buenos Aires (Alvarez).
Es una lástima
que el licenciado Alvarez, que ya desestabilizó al gobierno
nacional, a la economía y a su propio partido, ahora intente
desestabilizar a la Alianza con expresiones inoportunas donde generaliza
temerariamente acerca de futuros candidatos de otros partidos de
la coalición (Comité Provincia de la UCR).
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CHACHO
MAS FLEXIBLE CON LA REFORMA PREVISIONAL
Cómo no derogar el decreto
Carlos Chacho Alvarez
flexibilizó ayer notablemente su postura respecto del decreto de
reforma previsional. Después de haber rechazado la medida, el jefe
del Frepaso dijo que el Congreso no tiene que derogar el decreto,
sino rechazar algunos aspectos y revisar otros.
Apenas se conoció la intención del Presidente, Alvarez adelantó
que su partido rechazaría la modificación del régimen
jubilatorio. Incluso, Chacho dio luz verde a un grupo de diputados frepasistas,
que conformaron una comisión para estudiar la mejor forma de declarar
la nulidad del decreto en el Congreso.
Sin embargo, con el paso de los días la posición se fue
suavizando. Primero fue el mismo Chacho que dijo que sus diputados tendrían
libertad de acción en este tema y, en un reportaje
con Página/12, cuestionó no tanto el contenido del decreto
como el momento político de su anuncio. Más
tarde, los diputados frepasistas más cercanos a Alvarez entre
ellos el jefe del bloque, Darío Alessandro dieron instrucciones
para interrumpir los contactos con el PJ tendientes a elaborar una estrategia
conjunta en la Cámara.
Ayer, fue Alvarez quien salió a marcar con claridad la línea
del Frepaso. Desde Villa La Angostura, donde descansa con su familia,
Chacho aseguró: No creo que el Parlamento tenga que derogar
la reforma previsional. Según explicó, su objetivo
es plantear la modificación de dos temas: la edad jubilatoria
de la mujer (que pasó de 60 a 65 años) y ver cómo
afecta la anulación de la PBU en los sectores medios bajos en cuanto
a sus haberes jubilatorios futuros. En este sentido, sostuvo que
la PBU debe anularse para jubilaciones muy altas, a partir de los
800 y 900 pesos, y dejarse para las jubilaciones de 300 o 400 pesos.
El giro en la postura de Chacho es importante. Además, demuestra
su voluntad de no enfrentarse abiertamente con el Gobierno en pleno año
electoral. Tiene tiempo hasta marzo, cuando se retomen las sesiones ordinarias,
para aclarar definitivamente su posición.
De todos modos, Chacho no pasó por alto que, aunque le había
advertido previamente su rechazo, finalmente De la Rúa firmó
el decreto. Le pidió al Presidente que escuche la opinión
del Frepaso antes de tomar una decisión con efectos sobre
un sector importante de la sociedad, por cuanto su partido tiene
que ser parte de este tipo de discusiones.
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