Buena
victoria de Independiente con goles de Páez y Forlán una
de las figuras junto a Cambiasso ante un River inconexo, que había
empatado con gol de Cardetti. Los de Piazza fueron superiores y mucho
más organizados tácticamente. El problema de Gallego estuvo
en el medio, donde nadie dio pie con bola. Los que serán titulares
en ese sector no estuvieron en la cancha. En cambio, a los rojos sólo
les faltó Garnero. Y pintan bien del medio para arriba.
Independiente, de salida, puso prácticamente todo lo que tiene.
Como para no perder tiempo y seguir jugando en la misma racha y sintonía
con que terminó el Apertura. River, en cambio, hizo un mezcladito
en que combinó un montón del elenco estable con un debutante
absoluto en puesto clave Daniel Ludueña, hijo del Hacha,
edad de quinta, fue el enganche y se guardó cartas en el
banco: Aimar y Saviola. En el balance del primer tiempo, aunque Independiente
pareció más armado y sacó justa ventaja, River estuvo
también cerca de convertir y pudo ser igualdad. Así que
no se sacaron grandes ventajas en el tramo inicial.
Por ejemplo: la primera oportunidad la tuvo Ludueña a los 6,
solo, tirándola por arriba tras un rebote de Rocha; a los 10,
Forlán le dio fuerte apenas alto tras habilitación del dúctil
Vuoso; antes de los 20, Ortega de tiro libre casi la pone abajo;
diez minutos después, Cardetti lo tuvo y recién entonces,
tras un foul de Yepes a Vuoso vino el tiro libre desde la derecha, remate
de Forlán al travesaño, otro tiro de Milito tapado por Costanzo
y el tercer intento exitoso de Páez: 1-0. Pero trascartón
Ortega de lo mejor de River pudo igualar tocándola
en el primer palo. Así que con buenas actuaciones de Cambiasso,
de Vuoso, de Ortega y defecciones en el medio de River y el fondo rojo
terminaron el primero.
River volvió con Aimar y en la primera jugada colectiva Cardetti,
Aimar, Ortega, Cardetti fue golazo. Y parecía que, por izquierda,
con Aimar-Alvarez, los de Gallego seguirían ganando, cuando en
la primera aparición de Prieto, centro atrás y volea fortísima
de Forlán, adentro: 21 y vuelta a empezar para River. Se lo perdió
solo Alvarez y se hizo de ida y vuelta durante unos minutos hasta que
los de Piazza tomaron el control. Y por un rato se vieron buenas cosas
de fútbol, incluso pudo haber un golazo de Cambiasso a los 27
tras tocarla todos. Lo de River, impotente en el medio, vacilante en el
fondo y con llegadas por cuentagotas, dependió cuándo
no de la inspiración de Aimar. Le dio una a Ortega y otra
a Saviola. Pero no pudo ser. Y estuvo bien que fuera una noche roja. Había
sido más en el balance.
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