|
Por Pedro Lipcovich
 El más rioplatense de los 4699 años nuevos chinos se celebró ayer. En el chinatown de Belgrano, se cumplieron los ritos destinados a ahuyentar �al monstruo que cada fin de año se presenta ante los hombres�. Según el calendario lunar, el año que se cierra es del Dragón y el que viene es de la Serpiente. Pero el animal más importante fue ayer el León, cuya tradicional, asombrosa danza fue seguida por más de 800 personas. La ceremonia fue en cierto modo ecuménica, ya que el rito más importante lo condujo un representante de la República Oriental del Uruguay, que así, por fin, justificó su nombre.
Ayer a las 15.24, ante la Asociación Civil de los Chinos, en Arribeños 2275, se hizo oír un reguero de petardos. El estruendo, precedido desde hacía horas por el retumbar de los tambores, tenía por objeto ahuyentar a Nien, el monstruo que �según la tradición� se presenta todos los fines de año. El primer día de 4699 será en realidad el próximo miércoles, correspondiente a la luna nueva de Acuario. Pero los residentes chinos adelantaron a un día feriado la celebración que, en su país de origen, dura cuatro jornadas completas.
Desde la mañana se habían cerrado al tránsito las tres cuadras del Barrio Chino, y todos los negocios estaban abiertos de par en par. En las veredas se alineaban los puestos callejeros de comida (la auténtica, la que comen los chinos, incluyendo los exquisitos helados hechos con distintas variedades de porotos, sumergidos en almíbar y hielo molido).
�Yo hago la cola del león�, se exaltaba José Reyes antes de la Danza del León, que empezó en cuanto los petardos terminaron de ahuyentar al monstruo. Reyes es morocho y absolutamente criollo; su experiencia en artes marciales lo habilita para los sutiles movimientos del León: �Muchos orientales olvidaron esta danza; nosotros la preservamos�, sentenció Reyes.
Los leones eran dos ��porque los números pares anuncian buena fortuna�, señaló Tony Chao, delegado de la Asociación Civil de los Chinos�. Susenormes cabezas decoradas tienen ojos y orejas que, desde el interior, el danzarín-titiritero mueve mediante un sistema de piolines. El cuerpo es un vasto paño multicolor, que oculta al portador pero permite apreciar sus acciones. Las figuras de la danza trasmiten �con precisión distinta pero no inferior a la de un documental sobre el Rey de la Selva� la presencia del león.
Los leones �precedidos por un hombre con la máscara del Buda; acompañados por los grandes tambores provistos de ruedas y platillos�, recorrieron todo el Barrio Chino. Los comerciantes les entregaban sumas simbólicas ensobradas en rojo, color del augurio feliz. �En China, la de Año Nuevo es una celebración comunitaria �comentó Chao�: en cuanto Nien es ahuyentado, todo el mundo sale a la calle a festejar. Nosotros queremos que todos participen�, y, en efecto, tres de cada diez de las 800 personas que siguieron la ceremonia tenían rasgos occidentales. Uno de éstos, Federico Schkopp, de 10 años, opinó que �el año nuevo del 31 de diciembre, cada uno lo pasó en su casa, pero éste es una fiesta grande en la calle�.
La Asociación Civil de los Chinos, que reúne sólo a los de origen taiwanés, contabiliza unos 25.000 residentes en la Argentina. �En los últimos dos años la inmigración prácticamente cesó, porque la Argentina está poniendo muchas trabas para otorgar la documentación�, según Chao.
La cabeza del primer león fue un oriental... de la República Oriental del Uruguay. Gustavo Daniel Pereyra Correa, presidente de la Federación Uruguaya de Kung-Fu, explicó que �la ceremonia tiene un sentido religioso: el león era la mascota del Buda y su función en esta danza es exorcizar los lugares, quitar las malas energías�. Pereyra Correa se define como �el discípulo más avanzado de Lin-Ching-Sun, maestro de Kung-Fu antiguo. Yo estoy aquí como su espejo�.
|
