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OPINION
Cuestión de prioridades
Por Daniel Enz *
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Ni un solo funcionario del gobierno entrerriano consideró al menos �preocupante� la intimidación al semanario. Seguramente no faltó quien pensó: �Estos son los que nos molestan. ¿Por qué tendremos que preocuparnos?�. Quizás les hubiera cambiado la cara al ver el rostro quebrado de varios de los integrantes de la redacción, cuando observaron la forma en que dejaron destrozados sus humildes escritorios y armarios de trabajo. De quienes �otra vez� nos sentimos golpeados, invadidos y hasta violados por el eterno fantasma de la impunidad.
No es la primera vez que nos ocurre. En más de 10 años pasaron demasiadas amenazas, campañas de desprestigio �muchas de ellas generadas desde los mismos despachos oficiales�, actitudes discriminatorias y reiterados golpes bajos contra el semanario por el simple hecho de ejercer la libertad de expresión, ante el abuso y la omnipotencia del poder. Esa misma libertad que defendía, alentaba y usaba �en tiempos de campaña proselitista� la gran mayoría de los hombres que hoy ocupan las oficinas públicas en encumbrados puestos. ¿O acaso el ex candidato Sergio Montiel no usó cuantas veces quiso las investigaciones periodísticas del semanario Análisis para fustigar hasta el hartazgo a la oposición?
Pero en el gobierno aún están evaluando si �fue un robo� o quizá no faltará alguna mente maquiavélica �de las que no faltan en determinados despachos� que lanzará la posibilidad de �un autoatentado�. Está visto que ninguno puede marcar distancia, diferenciar las situaciones y pensar, por un momento, que estas cosas no deben ocurrir y que, por esas casualidades, son ellos los que deben velar por los ciudadanos y no otros. Quizás no se dan cuenta de que el silencio oficial es casi tan doloroso como la presencia de estos extraños en la revista. Provoca la misma impotencia, la misma desazón.
Sucede que no estamos en tiempos de campaña, que en el gobierno tienen cosas más importantes por las cuales preocuparse y que la defensa de la libertad de expresión no está entre sus prioridades. Mientras tanto, habrá que seguir con la tarea, porque no lograrán hacernos bajar los brazos. No hay nada que ocultar en la revista y lo que se llevaron de nada les servirá. Los que se dedican a ocultar y seguir jugando con el doble discurso están del otro lado. Y, en realidad, la complicidad con los dueños de las sombras, no parece tan lejana.
* Director del semanario Análisis de Paraná, Entre Ríos. |
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