Las principales cadenas de hipermercados aseguraron ayer haber retirado
de las góndolas los productos elaborados con carne vacuna procedente
de Europa, en tanto el secretario de Agricultura, Antonio Berhongaray,
informó que habían sido incautados 10 mil kilogramos de
mercadería importada en precaución frente al mal denominado
de la Vaca Loca. Las novedades se produjeron tras la decisión del
gobierno de prohibir el ingreso de alimentos importados de ese origen.
La resolución emitida por el Servicio Nacional de Salud Animal
(Senasa) señala en total a veinte países a los que afecta
la prohibición, que alcanza a alimentos importados e ingredientes
que contengan carnes, menudencias, vísceras o subproductos vacunos
y de otros rumiantes. La Administración Nacional de Alimentos (Anmat),
en tanto, informó que seguirá evaluando la probable extensión
de las restricciones de comercialización a los productos lácteos
y los productos cosméticos y medicinales que utilizan esos insumos
animales.
Carrefour, Wal Mart, Coto, Jumbo y Disco informaron que procedieron a
retirar de sus puntos de venta los productos elaborados con carne vacuna
europea e iniciaron una ronda de consulta con sus proveedores para verificar
si sus productos, aunque fueran de otro origen, no contenían materia
prima de los países incluidos en la prohibición. La resolución
de Senasa no sólo incluye a los países en los que se han
verificado casos de encefalopatía espongiforme bovina (BSE, o popularmente
vaca loca), sino a otros que pudieran verse afectados. Además
de los miembros de la Unión Europea, fueron alcanzados por la prohibición
los productos provenientes de Suiza, Rusia, Finlandia, Lituania, Omán,
Polonia y República Checa.
La inclusión o no de la leche en la prohibición de ingreso
al país generó una controversia entre distintos funcionarios
del área sanitaria del gobierno. Mientras que la directora del
Instituto Nacional de Alimentos, María Elena Laferriére,
había manifestado que no puede ingresar nada de rumiantes,
ni siquiera leche, el vicetitular del Senasa, Eduardo Greco, informó
posteriormente que ya hemos dictado una resolución que establece
las normas de incautamiento y abarca solamente las carnes y sus derivados
cárnicos, pero no la leche y sus subproductos. Berhongaray
apoyó esa tesitura, antes que Greco señalara que los
productos lácteos están considerados de bajo riesgo y no
hay criterio para modificar ese cambio de decisión, hasta ahora.
No obstante, ayer ya se observaba una retracción de los consumidores
a adquirir leches o quesos importados procedentes de Francia, Holanda
y Dinamarca.
Aunque la resolución prohibiendo el ingreso de alimentos provenientes
de Europa recién se conoció el martes, la Dirección
Nacional de Fiscalización Alimentaria ya había iniciado
los procedimientos la semana pasada en hipermercados, mientras que el
Senasa había instruido a sus inspectores para que identificaran
esos productos y los intervinieran.
El Senasa precisó que la prohibición de ingreso de alimentos
de origen europeo es transitoria y con carácter de
emergencia. La decisión se conoció en momentos
en que los consumidores europeos expresan temores ante la posibilidad
de que la BSE pueda contagiarse a través de otros alimentos derivados
de la producción bovina, como los lácteos, subproductos
o relleno de pastas. El Senasa aclaró, sin embargo, que habían
quedado exceptuados de la prohibición las gelatinas de cuero,
grasas fundidas y los lácteos, a pesar de las drásticas
medidas que ya están adoptando con estos últimos productos
los consumidores europeos.
Por otra parte, trascendió ayer que el gobierno podría disponer
el cierre de las fronteras con Brasil para impedir el ingreso de ovinos
y productos de la especie obtenidos en el país vecino, donde se
detectaron brotes de la enfermedad scaprie, que ataca a las
ovejas y que presenta sintomatología similar a la del mal
de las vacas locas. Voceros del Senasa aseguraron que se había
confirmado la presencia de esos focos virósicos en el estado brasileño
de Paraná, así como que se adoptarían medidas
sobre el tema en las próximas horas.
¿Qué
pasará con el consumidor ?
|
Víctor Machinea.
Titular Senasa
Sin riesgos
Todo producto de origen de cerdo o de aves no tiene ningún
riesgo. El único riesgo que puede haber es de origen vacuno
europeo. También todo lo que es lácteo no corre riesgo.
O sea, que tiene que ser carne o subproducto de la carne. Por ejemplo,
salchichas alemanas. No existen cortes de carne europeos en góndolas
de supermercados argentinos. Sí hay subproductos lácteos,
como quesos, pero no hay riesgo. Está demostrado científicamente
que no hay riesgo en la ingesta de cualquier producto o subproducto
lácteo. O sea, el chocolate puede tener lácteo dentro
de su fórmula, pero no contagia.
Alvarez Gaiani.
Presidente de Copal
Con rapidez
Debemos felicitar al Gobierno y a las autoridades responsables
porque han reaccionado con la celeridad y la manera correcta. Indudablemente,
el mal de la vaca loca se va a notar en las góndolas de los
supermercados. Pero tengamos en cuenta que estamos hablando de productos
importados destinados al espectro de consumo ABC1. Creo que, además
de dar seguridad absoluta al consumo de la población, esas
restricciones ayudarán a una mayor participación en
el mercado de productos argentinos. En el Senasa están bajo
observación, además, chocolates y quesos.
|
DE
RESCISION DEL CONTRATO A UN PROTOCOLO PUBLICO
Ruckauf hizo agua con Azurix
Por Raúl
Dellatorre
La reunión había
sido convocada para acordar posturas en torno a la rescisión del
contrato de provisión de agua y servicio de cloacas de Azurix con
el gobierno bonaerense. Sin embargo, Julián Domínguez, ministro
de Obras Públicas provincial, sorprendió a los legisladores
de la Alianza que habían concurrido al encuentro: la propuesta,
ahora, es reclamarle a la empresa del grupo Enron la firma de un protocolo
público en el cual se comprometa, en un año, a realizar
las obras e inversiones necesarias para resolver la emergencia. La misión
de la Legislatura bonaerense, según el planteo del gobierno provincial,
sería controlar el cumplimiento del compromiso a través
de una comisión bicameral específica para el tema. En apenas
48 horas, el gobernador Carlos Ruckauf pasó de pedir públicamente
la rescisión del contrato, convocando al efecto a una sesión
extraordinaria del Congreso provincial, a un módico reclamo de
compromiso público a Azurix. Los aliancistas, descolocados, optaron
por aceptar la propuesta.
Fuimos con la intención de apoyar la decisión de rescindir
el contrato, pero con la idea de discutir la forma, ya que entendíamos
que no hacía falta llamar a una sesión parlamentaria y el
gobierno provincial tenía facultades para decidirlo por sí,
señaló ayer un vocero de la Alianza a este diario al comentar
la actitud previa al encuentro con Domínguez. Pero nos sorprendieron:
de golpe, la rescisión desapareció del discurso oficial,
agregó.
Millones de usuarios de la capital e interior de la provincia vienen soportando,
desde hace un año y medio, un servicio deficiente, con picos de
conflicto a fines del año pasado cuando en Bahía Blanca
y otros partidos comenzó a notarse que de las canillas fluía
un líquido amarronado, por supuesto desaconsejable para el consumo
humano. Azurix ensayó diversos tipos de excusas, pero no pudo solucionar
el problema. La semana pasada reclamó por carta documento que el
gobierno realizara las obras a su cargo, sin las cuales aducían
que se le complicaba encarar las propias. En caso de no ser conformados,
amenazaron con un juicio millonario. La respuesta mediática de
Ruckauf fue amenazar con la rescisión del contrato, para lo cual
convocó, por decreto, a una sesión especial de la Legislatura.
Pero ayer el mandatario provincial volvió sobre sus pasos.
Es probable que la propuesta formulada ayer por Domínguez cierre
este capítulo del conflicto. La Alianza va a apoyar la formación
de una comisión bicameral de seguimiento si el gobernador asume
la responsabilidad de impulsar la iniciativa, porque tampoco queremos
que nos carguen el haber demorado la solución del problema,
señaló el vocero del sector a Página/12.
Un alto funcionario del Gobierno nacional comentó ayer a este diario
que el planteo de la rescisión que lanzó Ruckauf es
un arma de doble filo, porque por un lado buscó un alto impacto
electoralista, pero por otro pone en evidencia que la privatización
realizada por su antecesor y probable candidato a senador, Eduardo Duhalde,
fue un cachivache. Agregó que la marcha atrás decidida
ayer deja en evidencia que no había una alternativa clara
de resolver el tema, o la que tenía Ruckauf no le salió,
pero dejó expuesta a la concesionaria como una empresa insolvente
y queda pendiente saber quién se hace cargo de haberse mandado
la macana con este contrato.
|