Por Carlos Rodríguez
Las denuncias por discriminación,
a diferencia de años anteriores en los que los dos ejes principales
eran la salud (rechazo a discapacitados o enfermos de sida) y el marginamiento
laboral (por cuestiones de edad, nacionalidad o género), tuvieron
en el año 2000 un nuevo ítem que pasó a liderar las
protestas: las quejas contra bancos privados, tarjetas de crédito
y organizaciones como Veraz por dejar sin posibilidades de créditos
a personas de medianos o bajos recursos. Sobre 1884 denuncias recibidas
el año pasado por el Foro de Organizaciones No Gubernamentales
que Luchan Contra la Discriminación, el 31,90 por ciento fueron
por lo que la entidad denomina incorrección de datos sobre
actividad económica, relegando al segundo y tercer puesto
a salud (26 del total) y discriminación laboral (14,92), que mantuvieron
de todas maneras su fuerte incidencia.
Otro dato importante de la estadística difundida por el Foro es
que el número de denuncias superó en un 34,5 por ciento
las recibidas en 1999, cuando fueron 1235. La aparición del
tema económico no sólo es llamativa sino que confirma proyecciones
de años anteriores que estaban indicando que la sociedad civil
avanza cada vez más hacia la identificación del acto discriminatorio,
aunque no figure entre los casos más comunes, explicó
a Página/12 Daniel Barberis, coordinador del Foro.
Un caso típico de la discriminación en materia económica
es el que le sucedió a Marcos L., un hombre de 61 años que
hace unos años le salió de garante a un hijo suyo para la
obtención de un crédito. Por problemas económicos
el joven no pudo pagar las cuotas y el padre tuvo que responder, sometiéndose
voluntariamente a un plan de pagos en cuotas. Mientras seguía abonando
puntualmente la deuda de su hijo, Marcos L. se presentó ante
un banco privado para solicitar un préstamo personal para acceder
a la compra de una vivienda. La existencia de la deuda de su familiar,
aunque estaba siendo saldada, le impidió la obtención delcrédito,
luego de un informe presentado por Fidelitas, entidad que acumuló
varias denuncias, lo mismo que Veraz.
En todos los casos aclaró Barberis se trata de
personas que tienen trabajo, que no son deudores morosos y que cumplían
con los requisitos mínimos exigidos para acceder al crédito,
pero que fueron desechadas por las entidades mencionadas sin mayores explicaciones
o por deudas que ya estaban saldadas. En materia de salud, los principales
motivos de las denuncias por discriminación fueron la discapacidad
(230 casos) y el VIHsida (90 casos). También hubo muchos hechos
vinculados con otras dos enfermedades: diabetes (60 casos) y la obesidad
(50).
En materia laboral, uno de los mayores problemas que tuvieron que afrontar
los que buscan alguna ocupación es el de la edad (51 casos fueron
denunciados) y en segundo lugar estuvieron las discapacidades (50 casos).
Un escalón más abajo estuvo la nacionalidad (49 casos) y
muy cerca la discriminación a las mujeres por problemas de género
(44 casos). El Foro criticó la actuación tanto del Gobierno
nacional como del de la Ciudad de Buenos Aires por entender que no
dictan ni ejercen políticas de Estado sino que actúan paliando
la coyuntura. Barberis comentó que siempre que damos
a conocer los informes, obtenemos respuestas respecto de los hechos denunciados,
pero falta una política rectora tendiente a producir cambios de
fondo.
Otro gigante en el
puerto
Como si se tratara de una disputa para figurar en el libro Guinness
de los records, ayer llegó al puerto de Buenos Aires el crucero
Esplendor de los Mares, perteneciente a la empresa Royal
Caribbean, que con sus 295 metros de largo y sus 50 de alto, más
sus 70 mil toneladas de peso bruto, es el barco más grande
que haya llegado a estas tierras. El Esplendor hizo
que el record impuesto por el Mercury, que amarró
en el puerto local el 26 de diciembre, durara apenas semanas. El
crucero tiene capacidad para 2076 pasajeros y 720 tripulantes. El
costo promedio de una estadía a bordo ronda los 120 dólares
diarios. La nave tiene 11 pisos, una cancha de golf, discoteca,
casino, cine, teatro y paseo de compras. El barco fue recibido por
el secretario de Transportes, Jorge Kogan.
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