Por
Eduardo Tagliaferro
¿Qué
condiciones deben darse para que Chacho acepte una candidatura?, se preguntaban
ayer sus seguidores, luego de que Carlos Chacho Alvarez insistiera
en que no será el próximo candidato a senador porteño
por la Alianza. El único hombre del Frepaso en el Senado, Pedro
del Piero, señaló ante este diario que la principal condición
es que la UCR cambie su actitud política. Aunque amplia,
la definición es una recriminación a sus aliados a quienes
invita a reconocer que se equivocaron al interpretar la renuncia
de Alvarez como un desencuentro comunicacional. Por su parte allegados
al ex vice dijeron a Página/12 que Chacho no está
poniendo condiciones por adelantado: hoy no aceptó ser candidato.
Detrás de la respuesta comentan el enojo del líder frentista
por no haber sido acompañado en su ofensiva contra las viejas prácticas
del Senado y por haber sido candidateado a escasos tres meses de su renuncia
cuando muchos de sus planteamientos están aún incumplidos.
Para la fecha de las elecciones faltan diez meses. En la vida política
es un tiempo muy corto, pero en la vida de las personas es una enormidad,
declaró ayer Alvarez en su extenso raid por las radios. Mi
opinión es que no quiero ser candidato, responde el ex vice
cuando se le recuerda que tanto el ex presidente Raúl Alfonsín
como el presidente Fernando de la Rúa y el ministro del Interior,
Federico Storani, reconocieron lo beneficiosa de su candidatura.
No hay una puerta abierta para que sea candidato continuó
Chacho, creo que la mayor parte de la dirigencia política
quiere olvidarse lo más rápido posible de lo que pasó
en el Senado. Lo que pasó en el Senado es nada y nada menos
que la mayor crisis que enfrentó a los miembros de la coalición
y que empujó a Alvarez afuera del gobierno.
La transparencia y modernización del Senado y de las instituciones
de la política son una de las banderas que obsesionan a Chacho
Alvarez. Luego de afirmar que si había o no incentivos para
votar las leyes, no era el único tema que estaba mal (en la Cámara
alta), el ex vice criticó al cuerpo legislativo por la
conformación de las comisiones, el reglamento interno y los excesos
de personal.
Además de criticar el funcionamiento del Senado, Alvarez anunció
ayer que en los primeros días de febrero su fuerza política
le presentará al radicalismo un trabajo con sus propuestas sobre
las características que debería tener el próximo
cuerpo legislativo.
Aunque en su periplo radial, Chacho se mostró distendido, sus palabras
tuvieron un dejo de enojo con el Gobierno. Si no nos damos cuenta
de que hay una crisis en los parlamentos y en la Justicia, estamos en
otro país. El peligro es creer que después del blindaje
está todo resuelto y por eso ahora se habla de candidaturas y de
elecciones. Es una gran equivocación, sostuvo.
Cuando desde el radicalismo se lo proclamó como candidato se lo
hizo en nombre de su imagen y de sus cualidades políticas. Los
hombres del oficialismo no pensaron que les respondería con fuertes
críticas políticas que incluso pusieran en duda la honestidad
con la que se hicieron algunas promesas de campaña. Yo no
le hablaba a la gilada cuando en el 99 decía que si venían
momentos difíciles el ajuste tenía que hacerse desde la
política. No era un discurso de campaña electoral, me lo
creía, a pesar de que tiempo después algunos miembros del
Gobierno me demostraban que no lo tomaron tan en serio.
Las opiniones de Alvarez obligaron al Gobierno a replantear el análisis
de la futura ingeniería electoral, un tema tan afín a los
hombres del radicalismo. A pesar de que el ex vicepresidente insistió
ayer con su negativa a ser candidato, los frentistas también lo
propusieron para encabezar las listas aliancistas. El jefe de gobierno
porteño, Aníbal Ibarra, fue uno de los primeros en reconocer
que Chacho era un excelente candidato. Chacho es mi candidato,
dijo ayer a Página/12 Del Piero. A pesar de apoyar su candidatura,
el senador frepasista le reclamó a susaliados una posición
más activa para esclarecer los presuntos sobornos, el probable
enriquecimiento ilícito de algunos senadores y la sobreabundancia
de personal en la Cámara alta.
Corregir
los puntos
Nuestra
posición respecto de la reforma previsional nunca cambió,
dijo ayer el líder frentista, Carlos Chacho Alvarez,
cuando se le preguntó por sus cambios de opinión sobre
la oposición de su fuerza política al decreto presidencial.
Luego de haberles dado libertad de acción a sus legisladores,
Alvarez se preocupó cuando sus seguidores iniciaron negociaciones
con los hombres del peronismo en Diputados. El jefe de la bancada
aliancista, Darío Alessandro, instruyó a los integrantes
de su bloque para que interrumpan cualquier movida política
que los emparentara con sus pares del justicialismo. No se trata
de derogar el decreto sino de corregir los puntos que no compartimos,
dijo Alvarez en un sutil viraje de su discurso. |
|