Por primera vez Carlos Menem dejó abierta la posibilidad de dar un paso al costado en la carrera presidencial. “No tengo en mira la presidencia en el 2003, pero vamos a ver cómo evolucionan las cosas, falta mucho todavía”, afirmó ayer desde Miami. Mientras se paseaba del brazo de su novia Cecilia Bolocco, el ex mandatario aseguró que seguirá “trabajando en el mundo de la política a partir del ideario justicialista, actualizándolo permanentemente, haciendo propuestas a partir de la modernización de la causa”. Y se lamentó porque esto “a algunos les puede molestar y les molesta demasiado”, con referencia a las declaraciones de Eduardo Duhalde, quien lo acusó de “traidor” por haber llevado adelante durante su gestión “políticas ultraliberales”.
Menem juzgó que los dichos del ex gobernador son “producto del resentimiento, de su derrota en dos oportunidades seguidas” pero –según deslizó– eligió “no polemizar porque no ganaría absolutamente nada”.
El jefe del PJ está desconocido. Pareciera que el amor que dice profesar por la chilena Bolocco lo desborda a tal punto de tener resto que repartir generosamente entre sus adversarios políticos, incluso para sus enemigos internos. Ayer, desde las playas norteamericanas habló bien de Fernando de la Rúa y hasta de su archiodiado Carlos “Chacho” Alvarez.
Pero, bien mirada, la inusual tolerancia del ex jefe de Estado no está tan emparentada con los efluvios de Cupido como con la continuidad de su objetivo estratégico: conservar su protagonismo como máximo referente del justicialismo. Una estrategia que contempla incluso crear un nuevo sello electoral si le fuera necesario para sostener el proyecto menemista en los espacios de poder. Por el momento, ir por afuera no es necesario. Por eso, Menem se suma a los pactos de no agresión que proliferan entre los justicialistas, al menos hasta la bandera de largada de las internas.
El tiempo de la tregua entre los líderes peronistas tendrá este sábado una nueva manifestación con el encuentro entre Carlos Ruckauf y José Manuel de la Sota, en Cosquín, Córdoba.
Según Menem, a Carlos Ruckauf y a Duhalde no les conviene distanciarse de él. El ex presidente aseguró que no pretende “entrar en este juego”. Pero, como lo cortés no quita lo valiente, y nunca está de más una estocadita a los compañeros, Menem agregó que “por ahí”, “por pelearse conmigo se perdieron las elecciones de 1999”. “Este es un juego que no le conviene a nadie, porque no se puede estar permanentemente en conflictos dentro del movimiento”, ya que “hay que estar preparados para una excelente elección en este año y en 2003”, señaló.
Sobre la gestión de De la Rúa juzgó que “sigue en un nivel ascendente y poco a poco va a ir consiguiendo los objetivos que se ha trazado. Pero, bueno, sigamos esperando hasta que, definitivamente, la Argentina despegue de esta situación, incluso (que vuelva a) crecer con ritmo y con fuerza”. Definitivamente ecuménico, Menem afirmó que el ex vicepresidente Alvarez es “un hombre de la política y no se alejó definitivamente”, por lo que su reaparición no constituye “un retorno sino simplemente estar presente en la actividad política argentina”. “El se alejó de un cargo, nada más ni nada menos que de la vicepresidencia, y está nuevamente bregando en este mundo tan atrapante de la política y está en su pleno derecho; vamos a ver cómo le responde su gente”, sugirió.

ALMUERZO EN LA PLATA ENTRE DUHALDE Y RUCKAUF
Con las candidaturas en el menú

La pelea por quién se quedará con la mayoría de las bancas de senadores nacionales por la provincia de Buenos Aires promete ser dura. Mientras el ex presidente Raúl Alfonsín mantiene en vilo a la Alianza ante la demora por decidir si aceptará o no su candidatura, en el PJ el misterio está en quién acompañará a Eduardo Duhalde. El ex candidato presidencial dice que todavía hay tiempo para que se devele el nombre de su compañera. Sin embargo, la gente de Carlos Ruckauf opina lo contrario y dejaron trascender que el nombre de la elegida se conocería hoy tras el almuerzo que mantendrán los máximos referentes del PJ bonaerense.
La cita de Duhalde y Ruckauf es a las 13 en la residencia del gobernador. También serán de la partida los legisladores provinciales y nacionales que militan en el sector interno de los ex vicepresidentes. Entre tantos diputados y senadores seguramente podrá verse a las dos precandidatas a secundar a Duhalde: Graciela Giannettasio y Mabel Müller.
Una de ellas será la agraciada. La primera, una incondicional del ex gobernador. La segunda, una dirigente que convence más al actual mandatario. El excesivo duhaldismo de la Giannettasio se convierte en su principal punto en contra, al menos para los ojos de Ruckauf. Pero como todavía resta la negociación de la lista de candidatos a diputados –donde Ruckauf aspira a poder definir entre otros el nombre del primer candidato- la actual legisladora y ex directora General de Escuelas durante la administración duhaldista conserva las esperanzas de ser la elegida.
Para la gente de Duhalde el apuro de Ruckauf reside en esa lista de diputados. El gobernador pretende poder incorporar a varios de sus nuevos aliados y, sobre todo, definir el primer candidato. “Si a Duhalde lo acompaña Giannettasio, la fórmula será ultraduhaldista. Es por ello que Ruckauf apura la definición. Cree que así podrá tener mejores chances para el armado de diputados. Pero no hay que descuidarse, Ruckauf es muy ambicioso y también peleará por el segundo lugar de senadores”, reconoció un allegado del ex mandatario.
Hasta ahora, el principal obstáculo del mandatario es el compromiso asumido por Duhalde quien le ofreció al senador Antonio Cafiero, sin posibilidades de poder renovar su banca en la Cámara alta, encabezar la lista a diputados. Ruckauf no está de acuerdo, y piensa discutir ese compromiso. Mientras tanto, Duhalde insiste en que todavía es temprano para definiciones: “Mayo es el mes para anunciar mi compañera de fórmula”, dijo días pasados.

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