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Bajó el telón de Homero Cárpena

Fue director, actor prolífico, letrista de tangos y figura clave de una familia de gente de la escena. Murió en Mar del Plata, a los 90 años.

Cárpena actuó en 150 películas, incluyendo varias con Luis Sandrini.
En los últimos años dirigió la Casa del Teatro de Buenos Aires.

El actor y director teatral Homero Cárpena, quien trabajó intensamente en el cine, las tablas, la televisión y hasta en la música popular, murió el miércoles por la noche a los 90 años en Mar del Plata, su ciudad natal, víctima de un paro cardiorrespiratorio. El legendario intérprete murió en su domicilio de Mar del Plata, y sus restos fueron velados en la Casa Piovano e inhumados en el cementerio La Loma, en el barrio de Playa Grande. Cárpena, oriundo de esa ciudad balnearia, había nacido el 14 de febrero de 1910: padre de Nora y Claudia Cárpena, el artista heredó su inclinación por las tablas de su padre, el también actor Francisco Cárpena, quien fue un precursor de los cuadros vocacionales de Mar del Plata y lo incitó a hacer sus primeras armas.
Cárpena tuvo la primera oportunidad profesional cuando, a los 17 años, trabajando en el telégrafo del ferrocarril de Mar del Plata, conoció a José Paonessa, actor y director de una compañía, quien le dio la posibilidad de participar del grupo teatral que comandaba. Integrando esa agrupación pionera del teatro marplatense llevó a distintas escenarios del país el cuadro Belisario Roldán, en el marco de una gira que se frustró en San Luis, donde el grupo no tuvo mucho éxito: algo desengañado por el fracaso, Cárpena regresó a su ciudad natal y allí integró elencos de sainete, un género que el actor defendió durante muchos años. En 1928 decidió probar suerte en Buenos Aires, y con la ambición de trabajar en teatro pudo armar su propia compañía con la obra Juancito de la Ribera, de Alberto Vaccarezza.
Su trayectoria estuvo caracterizada por un trabajo intenso e innumerables éxitos, al tiempo que se destacó entre los más firmes defensores de los autores de la dramaturgia argentina. De larga y prolífica carrera, hasta hace un par de años dirigía la Casa del Teatro de Buenos Aires, y realizaba intensas campañas por lograr padrinazgos para apoyar a actores sin recursos para sostenerse. Desde su debut en Los tres berretines trabajó en más de 150 películas, algunas de las cuales hicieron historia en el cine nacional, como Los caranchos de la Florida, El cura gaucho, Prisioneros de la tierra, Chingolo, Tres hombres de río y El tambor de Tacuarí. Cuando filmó Apenas un delincuente, con Jorge Salcedo, llegó a trabar relación con un asesino que había matado a toda su familia, llamado Ladrón de Guevara, y con dos integrantes de la banda mafiosa de Chicho el Grande, que cumplían condena en la desaparecida Penitenciaría Nacional de Coronel Díaz y Las Heras, donde se filmaron casi todas las escenas. Ya en la década del 70 participó en varios films protagonizados por Luis Sandrini, como El profesor hippie, El profesor patagónico y El profesor tirabombas. Además de su carrera actoral, Cárpena se hizo conocido a través del tango, como autor de las letras de “El cielo en las manos”, “Camino Gris”, “Trenzas de ocho”, “Del tiempo de Gardel” y “Qué lejos mi Buenos Aires”.

 

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