Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
ESPACIO PUBLICITARIO


SEGUN LA OIT, CONTRATAR A UNA MUJER NO RESULTA MAS CARO
El mito del costo laboral femenino

 El costo de maternidad, lactancia y guardería para las empresas en la Argentina es del 2 por ciento del sueldo mensual. La mayor parte de esos gastos corren por cuenta de la seguridad social.
Los gastos en guarderías representan el 0,8 por ciento dentro del costo suplementario total.
Algunas empresas dicen que pagan menos sueldos a las mujeres para compensar los mayores costos.

Por Mariana Carbajal

Una investigación de la Organización Internacional del Trabajo derribó un viejo mito. Para la empresas, contratar a una mujer no resulta más caro que emplear a un hombre. Al analizar cuáles son los costos reales asociados con la maternidad, la lactancia y las guarderías infantiles en la Argentina, Brasil, Chile y México, la OIT concluyó que en ninguno de los cuatro países llega a representar un 2 por ciento adicional en la remuneración bruta mensual, �lo que no significa una cifra importante�, opinó el director regional para las Américas y el Caribe de la OIT, Víctor Tokman. En la Argentina el costo extra es del 1 por ciento. El bajo costo está relacionado con que la incidencia anual de los embarazos entre las asalariadas no es elevada, por lo que tampoco lo son las licencias por maternidad ni los permisos de lactancia: apenas el 2,8 por ciento de las trabajadoras argentinas reciben anualmente licencia por maternidad.
El principal motivo para que los costos del empleador sean tan reducidos es que, en los cuatro países analizados, las prestaciones monetarias que reciben las trabajadoras durante la licencia por maternidad no son financiadas por los empleadores. En la Argentina, al igual que en Brasil y en México, ese gasto corre por cuenta de la seguridad social. Los aportes que realizan los empleadores a esa caja no guardan relación ni con el número ni con la edad de las mujeres que contratan. En Chile, en cambio, esa asignación sale directamente de las arcas del Estado.
�El mito de que emplear a mujeres es más costoso que contratar a hombres sigue vigente en la Argentina porque la gente no tiene en claro qué es la seguridad social. En general, no se sabe que esos tres meses de licencia por maternidad no los paga el empleador. Lo que recibe la mujer tiene un carácter de asignación, no de salario, lo que significa que no se computa el pago de las contribuciones patronales ni el pago de aguinaldo, por lo que la empresa puede contratar a otra persona como reemplazante sin este costo monetario adicional�, señaló a Página/12 Silvia Berger, economista y asesora del Consejo Nacional de la Mujer. Berger y el economista Héctor Szretter, asesor del Ministerio de Trabajo, realizaron el estudio para la OIT sobre la situación en el país. 
Según la investigación, estos resultados llevan a descartar que �las diferencias entre los sueldos de hombres y mujeres resultan de la necesidad de compensar el mayor costo laboral que se debe enfrentar para contratarlas�. En un estudio realizado en 1998, la OIT determinó que en América latina la mano de obra femenina percibía remuneraciones que en promedio eran 36 por ciento inferiores a las de los hombres. 
Los salarios pagados directamente por el Estado o por la seguridad social a las trabajadoras durante los períodos de licencia por maternidad tampoco significan grandes sumas. Representan el 0,7 por ciento del total percibido por la masa salarial femenina registrada en la Argentina, el 1,1 por ciento en México, el 1,68 por ciento en Chile, y el 1,73 por ciento en Brasil.
En el caso de la Argentina, igual que en el de Chile, los gastos en concepto de guarderías constituyen el componente más importante de los costos directos de contratación de las mujeres a cargo de las empresas: aquí representa el 0,8 por ciento dentro del costo suplementario total, mientras que en Chile llega al 1,3 por ciento. �Es habitual que el cuidado infantil se le compute sólo a la mujer, pero debería compartirlo el hombre también: los hijos son de ambos�, dijo a Página/12 Carmen Storani, titular del Consejo Nacional de la Mujer. En Brasil, las guarderías también significan un costo directo para el empleador. No ocurre lo mismo en México, donde el financiamiento de este derecho sigue el mismo sistema de las prestaciones médicas y pecuniarias relacionadas con la maternidad, por lo que no exigen ningún gasto para la patronal. En tanto, las atenciones médicas asociadas con la maternidad, en la Argentina, Brasil y México son cubiertas por la seguridad social. Para realizar este estudio, la OIT consideró a todas las trabajadoras asalariadas a excepción del servicio doméstico. Se analizaron solamente los costos que resultan de la aplicación de la legislación social y laboral en la materia, sin considerar otros posibles componentes o montos adicionales resultantes de los procesos de negociación colectiva, o políticas de recursos humanos desarrolladas por algunas empresas.

Una asignatura pendiente

En Argentina el derecho a una guardería para los hijos más pequeños de las trabajadoras todavía es una asignatura pendiente. En realidad, existe una ley (11.317) que establece que las empresas con más de 50 empleadas mayores de 18 años deben disponer de salas maternales. Sin embargo, como la norma nunca fue reglamentada, las compañías no están obligadas a cumplirla. La realidad es que la existencia de este tipo de facilidades para las trabajadoras madres queda librada a la voluntad de cada empleador. En algunos casos, el vacío legal está cubierto por los convenios de los sindicatos o los mismos gremios disponen de guarderías para los hijos de sus afiliadas. En otros, las empresas directamente pagan un plus por los hijos menores de 5 años.

 

PRINCIPAL