Por Martín Pérez
Lo peor ya parece haber pasado.
Después de un intrigante comienzo de temporada, cuando no se dejaba
de recordar tanto la crisis argentina como la diferencia abismal de precios
con Brasil, con el final de la primera quincena de enero Punta del Este
terminó aliviada. Por lo menos empatamos el año pasado,
dicen los comerciantes del lugar, y ellos saben por qué festejan.
Es que Punta sigue siendo Punta. Ni más ni menos. Y, tal como lo
vino haciendo en los últimos tres años, el gran balneario
internacional uruguayo también tendrá su Festival Internacional
de Cine.
Mucho más humilde que los que se suelen ver del otro lado del río.
Y con mucho carácter estival, es cierto. Pero, sin embargo, con
el correr de los años y la confirmación anual de sus intenciones,
Europa, un cine de Punta terminó de formalizar auspicios locales
y acuerdos artísticos internacionales que le permiten asegurar
una saludable oferta cinematográfica. Que tiene sus altibajos año
a año, es cierto. Pero que siempre tiene algo para el interés
tanto del cinéfilo de paladar exquisito como para el generoso buscador
de algo más que el cine de Hollywood que como ya es tradicional
se suele estrenar en Punta del Este muchas veces antes que Montevideo
o Buenos Aires.
Sin dudas, las dos grandes atracciones cinéfilas de la edición
de este año del Festival esteño dirigido, como siempre,
por el argentino Carlos Morelli son los nuevos films del asiático
Wong Kar Wai y el español Alex De La Iglesia. El anuncio de que
la cuarta edición de Europa, un cine de Punta que comenzó
ayer y termina el miércoles próximo e incluye en su
programación tanto In the mood of love como La comunidad, es de
esos que justifican por sí solo el pasaje (la primera se exhibe
este domingo, mientras que la segunda cierra el festival). Aún
cuando la película de Wong premiada el año pasado
en Cannes ya tenga su estreno porteño asegurado y la de De
La Iglesia (cuyo último film se estrenó con dos años
de atraso en Buenos Aires) es de esperar que también sea estrenada
a la brevedad, por lo menos por el protagónico de Carmen Maura,
que por este papel ganó el premio a la mejor actriz en San Sebastián.
Nacido en Hong Kong, Wong Kar Wai es para muchos el director más
europeo del industrial cine de la ex colonia británica en China.
Sus primeros films en ser conocidos en los festivales europeos, precisamente,
recuerdan claramente el romanticismo y la ruptura del primer Godard, por
ejemplo. Si su cine es importante también en Argentina es porque
Wong filmó aquí su última obra maestra, Happy together,
en la que captó la melancolía porteña mejor que muchos
cineastas locales. In the mood of love traducida como Con ánimo
de amar es su primer film desde entonces. La comunidad, por otra
parte, es la película con la que el rebelde Alex De La Iglesia
sigue su crecimiento como cineasta luego de la recién estrenada
en Buenos Aires Muertos de risa. Además de ser éxito de
taquilla en España fue la película que más
recaudó el año pasado, La comunidad fue críticamente
elogiada, y es un film con el que De La Iglesia le rinde un claro homenaje
a aquella dupla integrada por sus admirados Berlanga y Ferreri.
Claro que Europa, un cine de punta no es sólo Wong Kar Wai y De
La Iglesia. También está el francés Oliver Assayas,
cuyo Fines de agosto, comienzos de septiembre sorprendió en el
primer Festival porteño, y aquí se presenta su última
obra: Los destinos sentimentales, con Emmanuelle Beart e Isabelle Huppert.
El cine de Cannes también trae a Punta del Este el último
film del ascendente Mathieu Kassovitz (que sorprendió con El odio):
Los ríos color púrpura, con Jean Reno y Dominique Sanda.
Y una curiosidad es la ópera prima de la actriz portuguesa María
de Medeiros, presentada en el último Cannes: Capitanes de Abril.
Si la película de Wong Kar Wai forma parte de una nueva sección
del Festival llamada La mirada oriental, la cuarta edición
del evento esteño también presenta una dedicada al cine
de esta orilla, bautizada Saludo al cine argentino. El film
que la inaugurará es Las aventuras de Dios, el nuevo opus de Eliseo
Subiela. Entre los films que se presentarán en Punta del Este también
figuran dos conocidos por los asistentes a los festivales de Mar del Plata:
la irritable El dulce rumor de la vida, de Giuseppe Bertolucci (que se
llevó un inmerecido premio a la mejor dirección en la edición
de 1999), y la recomendable Pequeño Tony, del holandés Alex
Van Warmerdam, que se fue con las manos vacías en 1998.
En el rubro sorpresas también figura el poético Brillo de
luna, el film de Bakhtiar Khudojnazarov que ganó el premio del
público en Venecia, entre otros. Y cuya lista de coproducción
parece un comisión de las Naciones Unidas: Alemania, Austria, Rusia,
Suiza, Francia y Tadjukistán. Otros estrenos de Punta del Este
son Plenilunio (el último de Imanol Uribe, con Miguel Angel Solá,
Juan Diego Botto y Charo López), Una historia de entonces (de José
Luis Garci, que fue nominada por España para competir por el Oscar
) y El celo (una coproducción entre España y Estados Unidos,
dirigida por Antoni Aloy y protagonizada por Sadie Frosto, Lauren Bacall
y Harvey Keitel). Los films homenajeados serán Sacco y Vanzetti,
en el trigésimo aniversario de su rodaje, y Volver a empezar, el
film de Garci que ganó para España el Oscar en 1983, que
se exhibe en tributo a su fallecido protagonista Antonio Ferrandis.
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