Por Fernando Pajares
Desde Londres
Agatha Christie dijo que sería
olvidada a los diez años de su muerte. Van a pasar veinticinco
y medio mundo sigue viviendo, con personajes como Hércules Poirot
y Miss Marple, los apasionantes misterios de la reina del crimen.
Ayer se conmemoró el vigésimo quinto aniversario de la escritora
inglesa de novelas más famosa de todos los tiempos. Es bien sabido
que Agatha Mary Clarissa Miller nació en el pueblo inglés
de Torquay el 15 de septiembre de 1890. Y que durante una carrera que
duró medio siglo escribió más de 100 libros, de los
que se han vendido en 49 idiomas unos 2 mil millones de ejemplares:
menos que la Biblia, pero más que William Shakespeare. Son 79 novelas,
muchas protagonizadas por el excéntrico detective Hércules
Poirot, o por Miss Jane Marple, la adorable vieja solterona del pueblo
de St. Mary Mead. Y son doce las obras de teatro, entre ellas La ratonera
(The Mousetrap), que debutó en un teatro del West End de Londres
¡en 1952! y ahí sigue, en cartel, casi medio siglo más
tarde, ya con más de 20 mil representaciones.
También es conocido que alguna de sus novelas de misterio más
populares fueron llevadas a la pequeña o a la gran pantalla. Quién
no recuerda películas como Asesinato en el Orient Express (Murder
on the Orient Express, 1974), Muerte en el Nilo (Death on the Nile, 1978),
o la inolvidable Testigo de cargo (Witness for the Prosecution, 1957),
con Marlene Dietrich, Tyrone Power y Charles Laughton en el momento más
brillante de su carrera.
Pero se sabe poco que Christie, además de una autobiografía,
escribió seis novelas románticas con el seudónimo
de Mary Westmacott y un relato sobre sus expediciones arqueológicas
en Siria e Irak con su segundo marido, Max Mallowan. Porque el famosísimo
apellido de la reina del crimen (ella prefería llamarse
la duquesa de la muerte) procede de su primer marido, el coronel
Archibald Christie, con quien tuvo una hija, Rosalind, y de quien se divorció
en 1928.
Tampoco se sabe nada de su espectacular desaparición, del 3 de
diciembre de 1926, que duró once días. Aquello sigue siendo,
aun hoy, un enorme misterio sin novelar. La reina del crimen
salió aquel 3 de diciembre de su casa en coche y no volvió
a aparecer hasta que fue encontrada, once días más tarde,
en un hotel de lujo en Harrogate, al norte de Inglaterra. Su inexplicable
desaparición causó inquietud al gobierno, movilizó
a la policía, llenó primeras páginas y sumió
en la perplejidad a sus familiares, amigos y lectores. Ella dijo, cuando
la encontraron, que había sufrido un ataque de amnesia. La verdad
sería la depresión que le produjo saber que su marido tenía
una amante. Pero qué poco se conoce sobre lo que hizo durante aquellos
once días.
Este año, hay numerosas actividades en su memoria. La televisión
independiente inglesa ofrecerá este mes dos nuevos episodios de
Hércules Poirot a cargo de David Suchet, el mejor intérprete.
La editorial Harpr Collins, reeditará buena parte de las novelas
de Poirot y Miss Marple con un diseño moderno para atraer a las
nuevas generaciones al mundo Christie. Un mundo de misterio, de intriga
y de violencia contenida. Es que no le gustaba la sangre: No sé
nada de pistolas o revólveres. Por eso mato a mis personajes con
un objeto contundente o, mejor aún, con veneno. El veneno es, además,
más limpio, más pulcro y aseado....
|