Si
quedaba alguna duda de que las negociaciones de paz entre Israel y la
Autoridad Palestina eran un saludo a la bandera, ayer se fue despejando.
La reunión entre palestinos e israelíes para seguir tratando
cuestiones de seguridad fue suspendida una vez más. La razón
es tan simple como violenta: ayer fue hallado muerto un colono judío
de la Franja de Gaza que había desaparecido el domingo. Como respuesta,
los colonos del asentamiento Gush Katif destrozaron todas las propiedades
palestinas que tenían a su alcance. Por otra parte, ya todos piensan
en lo que vendrá. Ayer se reunieron por tres horas los presidentes
egipcio, Hosni Mubarak, y sirio, Bashar al Assad, para coordinar un discurso
común ante el próximo presidente norteamericano George W.
Bush, que asumirá el sábado. El ex premier israelí
Shimon Peres pidió a sus adherentes que dejen de hacer campaña
a su favor, ante un premier Ehud Barak que tiene todas las de perder.
Según una encuesta del diario israelí Maariv, el candidato
del derechista Likud, Ariel Sharon, tiene un 50 por ciento de las intenciones
de voto para los comicios del 6 de febrero. El actual premier renunciante
Barak, apenas un 33 por ciento. Sin embargo, si el candidato del campo
de la paz fuera Shimon Peres, una de las figuras principales de
los Acuerdos de Oslo que comparte con el líder palestino Yasser
Arafat el Premio Nobel de la Paz, Sharon estaría perdiendo por
dos puntos: 46 a 44 por ciento. Si se tiene en cuenta que con Sharon versus
Barak los indecisos componen el 17 por ciento y con Peres versus Barak
no existen, y que los sondeos hace rato que otorgan números similares,
hasta sectores del Partido Laborista de Barak le pidieron que abdicara
en favor de Peres. El ex premier dejó que hicieran campaña
pero ayer pidió que cesaran de apoyarlo, porque el candidato del
campo de la paz es Barak.
Es cierto que finalmente el actual premier renunciante no trajo precisamente
la paz. Ayer murió otro palestino bajo balas israelíes,
lo que hace que la actual Intifada ya acumule más de 300 muertos
en tres meses y medio. Pero lo central es que la virulencia de esta etapa
del conflicto palestino-israelí es por momentos inaudita. El asesinato
de un colono judío del asentamiento de Gush Katif, reivindicado
por la organización terrorista islámica Hamas, fue respondido
con creces por los propios colonos. Protegidos por el ejército
israelí, los colonos salieron de Gush Katif para arrasar con cuanta
cosa que connotara palestino: en el pueblo de Mawasi destruyeron
siete viviendas sin habitantes, quince invernaderos agrícolas con
techos de plástico, unas veinte cabinas de playa, autos, varias
cosechas agrícolas y árboles frutales.
Hay que limpiar para poner fin a la invasión ilegal de los
palestinos en nuestras tierras, explicó una habitante de
una colonia judía que está ubicada en territorio que, al
día de hoy y según los Acuerdos de Oslo, deberían
ser parte del Estado palestino. Una vez hecho todo esto, el ejército
israelí consideró que había mucha violencia y obligó
a los colonos a regresar a su asentamiento. El gobierno israelí
decidió el bloqueo total de la Franja de Gaza y sus fuerzas de
seguridad peinaron la zona intentando localizar a los asesinos
del colono.
Mientras en Israel y la Autoridad Palestina se despliega esta violencia,
Siria y Egipto ya están trazando el futuro bajo Bush. La
nueva administración norteamericana debe restaurar el maltrecho
proceso de paz y jugar un papel que sea eficaz, conforme los principios
de neutralidad y no alineamiento con Israel, recalcó Bachar
al Assad, en clara alusión a los tiempos de Clinton. Por las dudas,
Al Assad también reclamó a Europa y a la ONU que jueguen
un papel eficaz en el proceso de paz y ayuden a la región a recuperar
su estabilidad.
REUNION
DE LOS MEDICOS DE LA OTAN POR EL URANIO
Ahora,
el síndrome de Bruselas
La
capital de Bélgica fue ayer el escenario de una reunión
de la OTAN sobre los riesgos del uranio empobrecido que buscaba ser autoexculpatoria.
Pero para eso también buscó exhibir el máximo de
seriedad científica y de autoridad militar. Médicos de los
19 países miembros de la Alianza Atlántica intercambiaron
ayer en Bruselas información como primer paso para el esclarecimiento
de las verdaderas causas del síndrome de los Balcanes, la enfermedad,
en muchos casos mortal, contraída por más de medio centenar
de ex soldados europeos que combatieron en Bosnia-Herzegovina y Kosovo.
La OTAN otorgó al encuentro del comité médico un
rango superior al normal: elevó su participación al nivel
de generales. Este órgano, que depende del comité militar
atlántico, se suele reunir dos veces al año y está
compuesto por oficiales de menor graduación.
Los médicos militares se reunieron ayer bajo la presidencia del
general belga Roger van Hoof, en la sede de la Junta de jefes de Estado
Mayor de Bélgica, uno de los países, junto con Italia, más
afectados por el mal, con el fin de recopilar y examinar con mayor detalle
los informes proporcionados por los 19 socios de la Alianza.
Con altura científica manifiesta, la OTAN sostiene que no hay pruebas
para vincular los casos detectados de leucemia y otros cánceres
con la utilización de munición con uranio empobrecido durante
las misiones militares aéreas en Bosnia (1994 y 1995) y Kosovo
(1999). Los aliados se basan en las tesis expuestas hasta ahora por la
Organización Mundial de la Salud y el Programa de las Naciones
Unidas para el Medio Ambiente (UNEP).
Sin embargo, el secretario general de la OTAN, George Robertson, anunció
el pasado martes un plan de acción destinado principalmente a frenar
la gran inquietud que el problema ha despertado en la opinión pública
europea, y en especial en Italia, Bélgica, Portugal y España.
Además de recopilar datos a través de los expertos del comité
militar, la organización atlántica acordó la semana
pasada constituir un comité ad hoc dedicado exclusivamente al caso
del uranio empobrecido. Este comité, cuya labor empezará
el martes, estará formado por diplomáticos no sólo
de los 19 países miembros de la OTAN sino, además, de todas
las naciones que contribuyeron a las misiones de la fuerza multinacional
de paz en BosniaHerzegovina y Kosovo, entre ellas Rusia, que aportó
más de 3500 soldados. Además, intervendrán Bosnia
y Croacia y más tarde Yugoslavia.
El síndrome de los Balcanes será objeto mañana de
un debate en el Parlamento Europeo a petición de los Verdes. Javier
Solana ha accedido a participar en calidad de Alto Representante de Política
Exterior de la UE y no como antiguo secretario general de la OTAN. Solana
defiende la necesidad de transparencia y la conveniencia de esperar a
que la Alianza tenga resultados más concretos antes de tomar decisiones.
Lo que en la práctica significa rechazar la moratoria sugerida
por Italia sobre el empleo de esta munición antiblindados (que
resulta mucho más eficaz que cualquier otra). A la idea italiana
de la moratoria ya se han sumado Alemania, Grecia, Finlandia y Noruega.
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