Por Raúl
Kollmann
El fantasma de la candidatura
de Mauricio Macri ya está instalado en la Capital Federal. El oficialismo,
el justicialismo y el propio Macri encargaron encuestas y todos coinciden
en que el diagnóstico inicial no es malo: el titular de Boca conseguiría
hoy algo así como el 15 por ciento de los votos. Si a ello se suma
lo que pueda cosechar una vez lanzado y campaña electoral mediante,
los más adictos a Macri no se sonrojan cuando hablan de un 30 por
ciento de los votos. Con ese guarismo quedaría bastante por debajo
de la Alianza, muy por encima de lo que últimamente está
sacando el peronismo y todo indica que le pelearía la banca de
senador a Cavallo siempre y cuando éste se presente.
Con este mapa de situación en la mano, Macri igualmente no tomó
todavía ninguna decisión: Si Chacho y Cavallo compiten,
Mauricio se baja aseguran cerca de él. Por lo cual,
la idea es, por ahora, seguir esperando los acontecimientos. Se
dice que Macri buscaría la personería jurídica de
un partido chico y ya a partir de su propia estructura, haría una
convocatoria al justicialismo y otras fuerzas.
En Punta del Este, el presidente de Boca va a la playa, participa de fiestas,
posa para las revistas, compra y vende jugadores, amarretea de cara a
futuros contratos, mira encuestas y escucha como todos Menem, Ruckauf
y compañía le doran la píldora para que sea
candidato a senador porteño, el más complicado para el PJ.
Los consultores del Gobierno dicen que puede conseguir el 10 por ciento
de los votos, pero no mucho más. Sería el prototipo
del menemismo. Va a decir que los políticos no sirven, que los
candidatos tienen que venir de afuera de la política y después
impondrá el ajuste que aplica en sus empresas, le dijo a
Página/12 un ministro visiblemente molesto.
El propio Macri no se ha auto-excluido de la carrera electoral. Al menos
hasta ahora. Encargó encuestas, no ha hecho declaraciones categóricas
bajándose y sigue escuchando como le doran la píldora: Macri
es una gran persona y un gran dirigente que quiere al justicialismo y
que está con la gente, con el pueblo, alabó Carlos
Menem desde Miami.
Los hombres cercanos a Macri y al PJ hablan de una intención de
voto inicial del 15 por ciento, con buen arraigo entre los hombres y los
jóvenes e imagen más deteriorada entre las mujeres. En este
último punto, un consultor de la Alianza con encuestas a
la vista sugiere que entre las mujeres el fútbol no
tira y hay muchas que confunden a Mauricio con el padre. Sus partidarios
creen que Macri podría trepar hasta el 30 por ciento, una cifra
exuberante si se considera que Eduardo Duhalde consiguió el 23
por ciento como candidato presidencial y en las últimas elecciones
legislativas, las de 1997, el PJ apenas alcanzó el 17 por ciento.
Aun en esa hipótesis optimista, Macri no las tiene todas consigo.
Sería muy difícil que Mauricio pueda competir con
Chacho dicen hombres cercanos al empresario. Si Chacho se
presenta, Mauricio no va. El otro adversario es Cavallo, siempre y cuando
el candidato sea el propio Mingo. En ese caso también se va a hacer
cuesta arriba. Mauricio no va a ir para perder.
Quienes conocen de cerca al presidente de Boca creen que es difícil
que se lance en esta oportunidad, pero no lo descartan. Por ahora, todos
coinciden en que va a evaluar los pasos de las otras fuerzas y las encuestas.
También aseguran que el primer movimiento consistirá en
conseguir una personería jurídica propia, de algún
partido chico, como para no quedar preso en la interna del justicialismo.
Desde su propia estructura, el empresario empezará a dialogar con
todos los sectores justicialistas y no justicialistas, tratando de conformar
su fuerza de apoyo. El objetivo, a largo plazo, es la Presidencia de la
Nación, y Macri no quiere dar pasos en falso. Se encuentra con
un panorama, por ahora,contradictorio: en este momento, existe un espacio
para una nueva candidatura de la franja justicialista, más que
nunca arranca con el antecedente de un Boca triunfante, pero el distrito
es adverso y hay dos pesos pesados en el horizonte, Chacho y Mingo. No
es un dilema fácil de resolver.
Bolocco quiere boda
rápido
Por ahora son novios, pero es probable que muy pronto dejen de
serlo. Primero fue Carlos Menem el que dio la pauta de que la boda
está próxima y Cecilia Bolocco lo confirmó
ayer: Nos casamos lo antes posible, dijo la ex Miss
Universo.
Bolocco reveló sus planes con Menem en declaraciones que
fueron reproducidas por varios diarios chilenos. A propósito
de la fecha en que se celebrará la boda, la novia comentó
que aún no lo hemos decidido, pero precisó
que se celebrará en Anillaco.
Menem ya había contado anteayer que Cecilia está
totalmente de acuerdo con la idea de que ambos se casen en
su pueblo natal de La Rioja. Los planes de la pareja consisten en
celebrar la ceremonia en la iglesia de Anillaco en la cual el ex
presidente ofició de monaguillo en más de una oportunidad.
Siempre quiero volver a mis raíces, fue la explicación
que brindó Menem al respecto.
Simplemente estoy siguiendo al hombre que amo, declaró
Bolocco a la prensa chilena acerca de su relación con Menem.
Hasta el momento todos los datos sobre la boda entre el ex presidente
y la diva chilena no eran otra cosa que rumores, que llegaron a
su máxima expresión la semana pasada cuando circuló
la versión de que se habían casado en Las Vegas. Ahora
empiezan a ser realidad.
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