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EL GOBIERNO VOLVIO A LANZAR AYER EL PROGRAMA DE OBRAS PUBLICAS
Esta vez parece que va en serio

El varias veces anunciado Plan de Infraestructura, creación del ex ministro Nicolás Gallo, fue presentado nuevamente por el flamante secretario Aníbal Rothamel. Prometen obras en total por 11 mil millones.

El presidente Fernando de la Rúa escuchando al secretario de Obras Públicas, Aníbal Rothamel.

Por David Cufré

Nada mejor para un gobierno que pretende mostrar un renovado impulso a su gestión que anunciar un megaplán de obras públicas. Así lo hizo ayer el secretario del área, Aníbal Rothamel, durante el masivo encuentro de funcionarios en la Quinta de Olivos. En rigor, el informe que presentó a Fernando de la Rúa tuvo poco de novedoso, ya que desde hace meses el Gobierno publicita la futura implementación de las mismas obras. Pero ahora parece haber quedado todo listo para que el Plan Federal de Infraestructura finalmente se ponga en marcha.
El programa engloba bajo esa denominación distintas vías de financiamiento. En conjunto, entre inversión privada, obra pública tradicional –es decir, con recursos del Estado que figuran en el presupuesto nacional– y el nuevo sistema de concesión a privados, en 2001 se destinarán 11.095 millones de pesos a la realización de obras, un 32 por ciento más que el año pasado.
José Luis Machinea enfatiza que ese flujo de inversiones provocará un sólido repunte de la industria de la construcción y apuntalará el crecimiento de la economía en su conjunto. Entusiasmado, Rothamel aseguró que en 2001 el programa generará 510 mil empleos, aunque otros cálculos de Economía señalan que hacia fin de año, en el momento de mayor ejecución de obras, habrá 400 mil nuevos puestos de trabajo. El plan será por cinco años, aunque hasta el momento sólo se proyectaron las inversiones hasta 2003. El año que viene se destinarán 11.189 millones de pesos, y el siguiente, 11.110 millones.
A fin de mes o principios de febrero el Gobierno licitará el primer tramo de obras. Se trata de 26 proyectos, por 1062 millones de pesos, distribuidos en 22 provincias. Los trabajos estarán concentrados en ampliación de redes viales y aprovechamiento de recursos hídricos. Del primer grupo, las obras más importantes serán en Formosa y Salta (construcción de tramos de la ruta nacional 81), Río Negro (ruta nacional 23), Tucumán (ruta nacional 38), Córdoba (ruta nacional 158 y tramo Armstrong-Villa María de la Autopista a Rosario) y Chaco (ruta provincial 34). Por otra parte, se licitarán obras hídricas en siete provincias. En Jujuy habrá trabajos para saneamiento de manantiales; en Santiago del Estero para provisión de agua potable; en Neuquén para provisión de agua potable y cloacas; en La Rioja para riego; y en La Pampa para atenuación de inundaciones.
Junto al Plan de Infraestructura, el Gobierno relanzó el de Viviendas, que fue anunciado el año pasado pero nunca se puso en funcionamiento. El objetivo para este año es edificar 25 mil casas, que se sumarán a las 50 mil pautadas por el Fonavi. El programa arrancará en los próximos días con la construcción de 5 mil viviendas en Misiones, Chaco, Jujuy, Chubut y Mendoza. Los interesados en adquirir estas propiedades económicas pagarán cuotas fijas de 160 pesos durante 20 años.
El financiamiento estará a cargo de un grupo de bancos y los institutos de vivienda provinciales. Los bancos Nación, Ciudad de Buenos Aires, Galicia, Macro y Comafi otorgarán créditos hipotecarios a tasas de entre el 11 y el 12 por ciento anual. A su vez, los institutos de vivienda subsidiarán a los beneficiarios del programa el 50 por ciento de la tasa, con recursos extraídos del Fonavi.
En su informe, Rothamel explicó el funcionamiento del Plan de Infraestructura. Por un lado, habrá inversiones exclusivas del sector privado, a través del mecanismo de concesiones o privatizaciones, que serán repagadas por los usuarios. Por esta vía se canalizará el 59,5 por ciento de las obras previstas para este año. Es decir, más de la mitad del plan correrá exclusivamente por cuenta del sector privado y su costo recaerá tarde o temprano sobre los usuarios. Por otro lado, la Nación y las provincias destinarán 4112 millones (el 25,7 por ciento) de recursos propios. Y sólo 1500 millones (el 14,8 por ciento) serán invertidos bajo el nuevo sistema de inversiones de privados que el Estado repagará cuandolos trabajos estén concluidos. Finalmente, la Nación y las provincias destinarán 941 millones en 2001 al Plan de Viviendas.

 

El círculo virtuoso

“Este año tenemos la oportunidad de recrear el círculo virtuoso”, dijo ayer Mario Vicens al cierre de su exposición en la quinta de Olivos. El viceministro de Economía reemplazó a José Luis Machinea –de viaje para publicitar las ventajas del blindaje financiero– en la tarea de explicar al gabinete la estrategia del Palacio de Hacienda para 2001. Al igual que el año pasado, esa estrategia pasará por enviar señales de ortodoxia a los mercados para captar inversiones, confiando en que ello inyectará oxígeno a la economía y traerá más consumo y producción. Economía espera que haya un masivo ingreso de capitales y retrocedan las tasas de interés. De ese modo, se ingresaría en el remanido “círculo virtuoso” de expansión económica. Vicens tuvo que reconocer que el mismo plan no dio los resultados esperados en el 2000. Sin embargo, insistió en que “aun cuando el éxito de los esfuerzos puntuales fue afectado por la desfavorable situación económica general, el año terminó con una perspectiva mucho más favorable para el 2001”. El mejor panorama, de acuerdo con la visión del funcionario, radica en que el Gobierno demostró a los inversores su voluntad por equilibrar las cuentas públicas –a través del Pacto Fiscal con las provincias, la reforma tributaria de diciembre del ‘99, el recorte de salarios a empleados públicos y la reforma previsional– y eso empezará a rendir sus frutos. De hecho, dijo que “el blindaje es el reconocimiento de ese compromiso”. Finalmente destacó que “el escenario internacional favorable”, con baja de tasas internacionales y aumento de precios de las commodities, potenciará el crecimiento.

 

¿El Plan de obras es el retorno de Keynes?

Orlando Ferreres, consultor
“Es válido”

“A pesar de que éste es un momento donde no existen recursos públicos excedentes, el plan de obras públicas encaradas por el Gobierno es muy válido. Ayudará a motorizar la economía, aunque no es determinante. Pero si sumamos esta iniciativa al hecho de que en el corto plazo empezarán a ponerse en marcha varios proyectos de plantas químicas y alimentarias, concluimos en que toda mano que se le tienda a la economía es bienvenida. No hay que olvidar que en la última década, el Estado se dedicó a endeudarse casi exclusivamente para pagar los sueldos de los agentes públicos. Es muy importante que el Estado se haga cargo de las inversiones que los privados no tienen en cuenta, como es el caso de las obras hídricas.”

Leonardo Bleger, Credicoop
“Limitaciones”

“No coincido con quienes critican al plan porque, supuestamente, compromete el gasto público. Por el contrario, la iniciativa revela las limitaciones del Estado para hacerse cargo de obras públicas esenciales (hídricas y viales) que no interesan al sector privado. En los últimos años, la inversión pública cayó a valores insignificantes y la mayor parte del gasto se dedicó a pagar intereses de la deuda y cubrir al sistema previsional. El Gobierno debería profundizar este tipo de iniciativas, en la medida en que se luche en forma efectiva contra la evasión impositiva en los sectores de ingresos más altos, se eliminen las exenciones en Ganancias y se promueva un gasto más eficiente de los fondos públicos.”

Aldo Abram, de Exante
“Es atractivo”

“Durante muchos años las inversiones en obras de infraestructura fueron tomadas como una variable fiscal. Y esta decisión implicó que no hubiera fondos para nuevas obras. Si el Gobierno invierte de una manera eficiente en las iniciativas, sin dudas éstas generarán una ganancia para la economía. De ser así, no hay dudas de que se debe seguir avanzando en este tipo de proyectos porque es una muy buena manera de hacer más eficiente a la economía y sirve para generar puestos de trabajo. Por otra parte, es muy atractivo el hecho de que se haya elegido el sistema europeo para costear las obras. Es decir, que el Estado no pague en efectivo las construcciones sino que abone por el servicio, una vez que las obras estén terminadas.”

 

DE LA AFIP Y DE LA SECRETARIA PYME
Los planes para el 2001

En el desfile de funcionarios por la Quinta de Olivos, los titulares de la AFIP, Héctor Rodríguez, y de la secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa, Enrique Martínez, tuvieron la oportunidad de dar sus informes sobre el trabajo proyectado para 2001. Como en la mayoría de los casos, fueron largas exposiciones con gran cantidad de medidas puntuales que planean llevar a la práctica, aunque muchas de ellas ya fueron anunciadas en el pasado y todavía no se implementan. Por caso, Rodríguez señaló que antes del 15 de febrero se pondrá en marcha un “plan estratégico para reducir la evasión y el contrabando”, objetivos largamente pregonados durante el 2000.
Pero el objetivo de la megarreunión en Olivos fue mostrar un Gobierno activo, y los funcionarios se esforzaron por cumplir ese papel. Rodríguez sostuvo que el plan para combatir la evasión “tendrá tiempos concretos de ejecución y responsables de los objetivos a cumplir”. También puntualizó que es un programa a tres años, que “cobrará mayor impulso a partir de que se concrete el intercambio de datos entre la Nación y las provincias”. En ese sentido, señaló que el Pacto Fiscal con las provincias “tuvo algunas medidas revolucionarias en materia impositiva, como que tanto la Nación como las direcciones de Rentas de los distritos del interior utilicen el mismo lenguaje (informático) para sus registros”. “Esto permitirá agilizar la fiscalización, porque sin información muchas reformas tributarias pueden derivar en abstracto”, indicó.
Por su parte, Martínez estableció como objetivos prioritarios de la Secretaría Pyme para 2001 facilitar el acceso al crédito del sector e instrumentar programas de estímulo a las exportaciones. También dijo que se articulará una red nacional de oficinas de empleo dirigidas a la capacitación local y regional, y se tenderá a la regularización de la propiedad de las tierras productivas para que sus ocupantes puedan ser sujetos de crédito.

 

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