Para
los científicos de la Conae y de la NASA es un Visible-Infrared
Imaging Spectrometer aéreo. Para el común de los mortales,
se trata de una inmensa cámara fotográfica montada en el
fuselaje de un bimotor y que dispone de un espectrómetro con sensores
hipersensibles. Tan sensibles como para que las imágenes obtenidas
a 4 mil metros de altura sirvan, entre otras cuestiones, para combatir
al mosquito Aedes Aegypti transmisor del dengue, al mal de Chagas y su
vinchuca, y a la fiebre hemorrágica y sus roedores. Las imágenes
también serán utilizadas en investigaciones relacionadas
con la ecología, el desarrollo agrícola y forestal, y el
estudio de los yacimientos. La cámara fotográfica fue presentada
ayer en sociedad, en el Aeropuerto de Ezeiza, por miembros de la Comisión
Nacional de Actividades Espaciales (Conae) y la agencia espacial norteamericana,
y desde hoy comenzará a escudriñar mosquitos y roedores
desde el aire.
Los científicos aeroespaciales, tan amigos de dar nombres de carácter
estelar, la denominaron Misión Aviris, que no es otra cosa que
la sigla Airborne Visible-Infrared Imaging Spectrometer. Ayer, el jefe
de la misión científica de los satélites argentinos
SAC, Raúl Colomb, y el jefe del satélite EO1 de la NASA,
Steve Ungar, presentaron a la Aviris y explicaron su misión.
Tiene un espectrómetro con sensores hipersensibles detalló
Colomb que permite medir la luz solar reflejada sobre el suelo y
separarla en 224 bandas de colores. Para tener una idea de su poder, basta
compararla con las cámaras del satélite SAC C, lanzado recientemente
al espacio, que pueden separar la luz en sólo 5 o 6 bandas. Esto
permitirá obtener información del suelo mucho más
precisa. Cada barrido de la Aviris, a 4 mil metros de altura, capta
una superficie de 10 por 11 kilómetros, en una imagen de 140 megabytes.
Los datos obtenidos son grabados y luego enviados a Los Angeles, donde
se analiza la información para volver procesada al país.
La Aviris fue enviada a la Argentina por el laboratorio JPL (Jet Propulsion
Laboratory), desde Los Angeles, montada en un Twin Otter, un biturbohélice
que demoró más de 40 horas en cubrir el viaje con cinco
escalas intermedias. Aunque la potente cámara está en funcionamiento
desde principios de la década pasada, estaba montada sobre un avión
estratosférico U2. Esta es su primera misión en Latinoamérica
en vuelos bajos. Permanecerá en el país durante un mes,
con el siguiente plan: iniciará con vuelos sobre la ciudad de Buenos
Aires, donde analizará las zonas de distribución del mosquito
Aedes Aegypti, transmisor del dengue. Aclaración: no se pretende
fotografiar mosquitos a 4 mil metros de altura. Simplemente, conociendo
el hábitat del Aedes, las imágenes aéreas permitirán
determinar con precisión su ubicación sobre el terreno.
Los datos serán utilizados por un grupo de investigadores del Departamento
de Ciencias Biológicas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales,
que desde hace tres años analizan el riesgo de transmisión
del dengue.
Los vuelos continuarán sobre Pergamino, donde el Instituto Nacional
de Enfermedades Virales Humanas investiga el hábitat de roedores
transmisores de fiebre hemorrágica. En Córdoba, la intendencia
de Carlos Paz se mostró interesada en tomar imágenes sobre
el hábitat del cóndor, y el Centro de Genética Médica
del Conicet, en investigar la distribución de la vinchuca, en la
localidad de Chancaní.
Antes, el Twin Otter y la Aviris a bordo sobrevolarán la zona de
Magdalena, para que la Universidad de La Plata analice el impacto del
derrame de petróleo en la costa de Magdalena. En camino hacia el
norte, tomará imágenes de bosques fluviales naturales en
el Delta del Paraná, a solicitud del Laboratorio de Ecología
Regional de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Se evaluará
la contaminación atmosférica en Mendoza; la diferencia entre
plantaciones de soja transgénica y no transgénica en Córdoba;
determinará la contaminación en el yacimiento petrolífero
de Barrancas, Mendoza; estudiará la desertificación en la
Península de Valdés y la reserva de Ñacuñan,
en la zona de Cuyo.
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