Por Romina Calderaro
Se ganó el apodo en
la secundaria. Estaba en tercer año del Vieytes, militaba en la
Federación Juvenil Comunista y, en medio de una clase, una profesora
le dijo: Usted es como la maleza, como un yuyo que hay que extirpar.
Cuando sonó el timbre del recreo, Ariel Schifrin pasó a
ser, de una vez y para siempre, el Yuyo. Dicen que es el hombre
de confianza de Aníbal Ibarra, al que conoció cuando ambos
militaban en La Fede. Cuando Ibarra asumió, Schifrin
se convirtió en el jefe del bloque de legisladores porteños
de la Alianza. Y la relación con el radicalismo porteño
no fue fácil. Hay un juego de tensión porque el Frepaso
está gobernando, reconoció a Página/12. En
diálogo con este diario, el frepasista habló de ese conflicto,
de la oposición de Gustavo Beliz que tiene una propuesta
individualista, de Carlos Chacho Alvarez y de las diferencias
entre Fernando de la Rúa y Aníbal Ibarra. Aníbal
es un progresista, y el Presidente tiene un tinte más conservador,
aseguró.
¿Es cierto que usted es el operador de Aníbal Ibarra?
No diría eso. Me tiene mucha confianza, pero yo siento que
Aníbal es un dirigente que le da todo el espacio a la iniciativa
política. Creo que, además, estamos en un momento en que
muchos cuadros del Frepaso están ocupando un lugar más activo
en la política de la ciudad.
Con el radicalismo de Capital votaron divididos la Ley de Juego.
¿Cómo es la relación con sus socios en la Alianza?
Votamos divididos, pero ganó la posición del Ejecutivo.
Hay un juego de tensión entre el radicalismo y el Frepaso en la
Legislatura porteña, pero si no hay tensión no hay coalición.
Somos dos partidos diferentes, tenemos una cultura diferente y en un momento
en el que hay una crisis terminal de la política es razonable que
tengamos soluciones diferentes. Y eso se nota porque estamos gobernando.
Si las diferencias con el radicalismo persisten, ¿podría
haber una ruptura?
Yo soy aliancista, pero de una Alianza que esté a favor de
una política de compromiso con la sociedad y de una política
transparente. Si esa es la Alianza en la ciudad, si nos acompañan
en ese camino y si esto no se transforma en un obstáculo, la Alianza
va a continuar. Insisto en que tiene que crecer. El Frepaso básicamente
es una fuerza ampliadora y crece sobre la base de la transversalidad.
Hasta hace un tiempo no lo estábamos haciendo y el radicalismo
estaba muy cómodo. Ahora hay un Frepaso muy activo en la ciudad
y entonces hay alguna rispidez. Pero este es el Frepaso. Va a ser mejor
para la Alianza que exista como fuerza y no que se subsuma en un esquema
inocuo. Creo que a nivel nacional ha pasado esto.
Este año se debe definir la ley de Comunas. ¿Se enfrentará
el Frepaso con la UCR en internas para elegir los candidatos de la Alianza?
No, porque no vamos a hacer internas para elegir esos candidatos.
Se elegirán por consenso, como corresponde a una coalición
que quiere seguir siéndolo. Discutiendo. Sería ridículo
realizar una interna porque sería dejar librada esa elección
al peso de los aparatos partidarios. Y nosotros queremos terminar con
esa manera arcaica de hacer política que, en definitiva, no representa
a nadie.
¿Hay posibilidades de ampliar la Alianza en Capital? Porque
el año pasado tuvieron buena relación con otros bloques.
Hay que seguir ampliando la Alianza en la ciudad. Actualmente hay
dos peronistas en el gabinete, seguramente hay que incorporar a más.
Y obviamente es un proceso paralelo que tiene que darse junto con la reforma
administrativa de la ciudad y con un Estado que empiece a reflejar más
los intereses de la gente y menos un lugar donde se realizan
los aparatos.
¿Con qué partidos tuvieron más sintonía?
Tenemos muy buen diálogo con distintos sectores de la oposición.
Además, creo que está en crisis la lógica oficialismo-oposición.
El que se maneja con esa lógica está fuera de la política.
¿Cómo evalúa la oposición de Gustavo
Beliz a la gestión de Ibarra?
Beliz carece de estrategia en la ciudad. Ha llegado un congénere
de él, un hombre que tiene un perfil innovador, dinámico,
que es Aníbal Ibarra, y Beliz se paró inmediatamente en
una posición clásica donde demuestra que no tiene propuesta
colectiva para la sociedad, sino una propuesta individual de ser el opositor
para algún día obtener un rédito político.
Tiene un enorme individualismo que lo convierte en el principal opositor
cuando debería ser el primero en ofrecer la mano solidaria. Sin
embargo, yo no pierdo las esperanzas de que Gustavo reflexione sobre esto.
¿Cómo evalúa la gestión de Aníbal
Ibarra?
Yo evalúo que este año se va a definir el carácter
del gobierno. Si logramos plantear un escenario electoral en la ciudad
de ampliación de la Alianza, si logramos consolidar los cuatro
o cinco objetivos urbanos estratégicos que van a ser vistos como
la obra que queda y si logramos consolidar diariamente una gestión
más ágil; este es el año decisivo. El gobierno de
la ciudad tiene que dar un salto de calidad.
El gabinete, a su entender, ¿está funcionando bien?
Siempre hay distintos niveles de eficacia y distintos conceptos
políticos, sobre todo en una coalición. Por supuesto que
en algún momento se produce un desgaste y tiene que haber un cambio.
Es un proceso natural.
Le pregunto puntualmente por Salud, Medio Ambiente y Promoción
Social, porque parecen las áreas menos dinámicas.
Nosotros tenemos que formular un cambio radical en las políticas
sociales. La exclusión social es un problema grave y se superponen
los programas de ayuda. Este es el debate que nos debemos en la Alianza;
lo está diciendo la misma Graciela Fernández Meijide. El
Frepaso está planteando reformular las políticas sociales.
Salud es otra área problemática. Pero no hay que ser injustos
porque son las dos áreas donde más se sufren la miseria,
las necesidades, la marginalidad y siempre hacen falta más recursos.
Es un problema estructural de estas áreas del Estado más
que un problema de personas. Medio Ambiente tiene menos entidad, pero
hay muchas cuestiones que van a resolverse. El problema principal tiene
que ver con la anarquía en las reglas de convivencia. Además,
los grandes contaminantes no tienen control.
¿Hasta qué punto hay margen de desarrollar una gestión
progresista en la ciudad de Buenos Aires en un momento en que la situación
nacional está tan complicada?
El producto bruto geográfico del área metropolitana
es mucho más alto que el promedio a nivel nacional. Buenos Aires
tiene las condiciones para que la política se recomponga ante los
mercados y ante la economía de mercado aun desde una gestión
urbana. Además, Aníbal es un progresista y el presidente
Fernando de la Rúa tiene un tinte más conservador. Ya hay
una diferencia en ese sentido. Los primeros pasos de Ibarra fueron de
condicionamiento, de negociación, de cierta tensión y fueron
fructíferos. Los primeros pasos de De la Rúa no fueron iguales.
Además, en la ciudad existe verdaderamente una Alianza. Hay tensión
porque está el Frepaso. A nivel nacional hay tensión política
por su ausencia. El Frepaso no está.
¿Le gustaría que Chacho Alvarez sea candidato en la
Capital?
Chacho es el jefe político del Frepaso. Está como
dirigente nacional del Frepaso en la Alianza y tiene un margen de negociación
política mucho más estrecho que el que tenemos en la ciudad,
donde el Frepaso tiene la conducción del gobierno. Desde ese lugar
me resulta difícil juzgarlo. Yo no le impondría una candidatura.
En el caso de que el candidato de Capital no sea Alvarez. ¿Ibarra
se va a sentar a discutir nombres?
Sin duda. Así como Chacho es el jefe político del
Frepaso, Ibarra es
el jefe de Gobierno de la ciudad y es el jefe político de esta
fuerza en la ciudad.
¿Tienen nombres pensados?
Hay una posibilidad de que se presente la Alianza tal cual hasta
ahora se ha manifestado en la política argentina. Ahí hay
una cantidad de nombres. Y después está la posibilidad de
ampliar la Alianza en la ciudad. Es demasiado audaz, no creo que lo logremos.
Pero tenemos una oportunidad y si no llegamos es porque este año
electoral ha llegado demasiado pronto.
Ultimamente se difundieron hechos de corrupción en la Legislatura.
¿Fueron hechos aislados o hay alguna falla del sistema de controles?
Hay que ser sinceros: siempre están dadas las condiciones
para que una persona cometa un ilícito. El tema es que haya mecanismos
de transparencia que además nos permitan detectarlos rápidamente.
Yo fui uno de los primeros en enterarme e indiqué a los funcionarios
del Frepaso que hicieran la denuncia primero que nadie, pero no quise
aprovecharlo políticamente. De todas maneras, lo más importante
en esto es que se tomaron todas las medidas: ya no se mata a la gallina
en silencio.
Muchos lo señalan como el alma mater de un proyecto Ibarra
2007 para que el jefe de Gobierno porteño sea candidato a
Presidente después de ser reelecto en la ciudad. ¿Qué
hay de cierto?
A mí me causa mucha gracia cuando me dicen eso. Es ilógico,
porque nosotros tenemos tanto trabajo y estamos tan comprometidos con
el Frepaso... Yo me siento orgulloso de ese proyecto político e
Ibarra también. Estamos construyendo eso.
¿Pero no cree que Ibarra sería un buen candidato?
Es un buen candidato siempre. Pero hay que trabajar para que le
vaya bien en la ciudad.
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