Por
Eduardo Tagliaferro
En
el mundillo político se dice que para los radicales las elecciones
son aquellas cosas que suceden entre una interna partidaria y la otra.
Claro que desde la conformación de la Alianza, éstas son
compartidas con sus socios del Frepaso. En esta ocasión las diferencias
que separan a los hombres de la UCR no son las líneas del partido
centenario sino un extrapartidario. Ayer se cruzaron verbalmente por la
posible candidatura a senador porteño de Carlos Chacho
Alvarez. Mientras el ministro del Interior, Federico Storani, no se dio
por vencido con la negativa del ex vicepresidente y sostuvo que su postulación
requerirá algún tipo de condiciones, el actual
senador y candidato a la reelección, José María García
Arecha, reclamó de Alvarez una definición contundente: La
vida política requiere grandes cambios y, entre ellos, señalar
con claridad si uno aspira o no a un cargo, dijo.
García Arecha es uno de los dirigentes que tiene directa llegada
a Fernando de la Rúa. Llegó al Senado cuando el actual Presidente
dejó su banca en la Cámara alta para ocupar la Jefatura
de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Y aunque su amigo De la Rúa
señaló el fin de semana que Alvarez sería un
candidato descollante, él consideró que el primer
puesto en las listas porteñas de la Alianza le corresponde a la
UCR y que el Frepaso se debería limitar a designar a la mujer que
ocupe el segundo puesto en las listas.
En diálogo con Página/12 el senador ratificó el argumento.
Esto sería lo racional, ya que en la última elección
a jefe de Gobierno el Frepaso fue cabeza de lista y el radicalismo tuvo
el cargo de vicejefe.
¿Usted se postula para la reelección?, le preguntó
este diario al senador.
Sí, y lo digo con toda tranquilidad.
¿Cuando usted afirma que Alvarez es un dirigente que trasciende
la ciudad de Buenos Aires, es para sacarlo al ex vicepresidente de los
posibles candidatos?
Textualmente dije que Alvarez es un dirigente que trasciende los
límites de la ciudad esquivó.
La envergadura política de Alvarez es precisamente lo que tanto
De la Rúa como Storani reivindicaron a la hora de postular al líder
frentista. Este es un año de una elección muy importante
en el que se puede definir la gobernabilidad del Gobierno, dijo
el ministro del Interior, convencido de que para cumplir con ese objetivo
es fundamental revertir la mayoría que el justicialismo tiene
en la Cámara alta.
Así es, fue la ambigua respuesta de Storani cuando
se le preguntó si el Gobierno no consideraba como definitiva la
negativa de Alvarez. Chacho es un líder natural de la Alianza,
para mí es lógico pensar en la posibilidad de su candidatura.
Esto no es una presión, todavía es prematuro, habrá
que hablar con más tranquilidad de una estrategia general,
redondeó el funcionario.
Precisamente para definir la estrategia del oficialismo en las próximas
elecciones legislativas, el radicalismo convocó a sus máximos
referentes a una reunión para el viernes. Organizado por el titular
de la SIDE, Carlos Becerra, el encuentro reunirá al ex presidente
Raúl Alfonsín, Storani y los jefes de las dos cámaras
parlamentarias, el del Senado, Mario Losada, y el de Diputados, Rafael
Pascual.
En la mesa de discusiones los radicales tendrán las conclusiones
de dos muestreos de opinión encargados a las consultoras Analogías
y Mora y Araujo. El estudio compromete 14 mil casos en los 24 distritos
del país. Además de analizar los resultados del relevamiento,
los aliancistas discutirán si impulsar o no el desdoblamiento de
las elecciones. Recurrir al conocido esquema de nosotros o el caos
es para los hombres del radicalismo una tentación difícil
de sortear. Así lo dejó entrever GarcíaArecha: El
pueblo argentino no tiene vocación de cangrejo. A pesar de que
existen una gran cantidad de insatisfacciones a las que la Alianza todavía
no dio respuesta, no me imaginó que la gente opte por volver al
pasado.
|