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Por Cristian Alarcón
 El desayuno de ayer en la cárcel de Devoto fue el comienzo de una huelga de hambre que a la hora de la cena se había convertido en una protesta de 950 detenidos en reclamo de una conmutación de penas del Poder Ejecutivo: la misma que obtuvieron tras 116 días los presos de La Tablada. La protesta, que al comienzo reunió sólo a 70 internos, al mediodía ya había sumado a 910, y por la noche llegó a 950. A esa hora oficialmente se admitió que en un relevamiento por todas las cárceles federales del país sólo en Neuquén se había iniciado una huelga. Por su parte, los abogados de los presos que ayer esperaban en la puerta de la cárcel aseguraron que la medida tiene el apoyo de las unidades de Rawson, Olmos, Ezeiza, Marcos Paz y La Pampa. Patricia Pérez, de la Fundación para los Presos Sociales, explicó ayer que los reclamos comenzaron en diciembre por �hacinamiento, falta de atención médica y comida�.
Ayer, cuando bien temprano se abrió el desayuno para los 1737 presos de Devoto, una cárcel perimida y próxima a ser trasladada, como ya ocurrió con la de Caseros, setenta hombres se negaron a recibir el alimento. El día anterior, y en realidad desde comienzo de diciembre, se había discutido la consigna con que sorprenderían al Ministerio de Justicia: conmutación de penas e igualdad ante la ley. Mirando el caso de los presos de La Tablada, los presos sociales imaginaron una salida propia hacia un acortamiento de las condenas. �Nosotros recibimos el petitorio pero en ningún caso se ha abierto una negociación porque es imposible hacerlo �le dijo anoche a Página/12 Alvaro Ruiz Moreno, el nuevo subsecretario de Políticas Penitenciarias�. En el caso Tablada no se dio conmutación de pena a ninguna persona que haya gozado de la segunda instancia de juicio. Y en este caso todos los detenidos del país tienen garantizada esa posibilidad, que es la que estipula el Pacto de San José de Costa Rica.�
El de ayer fue un día de reuniones en los pabellones más poblados de la cárcel. Los primeros en acordar la participación en la huelga fueron los alojados en el 5, 7 y 8 de la Planta 2 y los ocupantes de los pabellones 11 y 12 de la planta 3. Así fue que al mediodía, con el almuerzo, 910 detenidos se negaron a ingerir alimentos. A media tarde, el ministro de Justicia, Jorge de la Rúa, comisionó al subsecretario de Política Penitenciaria, Ruiz Moreno, para que se trasladara junto al director Nacional del Servicio Penitenciario Federal, Juan Develluk, hacia el lugar a entrevistarse con los presos y retirar el petitorio acordado.
Esa reunión se concretó pasado el horario de la cena. Para las 20 de ayer eran 950 personas las que se negaban a comer. Veinte de ellos, supuestamente representantes de los pabellones organizados mediante sistemas de delegados, se entrevistaron con Ruiz Moreno, acompañados de las autoridades de Devoto y del titular del SPF, Develluk. �Ellos plantearon que efectivamente quieren las conmutaciones y lo más importante es que han expresado su expresa intención de desarrollar este reclamo de manera pacífica�, contó Ruiz Moreno. El funcionario, por su lado, se limitó a trasmitir las dos directivas que recibió del ministro De la Rúa: el resguardo y mantenimiento del orden y la obligación del Estado de resguardar la integridad física de los propios internos con controles diarios sobre la salud de los huelguistas, que serán revisados cada mañana. Los detenidos comunicaron a su vez que entregarán a sus familiares la comida que ingresaron las últimas semanas para que sea donada a los damnificados del último temporal en la ciudad de Guernica.
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