Por David Cufré
¿Cuál es
el presupuesto de la Secretaría de la Pequeña y Mediana
Empresa?
Para gastos operativos y de personal, 11 millones de pesos. Pero
además administra 18 millones para capacitación y 20 millones
para subsidiar tasas de interés a las pymes.
¿Y cuánto destina Italia, país líder
en desarrollo pyme, a la promoción del sector?
Son cifras muy superiores. Pero con toda honestidad, el tema presupuestario
no es mi prioridad. Mi prioridad es tener una política reconocida
al interior del Gobierno y válida para el sector. Si uno puede
definir qué quiere hacer y eso es admitido por el presidente de
la Nación, en un extremo, y por los empresarios, en el otro, el
presupuesto viene solo.
¿Así como se establecen metas fiscales en los acuerdos
con el FMI, el Gobierno define pautas mensurables en relación con
las pymes?
Todavía no hemos llegado a ese nivel, porque ni siquiera
figura en las estadísticas cuántas pymes hay en el país.
Es un sector sobre el que se ha hablado mucho más de lo que se
ha hecho. Por ejemplo, hoy no sabemos con certeza cuántas empresas
nacen y mueren por año.
¿Qué hará usted para no quedar como otro de
los funcionarios que pasaron por el área sin modificar esa situación?
Mi visión es que hay un horizonte positivo para las pymes
si logramos articular esfuerzos de varios ministerios. Las carteras de
Trabajo, Desarrollo Social, Interior y la Cancillería, además
de Economía, tienen que ver con las pymes. Si la Secretaría
a mi cargo logra articular los esfuerzos de todos esos ámbitos,
en realidad estará trabajando con dinero de otros, pero armonizadamente
y en busca de un objetivo común.
¿Cuándo asumió como secretario?
El 7 de noviembre.
¿Y ya empezó a coordinar los trabajos entre ministerios
o todavía está en la etapa de diagnóstico de las
tareas por hacer?
Ya comenzamos la articulación. Ningún funcionario
quiere sentirse inútil. Frente a una propuesta articuladora, todos
reaccionan positivamente. Hace 15 días organizamos un seminario
con Interior, Trabajo y Desarrollo Social. Discutimos 13 medidas inmediatas
y 19 programas permanentes. Una de las medidas inmediatas puede parecer
insólita si pensamos que forma parte de un plan para pymes: vamos
a regularizar la situación de 50 mil familias que ocupan tierras
rurales. Les daremos derecho de propiedad, por lo que automáticamente
pasarán a ser sujetos de crédito. Hace seis meses estuve
en Misiones con la conducción del Movimiento Agrario Misionero.
Me contaron que sus abogados sacan de la cárcel a una persona por
semana, porque aunque son ocupantes desde hace 80 años, es decir
por tres generaciones, cuando se enfrentan a personas que van a sacar
madera de su territorio, la policía los lleva presos. Los que explotan
la madera tienen permisos precarios, pero como ellos no tienen nada, siempre
salen perdiendo. Esa gente no es dueña de la tierra sólo
porque en 80 años nunca juntó el dinero para pagar los planos
que delimiten la zona. En este caso son 100 mil hectáreas, pero
hay 8 millones de hectáreas en todo el país con problemas
similares. Nosotros vamos a regularizar esa situación. El programa
lo ejecutarán Desarrollo Social e Interior, y es una política
pyme. Ese acuerdo no puedo calificarlo de otra manera que maravilloso.
¿Esa es la medida más innovadora que planea aplicar
este año?
La acción más innovadora será demostrarle al
sector que realmente existe un interlocutor. Mi opinión es que
la promoción de las pymes es un tema desgastado políticamente
y muy importante para Argentina. La manera de superar ese desgaste es
concretar un éxito en un tema crucial. Creo que en este momento
el tema más importante es el financiamiento. El otro gran nudo
son las falencias de control de la Aduana. Recién después
que resolvamos esos dos temas seremos creíbles.
El diagnóstico es el mismo que hicieron muchos otros que
lo antecedieron en el cargo. ¿Cuáles son las posibilidades
concretas de un secretario PYME para atacar problemas estructurales?
La Secretaría tiene pocos instrumentos propios, pero en mi
caso me han dado muchas facilidades para articular políticas con
el resto del Poder Ejecutivo. Esa es la instrucción que recibí
del Presidente y el ministro de Economía. Si nuestra filosofía
fuera decirle a una pyme capacítate y triunfarás,
el sector no tendría destino. Nuestra filosofía pasa por
trabajar con otras áreas del Gobierno y articular a las pymes entre
sí y con grandes empresas, tanto para exportar como para vender
al mercado interno. Para cada cosa tenemos un programa en marcha, pero
tienen tiempos de maduración que nos llevan al mediano plazo. Por
eso es tan importante resolver cuanto antes los temas financiero y aduanero.
¿Cómo se hará en el primer caso?
Le tenemos mucha fe al esquema que hemos pensado. Consiste en promover
Sociedades de Garantía Recíproca sectoriales y regionales.
Pero asociadas al desarrollo de Fondos Fiduciarios de Crédito con
fines específicos.
¿Cómo funcionan?
Los nombres suenan muy complejos pero los sistemas son simples.
Las SGR operan con aportes empresarios y del Estado, que conforman fondos
de garantía que pueden ser utilizados por las empresas adherentes
a la sociedad para solicitar un crédito. Los Fondos Fiduciarios
prestarán a quienes presenten certificados de garantía emitidos
por las SGR.
¿Quién pondrá el capital para los Fondos Fiduciarios?
Bancos e inversores. Pero hasta que éstos se interesen, nosotros
fijamos una alianza estratégica con el Banco de Inversión
y Comercio Exterior (BICE), que se comprometió a aportar capital.
¿Cuántas pymes podrán financiarse participando
de este sistema?
Con el BICE consideramos que podríamos atender toda la expansión
anual de crédito para las pymes, que son unos 1300 millones de
pesos. Eso alcanzaría a unas 50 mil empresas. El sistema bancario
presta actualmente 30 mil millones al sector, pero en descubierto y a
tasas insólitas, por arriba del 3 por ciento mensual. Estamos pensando
que con este sistema las pymes podrán financiarse entre el 8 y
el 12 por ciento anual.
¿Cómo será la implementación del sistema?
Hay que desarrollar las SGR y los Fondos Fiduciarios. En este momento
hay seis SGR y otras cinco en proceso de puesta en marcha, pero todas
de empresas grandes que financian a sus proveedores. Nosotros queremos
abarcar a sectores productivos completos. Aspiramos a crear este año
50 SGR que absorban el nuevo flujo de financiamiento de 1300 millones,
y con eso marcar el camino.
¿Le preocupa no poder llevar a la práctica los proyectos,
como les ha pasado a otros secretarios PYME?
Uno de los riesgos de toda política pyme es que siempre resulta
más fácil enunciarla que ejecutarla. Durante muchos años
los intentos quedaron en la enunciación. Nuestra estrategia pasa
por entender que debemos resolver problemas estructurales, pero la forma
de empezar a solucionarlos es ganándose la confianza del sector.
Y para eso hay que elegir dos o tres espacios de credibilidad. Si uno
no resuelve el tema financiero o no ejerce una acción positiva
en el tema aduanero, es difícil que le crean en lo demás,
que el empresario pyme se sienta atraído a capacitarse o a comprar
tecnología.
Los empresarios dicen que los controles aduaneros siguen fallando.
Eso es porque hay una capa de funcionarios aduaneros comprometida
con la importación irregular. El diseño de cualquier política
no puede obviar ese dato. Desde la Secretaría PYME tenemos pensados
varios planes para mejorar la competitividad del sector, tanto para exportar
como paracompetir con los productos importados. Pero es fundamental resolver
los problemas que existen en la Aduana.
¿Hay voluntad política?
El director de la AFIP está tomando algunas iniciativas,
pero el problema tiene una historia tan larga que hay demasiada gente
involucrada. Es una preocupación central del Presidente y el ministro
de Economía. Nuestra estimación es que habría que
reemplazar no menos de 700 agentes aduaneros, pero antes debemos cambiar
el mecanismo para evitar que un sistema irregular absorba a los nuevos.
¿Cuándo se hará?
Insisto, estamos trabajando y pronto habrá novedades.
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