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REPORTAJE A DARIO ALESSANDRO
“Creo que todo gobierno aprende a los tumbos”

 

El diputado frepasista, jefe de la bancada de la Alianza, hace un balance de lo que le espera a su partido: decidir qué hacer con el decreto previsional y cómo continuar con el Gobierno de coalición enfrentando a los �consejeros� del Presidente.

Por Fernando Cibeira
y José Natanson

El Frepaso se asoma a una etapa de definiciones: en poco tiempo deberá decidir qué hace con el decreto de reforma previsional, cómo se sitúa frente al Gobierno y cómo encara el año electoral. El jefe del bloque de Diputados de la Alianza, Darío Alessandro, conversó con Página/12 sobre estos temas: dice que no lo seduce la idea de sumar al PJ a una comisión para derogar la reforma jubilatoria y asegura que, por ahora, no hay una definición respecto de la candidatura de Carlos “Chacho” Alvarez. Finalmente advierte sobre los riesgos del entorno antialiancista que rodea al Presidente: “Los consejeros son personas que no desaparecen”.
–¿Chacho va a ser candidato?
–Sería una muy buena candidatura, pero me parece apresurado y fuera de los tiempos del Gobierno y de la Alianza estar discutiendo este tema. Hoy tenemos que preocuparnos porque el Gobierno tenga éxito, que losargentinos estemos mejor, que tengamos un proceso de crecimiento con mayor equidad. Un candidato por sí sólo no va a ganar una elección, porque va a ser un candidato oficialista.
–O sea que la candidatura depende de cómo le vaya al Gobierno.
–No. Eso sería una visión oportunista: “Si al Gobierno le va bien, yo me subo”. Si el año pasado, pese a que tuvimos voluntad de que haya un proceso de crecimiento y un combate a fondo a la corrupción, no se lograron estos objetivos, tienen que ser entonces los objetivos para el segundo año. Recién después discutamos las candidaturas.
–¿Cómo se van a resolver dentro de la Alianza las candidaturas?
–Tiene que estar expresado el hecho de que esto es una coalición. Por lo tanto, cualquier debate tiene que estar regido por una participación igualitaria de quienes componen la coalición. Me parece que es muy aleatorio dejarlo a la suerte de lo que pase en cada distrito. Tiene que haber una inteligencia nacional que dé cuenta de esa situación, porque si se deja a cada distrito librado a su suerte, es más probable que haya pequeñas batallas que no terminen bien.
–No parece fácil: el radicalismo es un partido orgánico y desde la conducción nacional les va a costar decidir sobre algunos distritos.
–Pero hay que entender que cada uno aporta algo a esta Alianza: muchas veces es un requisito de fortaleza y no de debilidad de aquel que tiene más fuerza el hecho de conceder.
–Hay un caso notable: el Frepaso tiene un solo senador. ¿Cuántos aspiran tener?
–No es un número, pero me parece que si queremos un bloque de senadores de la Alianza no puede ser 30 a 1. Es indudable que el Frepaso, en siete, ocho o nueve provincias tiene una presencia importante. Tenemos que tener un reconocimiento en esos lugares.
–¿Cuál es el lugar del Frepaso en la toma de decisiones del Gobierno?
–Tiene un lugar muy acotado, de consulta de algunos temas, o cuando hay iniciativas nuestras. Por eso tiene que haber un ámbito, que no tiene que ser formal, en donde se puedan analizar iniciativas políticas. Yo creo todo gobierno aprende, lamentablemente, a los tumbos. Este es un Gobierno de coalición, algo que no había ocurrido en la Argentina.
–El lugar secundario de su partido, ¿es responsabilidad de ustedes?
–Es responsabilidad de la Alianza: del radicalismo, del Frepaso. Durante mucho tiempo todos pensamos que la presencia de Chacho en la vicepresidencia garantizaba lo que la gente votó. Cuando Chacho estuvo en el Gobierno, participó de gran parte de las decisiones. Ahora esto quedó relativizado y me parece que es hora de buscar una instancia que garantice esto, donde tiene que estar Chacho, aunque no esté en el Gobierno.
–¿No hay un riesgo de doble comando?
–Siempre hay riesgo. Ahora también hay riesgos de que los partidos no se sientan consultados, de que se enteren de las decisiones después de que se toman. Entonces se generan ruidos.
–Algo de esto ya ocurrió: Chacho presentó propuestas, pero hasta ahora no se tomó ninguna decisión...
–Más o menos. Yo creo que va a haber una instancia como la que estoy planteando y me parece que va a ser en parte porque Chacho acercó ideas. Lo que pasa es que algunos intencionadamente dicen que lo que hizo el Presidente fue pasárselas al jefe de Gabinete. Y yo no lo veo como una cuestión de menosprecio: se pusieron las ideas en un lugar de decisión importante. Y algunas de ellas se están llevando adelante: consulta para una reforma impositiva, un proceso para bajar los costos de la política.
–¿Por qué tarda en ponerse en práctica este organismo?
–Hemos tenido encontronazos fuertes. Los encontronazos fuertes dejan heridas. Además, algunos se pusieron contentos con el encontronazo en la Alianza, los que han pregonado menos Alianza.
–¿Quiénes?
–Todos sabemos quiénes son los consejeros. Pero, hoy por hoy, en el lugar de máxima decisión política, no es la idea predominante.
–Cuando Chacho renunció, habló de Fernando de Santibañes, de Enrique Nosiglia y de Antonio de la Rúa. ¿Este grupo sigue funcionando cerca del Presidente?
–Quizás como grupo tenga menos entidad que la que tuvo hace un tiempo. Pero me parece que los consejeros son personas que no desaparecen. Tienen un grado de aproximación al Presidente independiente de las estructuras partidarias, que no va a desaparecer. Pero todos hemos comprendido lo que significó poner a la Alianza en riesgo de quebrarse, allá por el mes de octubre. Eso, en vez de fortalecer la gobernabilidad del Presidente, la hubiera reducido.
–Con el blindaje hay un riesgo de que el Gobierno piense: “Esto lo conseguimos nosotros y no se lo vamos a regalar a nadie”.
–No es la idea predominante. En algunos puede estar. Pero en realidad es un logro del Presidente y de la Alianza, que entendió la gravedad de la situación. Porque si se consiguió el blindaje es porque el Gobierno trabajó mucho, por el contexto internacional más favorable y también por circunstancias políticas que ayudaron. Ese activo debe conservarse, y no hay que pensar que los partidos políticos de la Alianza importan poco porque ya conseguimos el blindaje. El blindaje ayuda, pero por sí sólo no garantiza el éxito de la gestión del Gobierno.
–¿Machinea es la persona que va a sacar al país de la recesión?
–Yo creo que está en condiciones de hacerlo. Si se preguntaba hace dos o tres meses, todo el mundo iba a decir que no. Hoy no es así: algunas de las medidas, criticadas en su momento, han sido positivas.
–¿Por ejemplo?
–Yo no soy tan crítico con la reforma impositiva. Por primera vez se intentó variar una estructura impositiva volcada fundamentalmente al consumo hacia una reforma más progresiva, con más acento en el impuesto a las Ganancias, en el impuesto a las Rentas, en los impuestos personales. En el año que terminamos se han batido records en el impuesto a las Ganancias, que es progresivo, que afecta a los que más tienen.
–Además, las opciones a Machinea son más ortodoxas que él...
–Ese no es un déficit sólo de la Alianza; es un déficit del pensamiento económico y político progresista de la Argentina. En distintos lugares y partidos que se dicen “progresistas” aparece ese déficit. Y por eso apareció el equipo económico de Machinea como el término medio.
–¿Eso no revela una falencia del Frepaso, la falta de un equipo económico fuerte que pueda tener algún lugar importante en el Ministerio?
–Sí. Recién ahora le estamos dando la importancia a generar un grupo de economistas que analicen, que generen propuestas. Me parece que un partido que se planteó construir una opción política integral en la Argentina, sin una pata de alternativas económicas fuertes, queda vulnerable.
–¿Es buena para el Gobierno esa posición de Cavallo de semialiado?
–Son las dos caras de Cavallo: por un lado, tiene que ver con el aumento de la desigualdad que hubo en la década menemista, pero por otro lado nadie le niega el haber logrado parar la hiperinflación y el crédito que tiene, tanto local como internacionalmente, en el manejo de la economía. Creo que a este Gobierno le conviene un Cavallo que tenga una actitud racional y constructiva, y no el Cavallo que vimos cuando quiso ser jefe de Gobierno, que era la irracionalidad caminante.
–¿Cuál va ser la posición del Frepaso con la reforma previsional?
–Fue el decreto más controvertido. Y, como es algo que va a afectar a mediano plazo a muchas generaciones de argentinos, tendría que haber pasado por el Congreso.
–¿Es sólo una cuestión de forma?
–No. El contenido tiene elementos negativos, que igual han sido morigerados desde la idea original. Se eliminó la idea de abolir el sistema de reparto. Es negativo haber bajado la PBU; pero ahora estamoshablando de una eliminación para aquellos que ganan más de 800 pesos. Creo que igual aquél que tiene una jubilación cercana a eso, no tiene que tener ninguna quita. También tiene elementos positivos, como garantizar un haber mínimo de 300 pesos, es positivo. De todos modos, este tema, tan de fondo y que trasciende la coyuntura, tendría que haber ido al Congreso. Fue al Congreso, pero se esperaron sólo 20 días. Es muy poco.
–¿Van a formar una comisión con el peronismo para derogar el decreto?
–La idea de formar una comisión con el peronismo no me seduce, porque no hizo nada por los jubilados todos estos años y evidentemente pretende utilizar esto como un argumento de oposición y electoralista contra el Gobierno. Buscan dividir a la Alianza.
–Cuando se reunieron De la Rúa y Alvarez, Chacho le hizo explícito el rechazo del Frepaso. Y el Presidente igual firmó el decreto. ¿Volvió a ignorar al Frepaso?
–Sí.

 

 

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