Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
ESPACIO PUBLICITARIO


JUAN STRANO, DE LA AGRUPACION M.U.R.G.A.S.
“Nos hacen la vida imposible”

Los murguistas de Buenos Aires protestan por lo que llaman �un doble discurso� del gobierno porteño. �Dice que apoyan la cultura popular, pero nos pone una traba atrás de la otra, y ahora ni podemos ensayar.�

Hay 300 mil dólares a gastar para el Carnaval 2001, pero según los murguistas el gobierno lo esconde.

Por Mariano Blejman

“Estamos cansados del doble discurso”, afirma Juan Strano, delegado de la agrupación M.U.R.G.A.S., ante la Comisión de Carnaval de la Secretaría de Cultura del gobierno de la ciudad de Buenos Aires. “Por un lado el gobierno de la ciudad dice que apoya el Carnaval como expresión popular y, por el otro, nos hace la vida imposible, nos pone una traba detrás de la otra”, sentencia. El problema entre las murgas organizadas y el gobierno surge ante la inminencia del Carnaval, para el que aquellos se preparan durante prácticamente todo el año. Las murgas iniciaron una ofensiva, dispuestas a protestar “antes de que sea tarde”. La agrupación, vale la pena recordar, fue impulsada por el propio gobierno porteño, cuando era su máxima autoridad el actual presidente Fernando de la Rúa.
La Comisión de Carnaval, que depende de la Secretaría de Cultura, cuenta con un presupuesto de 300.000 pesos, otorgado por el gobierno de la ciudad, que se gastan casi totalmente en los corsos públicos que recorren la ciudad en busca del rey Momo, dios del Carnaval. Una ordenanza de la Legislatura porteña declaró este año al Carnaval Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires. De esa dualidad entre el discurso y los hechos hablan los murguistas. “Hemos presentado un proyecto para realizar los pedidos de corso, pero nos están bicicleteando hasta morir. Nos tienen de un día para el otro con papeles y formularios. Y nosotros lo único que queremos es reunir la comisión para aprobar el desfile de los corsos y pedir los permisos de cortes de calle. Pero no hay una decisión política del gobierno de apoyarnos”, argumenta Strano. En tanto, ya se inscribieron cuarenta murgas para el corso oficial.
La agrupación, cuya sigla significa Murgueros Unidos Recuperando y Ganando Alegría Siempre, representa a unas ochenta murgas de toda la ciudad, entre las que se encuentran nombres como Los descontrolados de barras, Los cometas de Boedo, Gambeteando el empedrado, Los asaltantes de la rima, Los crotos, Los quitapenas, Los impacientes de Palermo, Arrabales de ilusión, Los viciosos de Almagro, Vamo en esa o De paso cañazo, entre otras. “Entre los problemas que tenemos –detalla el murguista organizado– es que nos dan los permisos para ensayar por treinta días, pero se nos terminaron en diciembre y ahora estamos peleando porque nos den los permisos de enero. Nos dicen que nos apoyan, pero no podemos ensayar. En definitiva, lo que pedimos es una decisión política del gobierno que nos permita trabajar en mejores condiciones.” Strano tiene 47 años y hace 42 que sale a bailar en murga. En 1974 fundó Los elegantes de Palermo. “Mi señora, mis hijos y mis nietos han pasado por la murga. Esto es casi mi vida”, argumenta.
El Carnaval desapareció por ley en 1977, por decisión de la dictadura militar. La fiesta incluía un lunes y martes de feriado nacional, lo que venía a significar cuatro días de fiesta en las calles, lo que para los militares era intolerable. “Lo que querían los militares era quitarle la alegría a la gente, porque la murga provoca alegría. Sin embargo, ahora se ha hecho más fino. Incluso nos invitan a tocar a los casamientos y los cumpleaños. Antes eso no existía, era como cuando el tango era prohibido.” Con la vuelta de la democracia la ordenanza de los militares no fue derogada. En la murga, hay una tradición según la cual los mejores y más graciosos cantos se dirigen contra el poder, recuerda Strano. “Nosotros no queremos competir contra el poderoso, tratamos de que mucha gente se divierta. Pero tal vez el gobierno tenga miedo de que nos burlemos de él.” A pesar de ello, el año pasado el mismo gobierno propulsó un espectáculo carnavalesco en donde participaron los elencos del teatro San Martín, el Colón, el Alvear, conducidos por Roberto Carnaghi y María Fiorentino, con la idea de reflotar un festejo perdido en los años de plomo.
“Esto es básicamente un divertimento gratis, que en estos momentos de crisis no viene nada mal. Por eso creció y también porque la gente le fue perdiendo un poquito el miedo”, detalla Strano. “Antes pensaban que éramos borrachos, peleadores y drogadictos, y ahora la gente sabe que eso pasa en cualquier lado. La cuestión es que en estos momentos a las murgas les cuesta mucho salir. Tiene que haber una entidad civil que las respalde para que lo recaudado tenga un destino que puede ser el Hospital de Niños o un centro de niños discapacitados. En definitiva, lo que nosotros buscamos es un destino feliz.”

 

Los talleres de Gabo

La Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), creada y dirigida por el Premio Nobel Gabriel García Márquez, con sede en Cartagena de Indias (Colombia), ofrecerá entre el lunes 22 y el viernes 26 de este mes dos talleres de perfeccionamiento dictados por sendos maestros. El Taller de Fotoperiodismo está a cargo de Susan Meiselas, reportera gráfica estadounidense cuyo trabajo en América Central obtuvo repercusión mundial a partir de su publicación en medios como The New York Times, el Times londinense y el Paris Match. Ganadora de la medalla de oro Robert Capa y del Moors Cabot por su cobertura de la guerra en Nicaragua, Meiselas dictará el curso sólo para quince fotógrafos que acrediten tres años de experiencia y envíen su currículum ingresando en la página www.fnpi.org. El Taller de Crónica, en tanto, estará a cargo de Alma Guillermopietro, mexicana que se desempeñó como corresponsal del diario inglés The Guardian y The Washington Post, y fue jefe del área latinoamericana del semanario Newsweek. En este caso, la planta de participantes será de doce periodistas y el requisito es enviar un relato autobiográfico de no más de mil palabras, y dos trabajos periodísticos en formato de reportaje o crónica. La inscripción cerrará hoy a las 24.

 

PRINCIPAL