Por Fernando Almirón
El gobernador Carlos Ruckauf
despidió ayer sorpresivamente a Alieto Guadagni, el hombre al que
le había confiado un fondo de mil millones de pesos para llevar
adelante el Plan de Infraestructura en la provincia. La decisión
fue anunciada por el ministro de Obras y Servicios Públicos, Julián
Domínguez, quien señaló que fue adoptada ante
la ausencia de Guadagni del país sin la autorización del
gobernador, y pese a la urgencia de poner en marcha el Plan de Infraestructura
de la provincia, que genera miles de puestos de trabajo. Pero
si yo avisé que me ausentaría del país para dar una
seminario sobre Mercosur, le aseguró, sorprendido, a sus
amigos el ahora ex funcionario desde Madrid.
El despido de Guadagni generó sorpresa en el medio político
provincial. Hace tiempo que no vemos echar a nadie con tanta mala
leche, aseguraban ayer funcionarios justicialistas cercanos al economista.
Las miradas apuntaron en general a la cartera de Obras Públicas,
que conduce Julián Domínguez, concretamente a uno de sus
hombres más leales: Guillermo Peralta, subsecretario de Obras Públicas.
El Consejo de Administración del Fondo Fiduciario para el desarrollo
del Plan de Infraestructura provincial estaba presidido por Guadagni,
por el Ejecutivo; Gerardo Otero por el Ministerio de Economía;
y Peralta en representación del de Obras Públicas, quien
mantenía al igual que Domínguez serias diferencias
con Guadagni en cuanto al manejo del dinero. Ayer, en la Casa de Gobierno
provincial los pocos funcionarios que quedaban dando vueltas en La Plata
especulaban con que el subsecretario está cantado para reemplazar
a Guadagni en el manejo de nada menos de mil millones de pesos en tres
años, los que serán utilizados para financiar a las empresas
constructoras que se harán cargo de las obras que, según
los cálculos del gobierno, le darían trabajo a más
de 100 mil personas.
El plan prevé la construcción de ocho alcaldías para
alojar a los presos que hoy están hacinados en las comisarías
de la Policía Bonaerense, caminos, hospitales, obras hidráulicas,
viales y escuelas por un monto inicial de 300 millones.
Ayer no se pudo ubicar al ministro Domínguez, quien inició
su fin de semana en una quinta en el partido de Chacabuco, de donde es
oriundo. Tampoco a Guadagni, que prefirió manejarse a través
de sus amigos, los que explicaron que se encontraba en Madrid para dar
un seminario sobre Mercosur en la Universidad Ortega y Gasset. Yo
avisé, dicen que decía cuando le contaron desde Buenos
Aires que había sido despedido por ausentarse sin aviso.
Su separación del cargo se difundió ayer en un escueto comunicado
de dos párrafos, difundido en la Casa de Gobierno provincial, pese
a que en noviembre, cuando lo nombró, Ruckauf había justificado
su designación con el argumento de su larguísima experiencia
como funcionario.
Guadagni se desempeñó como interventor del Consejo Federal
de Inversiones en 1966, y fue director de Segba, jefe del Centro de Investigaciones
Económicas del Instituto Torcuato Di Tella e interventor del Consejo
Nacional de Seguridad Social. Fue ministro de Economía de la provincia
de Buenos Aires, entre 1968 y 1969, y ocupó también la Secretaría
de Recursos Hídricos durante 1970 y, tres años más,
tarde la titularidad de la DGI. Durante la gestión como gobernador
del ahora senador Antonio Cafiero ejerció la jefatura el Ministerio
de Obras Públicas bonaerense, y en la última década
fue ministro de Gobierno de Eduardo Duhalde, subsecretario de Comercio,
Industria y Minería de la Nación y embajador argentino en
Brasil.
Cumbre en las sierras
Carlos Ruckauf y José Manuel de la Sota, acompañados
por su respectivas esposas, María Isabel Zapatero y Olga
Riutort, se pasearán hoy por la villa serrana de Carlos Paz
como si fueran dos parejas de amigos que están pasando sus
vacaciones tranquilamente, como unos turistas más.
Los gobernadores, que por la noche asistirán juntos a la
inauguración del clásico festival folklórico
de Cosquín, tendrán como principal tema de tratamiento
el difícil panorama en el sector automotor, que afecta especialmente
a las provincias que ellos administran, ya que son las que cuentan
con la mayor cantidad de fábricas de autos y autopartistas.
La intención de De la Sota y Ruckauf es coincidir en una
serie de propuestas para entregarle al gobierno nacional en procura
de reactivar el sector y evitar los despidos y suspensiones de trabajadores,
que tendrá como eje proponer una reducción en los
impuestos que permitiría bajar el precio de venta de los
vehículos y así incentivar la demanda interna.
De todos modos, una vez que estén solos, a puertas cerradas,
seguramente harán lo que mas les gusta, hablar sobre las
presidenciales del 2003.
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Escándalo
en puerta con Prellezo
Hubo un olvido
Por R.K.
Un verdadero escándalo
esta a punto de desatarse en torno de una apelación del caso Cabezas.
La Sala I de la Cámara de Casación rechazó el recurso
del principal acusado, Gustavo Prellezo, argumentando que no presentó
la apelación dentro de los siete de días posteriores a la
sentencia del 2 de febrero de 2000. Por esa razón, la Cámara
sostiene que el fallo de reclusión perpetua está firme.
El abogado de Gustavo Prellezo, Jorge Freire, exhibió ante Página/12
la copia de un escrito que tiene el sello de la Cámara de Apelaciones
de Dolores, la firma de la secretaria de esa Cámara y se indica
la recepción a las 9.35 horas del 3 de febrero, o sea un día
después de la sentencia.
Ese escrito aparentemente desapareció del expediente o existe algún
tipo de fraude. Las anormalidades no quedan sólo allí: el
rechazo de la apelación de Prellezo y la aceptación del
recurso de los demás condenados tiene fecha del 19 de diciembre,
pero ninguno de los letrados del caso Cabezas recibió notificación
alguna. Este diario se comunicó ayer con una fuente del Tribunal
de Casación quien explicó que hubo un olvido.
En realidad ya ha transcurrido un año desde el fallo y la idea
es que las audiencias de las apelaciones se hagan cuanto antes, ya que
de lo contrario los condenados se verán beneficiados, más
adelante, por la norma del dos por uno. Hoy por hoy, ninguno de los condenados
tiene la más mínima posibilidad de salir en libertad, ya
que el caso pese a su complejidad llegó al juicio oral
con bastante celeridad.
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