Las
negociaciones de paz en Medio Oriente se extinguen a fuego lento y sus
esperanzas se limitan a no quedar totalmente quemadas. Esto es lo que
se puede leer luego de que Israel y la Autoridad Palestina suspendieran
ayer las reuniones previstas. Hoy las reanudarán, pero con el modesto
objetivo de evitar una ola de violencia antes de las elecciones israelíes
del 6 de febrero. En el terreno, un colono judío desapareció
en la zona controlada por la ANP, que a su vez ordenó el sábado,
por primera vez desde su fundación en 1994, el fusilamiento de
dos palestinos acusados de haber colaborado con Israel en el asesinato
de un dirigente. Ante las críticas que llegaron ayer (de Israel,
de Francia y de organizaciones pacifistas), el ministro de Justicia palestino,
Freij Abu Medein, declaró que hay 15 procesados más por
estos delitos que podrían recibir una condena similar en los próximos
días.
El actual proceso de negociaciones había nacido para frenar la
violencia entre palestinos e israelíes y también, aprovechando
la urgencia de un premier Ehud Barak alicaído en las encuestas
y de un Bill Clinton que este sábado abandona la Casa Blanca, para
ver si se lograba un acuerdo que relanzara la paz. Ya hace rato que se
sabe que lo primero es difícil que ocurra y lo segundo, imposible.
Así van cayendo los lamentos a fuego lento. Es muy poco probable
que haya un acuerdo final en el tiempo que queda, dijo Sandy Berger,
consejero de Seguridad Nacional de Clinton. Lo más importante
es continuar el proceso, opinó, a falta de algo mejor para
anunciar, el jefe de los negociadores palestinos, Saeb Erakat.
Ocurre que del único hecho que se podía esperar algún
relanzamiento de las conversaciones es de la reunión de anteayer
entre el presidente de la ANP, Yasser Arafat, y el ministro de Cooperación
Regional israelí, Shimon Peres, ambos premios Nobel de la Paz en
1993 por el inicio de un proceso que todavía hoy está en
veremos. No hubo ningún indicio de que Arafat y Peres hayan llegado
a algo concreto, y el indicio se confirmó ayer. Erekat precisó
que el líder palestino le pidió al ex premier israelí
que Israel se disculpe ante la ANP por sus acusaciones de que la violencia
la generan los palestinos. ¿De qué violencia estás
hablando, no has visto a tus soldados arrastrando el cadáver de
un palestino de 23 años como un cordero degollado por las calles
de Hebrón?, habría dicho Arafat a Peres, según
Erekat. Luego, llegaron las sonrisas de compromiso y las manos vacías.
Por eso ambas partes suspendieron ayer el diálogo sobre seguridad
con acusaciones mutuas. Hoy continuarán las conversaciones, según
anunció el ministro de Información palestino, Yasser Abed
Rabbo.
A pesar de este clima de agonía, algunas cuestiones seguirían
negociándose. En este caso se trata del problema de los refugiados,
indirimible por el momento en virtud del reclamo palestino de que se les
permita el retorno a la región y la negativa israelí a permitirlo.
El diario israelí Haaretz publicó ayer que ambas partes
debaten el traspaso de Israel a la ANP de un terreno al sur de la franja
de Gaza, llamado las dunas de Halutza, como compensación parcial
al no retorno de los refugiados.
Los
burros salen a pasear
El
burro que ocupa el primer plano de la foto tiene en su testa un
pañuelo similar al que utiliza el líder palestino
Yasser Arafat. En su lomo, el burro lleva una traducción
al hebreo del Corán. Los burros que se ven detrás,
y que llevaron a este burro a pasear por Jerusalén Occidental
en tan simpático atuendo, son integrantes del grupo judío
racista antiárabe Kaj, proscripto por las leyes israelíes.
Denunciamos con fuerza la acción de extremistas judíos
que es contraria a las leyes religiosas y a las normas internacionales,
dijo el jeque Yussef Salameh, imán de la mezquita Al-Aqsa,
tercer lugar sagrado del Islam. La burrada responde a otra burrada
cometida con anterioridad por centenares de palestinos, que el sábado
pasearon otro burro en las calles de la ciudad palestina de Ramalá
con el cuello tapado por un chal de plegaria judío y marcado
con la estrella de David. Pero no hay que pensar que los burros
del Kaj sólo actúan por reacción. Ya en 1997,
uno de estos ilustres personajes fue condenado por haber distribuido
papeletas de Mahoma con los rasgos de un puerco.
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EL
SOCIALISTA SAMPAIO FUE REELECTO PRESIDENTE EN PRIMERA VUELTA
Portugal
queda bien a la izquierda
Desde
que hace un cuarto de siglo la Revolución de los Claveles
pusiera fin a la dictadura de Salazar, el eje de la política
portuguesa ha sido la izquierda. Bajo su influencia conoció
una bonanza que hizo del país más pobre de Europa
Occidental un socio adecuado para la integración europea
y la moneda única. En las elecciones presidenciales de ayer,
el socialista Jorge Sampaio fue reelecto en primera vuelta, siguiendo
otra tradición que continúa desde la promulgación
de la Constitución democrática de 1976: la de reelegir
al jefe de Estado. Las encuestas a boca de urna le auguraban un
triunfo del 59 por ciento.
Una
de las características del mapa político portugués
es que en el lugar de la oposición de derecha está
situada la socialdemocracia, cuyo líder Joaquim Ferreira
do Amaral reconoció ayer su derrota (con un 36 por ciento
de los sufragios), como en las elecciones anteriores de 1995 lo
hizo Anibal Cavaco Silva. En esas elecciones sucedió en la
presidencia a Mario Soares, tal vez el nombre que más se
asocie con el socialismo portugués. A la izquierda del Partido
Socialista se encuentran tres partidos, entre los que se destaca
el Partido Comunista Portugués, el más ortodoxo de
los comunismos eurooccidentales, todavía bajo la influencia
de su mítico y longevo líder Alvaro Cunhal. En su
XVI Congreso, celebrado en 2000, ratificaron su ideología
revolucionaria marxista-leninista.
Sampaio tiene ante sí un nuevo quinquenio en el que la bonanza
económica disfrutada por Portugal durante los últimos
años aparece amenazada por una disminución del crecimiento
económico y una balanza de pagos siempre desequilibrada.
El nuevo presidente se enfrenta al desafío de conseguir que
la sociedad portuguesa supere el desinterés creciente que
muestra hacia la vida política y que los partidos realmente
se acerquen a la problemática real de los ciudadanos. En
las elecciones de ayer la abstención podría haber
llegado a un 50 por ciento, la más alta en la historia portuguesa.
La austera personalidad de Sampaio, del que los medios destacan
que asemeja un gentleman de la política por su
educación inglesa y su dominio del inglés, se define
por su veterana militancia en la ideología socialista y por
sus frecuentes referencias a una ética republicana.
Con una exageración que no dejaron de satirizar esos mismos
medios, el candidato, de 61 años, insistió durante
la campaña en que era socialista desde hace 60 años.
Es cierto que Sampaio, el quinto presidente desde la Revolución
de los Claveles del 25 de abril de 1974, se inició en la
actividad política hace más de cuatro décadas,
con las luchas estudiantiles contra la dictadura salazarista.
En enero de 1989, Jorge Sampaio fue electo secretario general del
PS, cargo que abandonó menos de un año más
tarde para postular a la alcaldía de Lisboa, controlada por
la derecha desde hacía ocho años. Elegido alcalde
de la capital en diciembre del mismo año gracias al apoyo
de los comunistas, obtuvo un segundo mandato de cuatro años
en 1993. Jorge Sampaio pone término prematuro a este mandato
para dedicarse a su primera candidatura a la presidencia de la República.
Elegido en primera vuelta para un primer quinquenio el 14 de enero
de 1995 con 53,8 por ciento de los sufragios, mantiene en el Palacio
de Belem una posición bastante discreta, pero no menos firme
frente al gobierno socialista del Primer ministro Antonio Guterres.
Contrariamente a su predecesor (y padrino político) Mario
Soares, fundador del PS, Sampaio sigue siendo militante del partido
después de llegar a la presidencia.
En su mandato, Sampaio tuvo una destacada participación para
ayudar en la celebración del referéndum de autodeterminación
de la ex colonia lusa de Timor Oriental. Cuando la mayoría
de la población votó allí por la independencia
de Indonesia (que había conquistado la totalidad de la isla
en 1975) y se levantó una ola de violencia de las milicias
pro-Yakarta, Sampaio fue de los más activos para forzar la
intervención de la ONU en el territorio.
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