|
Por
Raúl Kollmann
 Los
dos temas son urticantes. Uno: que el grupo especial de investigaciones
creado por el gobierno de la Alianza –la llamada Task Force–
no logró todavía ningún resultado en la pesquisa
del atentado contra la AMIA. Dos: en la provincia de Catamarca está
por ponerse en vigencia un decreto por el cual será obligatoria
la enseñanza de religión en las escuelas, lo cual significa
que los alumnos judíos –y musulmanes, budistas o de cualquier
otra religión– deberán abandonar el aula durante el
dictado de esa materia. Ambos temas fueron abordados ayer en el primer
encuentro que mantuvieron el presidente Fernando de la Rúa y las
flamantes autoridades de la DAIA, encabezadas por el nuevo titular de
la entidad, José Hercman. El primer mandatario reiteró que
el Gobierno hará los máximos esfuerzos en ambas cuestiones.
Respecto del atentado, la DAIA y el Gobierno afrontan un triple problema.
u El 2001 será el año del comienzo del juicio oral. Hercman
ayer habló de que la entidad representativa de la comunidad judía
quiere una sentencia justa, algo que obviamente estará en manos
del Tribunal Oral número 3, encargado de llevar adelante el juicio
y dictar el fallo. Sin embargo, para la Casa Rosada y la DAIA parece imperiosa
una sentencia condenatoria al armador de autos truchos Carlos Telleldín
y los policías bonaerenses acusados, por cuanto son los únicos
imputados que tienen y si resultan absueltos toda la causa queda en blanco.
El juez Juan José Galeano, los fiscales y la abogada de la DAIA,
Marta Nercellas, consideran que hay evidencias sólidas, pero otros
conocedores del expediente –entre ellos los defensores de los policías–
consideran que la investigación es un fracaso y que no hay pruebas.
u Aunque no lo ha dicho públicamente, por esa razón, el
propio Poder Ejecutivo armó la llamada Task Force, un grupo de
investigaciones en el que trabajan la SIDE, la Policía Federal,
la Bonaerense, la Gendarmería y la Prefectura, en verdad destinado
a juntar más pruebas para el juicio oral. Ayer Hercman no se quejó
explícitamente, pero dejó entrever que existe inquietud
porque la Task Force no ha producido ningún avance de importancia.
Actualmente ese grupo especial está bajo la responsabilidad de
la viceministra Nilda Garré.
u El tercer problema respecto del atentado se centra en el testigo-clave
Wilson Dos Santos, el hombre que advirtió sobre el atentado dos
semanas antes de que se produjera. Como ya adelantó Página/12
hace diez días, cuando Dos Santos fue llevado a los tribunales
de Comodoro Py se le ofreció una parte de la recompensa de tres
millones de pesos para que revelara algún dato de importancia para
la investigación. En ese momento, Dos Santos ni se inmutó.
Es más, rechazó todo tipo de diálogo con los fiscales
principales de la causa AMIA y dejó en claro que sólo hablará
en el expediente colateral, en el que se lo investiga sólo por
falso testimonio. Ayer, Hercman le dijo a De la Rúa que está
de acuerdo en que se ofrezca la recompensa a Dos Santos aunque “es
un hombre que ha cambiado mucho de opinión”.
La otra cuestión relevante en el diálogo fue la referida
a Catamarca. Allí, el gobierno del Frente Cívico, una alianza
casi idéntica a la Alianza, firmó un decreto en el que se
establecen las clases de educación religiosa obligatoria. La norma
debía ponerse en vigencia con el ciclo lectivo del 2000, pero se
logró la postergación en base a un diálogo entre
la DAIA catamarqueña y la administración provincial. Sin
embargo, hay síntomas que para este ciclo lectivo, el decreto se
va a aplicar. “Entendemos que es una forma de discriminación
–le dijo Hercman a De la Rúa–, por cuanto hace que niños
y adolescentes que no profesen la religión católica deban
obviamente dejar el aula. Eso en un chico produceun fuerte impacto discriminatorio.”
De la Rúa se manifestó preocupado por la cuestión
y prometió establecer un diálogo con el gobierno de Catamarca.
El encuentro de ayer tenía como objetivo un primer contacto protocolar,
pero lo cierto es que Hercman evaluó a la salida que se dieron
pasos que fueron bastante más allá que una pose para la
foto.
|
