Luego de casi ocho años de silencio, los que mediaron desde el
final de Guns NRoses, Axl Rose abrió la boca. La bocaza,
en rigor. El líder de Guns NRoses, cuya versión 2001
cerró el domingo, a puro hit, la tercera noche del Rock in Rio,
dialogó ayer durante dos horas con un grupo de fans. En esa charla
Axl no ahorró palabras para sus ex compañeros... y no fueron
palabras precisamente amables. Slash estaba enviciado por la heroína
y el alcohol. No le interesaba nada que hablara de felicidad o de amor,
y por eso odiaba tanto Sweet child Omine. Estaba embarcado
en una guerra de poderes con Izzy Stradlin, para tomar el poder en la
banda y destruirla, dijo el cantante, que sobre el escenario de
la Cidade do Rock afirmó que mis ex amigos hicieron todo
para que yo no estuviera aquí esta noche. Para que no quedaran
dudas sobre quién era el responsable de la disolución del
primer GNR, completó: ¿Vieron esa película,
Pulp Fiction? Bueno, en 1993 a Slash tuvieron que darle una inyección
en el corazón. Eso fue el fin. |
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