Por David Cufré
Dos días después
que Página/12 revelara las escandalosas maniobras en la adjudicación
de registros del automotor a familiares y amigos de políticos,
el Ministerio de Justicia encomendó en forma urgente
a la Oficina Anticorrupción que investigara el tema. El pedido
se produjo el 10 del corriente y la respuesta del director de investigaciones
del organismo, Manuel Garrido, demoró apenas cinco días.
En tan corto lapso pudo comprobar que prima facie se cometieron
numerosos ilícitos en una serie de nombramientos de titulares de
registros. Se trata de quince designaciones, ocurridas entre noviembre
y diciembre de 1999, dispuestas por el entonces ministro de Justicia,
Raúl Granillo Ocampo. El actual titular de esa cartera, Jorge de
la Rúa, informó ayer que en función del dictamen
de la OA resolvió suspender por 90 días aquellas adjudicaciones
ratificando una decisión previa de su antecesor, Ricardo
Gil Lavedra y solicitar a la Justicia que tome los antecedentes
del caso para llevar adelante acciones penales, que podrían comprometer
seriamente a Granillo Ocampo.
Garrido hizo un análisis detallado de las irregularidades detectadas
en cada una de aquellas 15 designaciones. Todos los casos son sorprendentes,
pero hay uno que supera a los demás. Se trata del registro que
se concedió a Eugenia Sacco. Este expediente se inició
el 6 de diciembre de 1999 y el registro se asignó el 9 de diciembre,
el último día de mandato de Menem. A pesar de lo turbio
del caso, Garrido revela que en el expediente de Sacco figura una
nota del senador nacional Alberto Tell su cónyuge del
4 de abril de 2000, urgiendo al ministro de Justicia a poner en funcionamiento
el registro creado, aunque sin mencionar las razones de su interés
en el tema. Como es obvio, el senador justicialista uno de
los involucrados en la causa de los supuestos sobornos en la Cámara
alta para la aprobación de la reforma laboral estaba especialmente
interesado en que su esposa obtuviera la titularidad del registro, ya
que es un negocio para algunos sumamente rentable.
Otra perlita que denunció Garrido para recomendar la no asignación
de las 15 dependencias es la siguiente: a dos de los candidatos se los
examinó el mismo día, a la misma hora, por los
mismos evaluadores, sólo que a uno en Reconquista 1032 y a otro
en San José 352. Es decir, a 30 cuadras de distancia.
El evidente cambio de postura de De la Rúa en torno al tema abre
una puerta para que finalmente el Gobierno vaya a fondo con la eliminación
de un sistema plagado de irregularidades, que funcionó y
funciona, mientras no se corrijan decisiones de la administración
menemista como una forma de enriquecimiento de políticos
y otras personas influyentes, como jueces y militares. Los beneficiarios
son especialmente de la primera línea del menemismo, pero también
de otras líneas del PJ, del radicalismo y del Frepaso (ver aparte).
El cambio de actitud del ministro de Justicia se aprecia en que desde
que asumió ese cargo jamás se ocupó del tema. De
hecho, las designaciones que ahora ordenó suspender fueron autorizadas
semanas atrás y algunos de los registros ya habían comenzado
a funcionar.
De la Rúa también demostró mayor interés al
convocar a Susana Rico a su despacho. La reunión se concretó
la semana pasada, después que la auditora de la Dirección
Nacional del Registro de la Propiedad Automotor relatara a Página/12
sus desventuras tras denunciar a la Justicia los supuestos actos de corrupción
que pudo detectar. En virtud de esa denuncia, Rico vive amenazada de muerte
con un policía en la puerta de su casa. A pesar de que hace cinco
meses que soporta esa situación de máxima tensión,
y a sus reiterados pedidos de ayuda al Ministerio de Justicia, nunca hasta
ahora había conseguido que alguien la escuchara (ver aparte).
Los nombramientos de 15 nuevos titulares de registros que De la Rúa
ordenó suspender habían sido realizados cuando a Carlos
Menem le quedaban semanas e incluso un solo día en
la Casa Rosada. La investigación de Garrido es reveladora de la
increíble liviandad para designar a titulares de registros que
primó durante la administración de Menem. Durante todo su
mandato se crearon 398 delegaciones, más del doble de las que existían
antes de que asumiera el poder.
En su dictamen, Garrido menciona la inusitada rapidez con
que se resolvieron esos expedientes. En ninguno de ellos se advierte
la manera en que fue seleccionado el candidato a ocupar la vacante del
registro seccional, circunstancia que demuestra la discrecionalidad con
que fue ejercida la tarea por el entonces titular de la Dirección
Nacional, Mariano Durand, destaca Garrido. Casi ninguno de
los propuestos -continúa el director de la OA acredita experiencia
alguna en la materia. A esto se suma que sus antecedentes fueron analizados
con llamativa ligereza, ya que muchas veces se nombra a personas sin título
profesional alguno ¡incluso en algún caso sin siquiera
estudios secundarios completos! (sic) y, aquellos que aducen tenerlo,
a lo sumo acompañan y con suerte sólo una copia
simple del mismo.
Primero, la familia
La investigación de la Oficina Anticorrupción por
la entrega de 15 registros del automotor durante la etapa final
del mandato de Carlos Menem demostró la discrecionalidad
con que se elegía a los candidatos. Pero el tema no se agota
en esos casos. Dirigentes de todos los partidos, y hasta jueces
y militares, lograron que sus familiares o amigos accedieran a ese
rentable negocio, que beneficia más a unos que a otros. Son
muchos los administradores de registros que no tienen padrino político
y quedaron con las delegaciones menos redituables. Pero entre los
primeros figuran como beneficiadas las siguientes personas: la sobrina,
la hija del cocinero y una amiga de Carlos Menem; la secretaria
y el cuñado de Eduardo Menem; el cuñado de Eduardo
Duhalde; la esposa de Alberto Kohan; la cuñada de Carlos
Corach; la cuñada de Alberto Pierri; el hijo de Hugo Anzorreguy;
la hermana de Raúl Granillo Ocampo; el hermano de Rodolfo
Barra; el padre del secretario de Eduardo Bauzá; la esposa
y el hijo de César Arias; la hermana de Germán Kammerath;
la esposa de Hugo Toledo y la hermana de Julio Mera Figueroa. En
el Frepaso, la actual viceministra del Interior, Nilda Garré,
es titular de un registro, aunque ahora está en uso de licencia.
Del radicalismo se interesaron por el negocio el hijo del gobernador
de Entre Ríos, Sergio Montiel; el hijo del ex senador Adolfo
Gass, y el ex diputado Juan Manuel Moure.
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De la Rúa escuchó
a Rico
Susana Rico, auditora de la Dirección Nacional del Registro
de la Propiedad Automotor, fue una de las primeras en denunciar
las maniobras supuestamente ilícitas que detectó en
el organismo. Primero se presentó ante la Oficina Anticorrupción
y luego, cuando el caso fue elevado a la Justicia, declaró
ante el juez federal Gabriel Cavallo. Lo que nunca imaginó
es que esa actitud le cambiaría radicalmente la vida. Desde
un primer momento empezó a recibir amenazas de muerte y hasta
el coche de su custodia fue violentado. La única respuesta
que recibió del Ministerio de Justicia fue que se quedara
en su casa, ya que no podía garantizar su seguridad. Rico
soporta esa situación desde hace cinco meses, pero la semana
pasada luego de que Página/12 publicara su historia
fue convocada por Jorge de la Rúa a su despacho. El ministro
se mostró sorprendido por el detallado informe que hizo la
auditora y prometió tomar cartas en el asunto. Ayer dictaminó
la suspensión de 15 nombramientos de titulares de registros,
que habían sido dispuestos al final del gobierno de Carlos
Menem. Una de esas designaciones beneficiaba a Eugenia Sacco, esposa
del senador justicialista Alberto Tell, quien estuvo seriamente
involucrado en el escándalo de los supuestos sobornos en
la Cámara Alta. Antes de que lo imputaran por esa causa,
el senador había reclamado por nota al ministro de Justicia
que se aprobara la concesión del registro a su esposa.
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