Por Maximiliano
Montenegro
No podemos salir a venderle
al mundo los salarios que tienen los países asiáticos o
que tiene China, porque sino Argentina no cierra socialmente.
Así, Carlos Chacho Alvarez criticó que el ministro
de Economía, José Luis Machinea, hubiera utilizado los datos
sobre la caída del salario real en un documento oficial para promocionar
ante financistas extranjeros los beneficios de invertir en Argentina,
una economía flexible para bajar costos. Tras el embate
del ex vicepresidente, Machinea pretendió negar que hubiera tentado
a los inversores hablando de la baja del salario real y aseguró
que el informe se refiere al costo salarial, que está básicamente
influido por las reducciones impositivas. Sin embargo, el jefe de
asesores del ministro, Pablo Gerchunoff, enfrentó el problema:
el documento se refiere al salario real, no a los costos salariales,
admitió a Página/12. Y agregó: Lo que se describe
ahí es la realidad. Para ganar competitividad se ha recorrido el
camino más penoso, que no es el que nos gusta, es un camino que
queremos cambiar. Pero no podemos dejar de describirlo, afirmó.
Este diario publicó ayer que, según un documento distribuido
por Machinea a inversores en su reciente gira por Europa y Estados Unidos,
el salario real de aquellos que trabajan en negro, casi la mitad de los
asalariados, cayó 12 por ciento desde octubre del 99, mientras
que para los trabajadores registrados o en blanco la merma fue del 6 por
ciento.
El salario real surge de descontar a los salarios nominales la evolución
de la inflación y, por lo tanto, es la mejor forma de medir el
poder de compra de los salarios. Si, como ocurrió el año
pasado, los precios bajan, que caiga el salario real significa que el
sueldos bajaron más que los precios.
Comparado con el año 1994, que el Ministerio de Economía
toma como base, el agujero en los bolsillos es aún mayor: en promedio,
los salarios en negro cayeron un 25 por ciento y los sueldos en blanco
un 16 por ciento.
El informe (titulado Argentina: el camino de las Reformas para Impulsar
el Crecimiento) utilizaba esas cifras para demostrar que la
economía argentina es flexible. Y que puede corregir sus
problemas de competitividad reduciendo los salarios aún más
que los precios, de modo de mejorar los costos en dólares de los
empresarios sin devaluar. Más aún, el lunes, en una ronda
con periodistas, un auditorio muy distinto al de los inversores, Machinea
había dicho que los salarios reales deben haberse mantenido
estables o aumentado levemente, sin aportar datos concretos como
sí figuran en la presentación oficial de Economía
que recorrió el mundo.
Ayer mismo, Alvarez no dudó en volver a disparar contra el Ministerio
de Economía, tras algunas semanas de calma en su ambigua relación
con Machinea. Dijo que no podemos salir a venderle al mundo los
salarios que tienen los países asiáticos. Y expresó
que tenemos que trabajar sobre sectores competitivos y que requieran
mano de obra bien remunerada, si no Argentina no cierra socialmente, si
no no hay posibilidad de tener cohesión social en este país,
advirtió.
Como es sabido, el mayor pico de tensión en la relación
Alvarez-Machinea se alcanzó un mes atrás, cuando el jefe
del Frepaso propuso desdoblar el Ministerio de Economía, en Finanzas
y Producción, mientras que no escondía su interés
por acercar a Domingo Cavallo al Gobierno.
Tal vez previendo una nueva escalada, Machinea intentó negar el
contenido del documento elaborado por su ministerio, con el argumento
de que se habían presentado cuadros sobre la caída del costo
laboral por la baja de impuestos al trabajo. En las carpetas entregadas
la semana pasada a potenciales inversores existe un gráfico
que muestra lo que pasó con los salarios, y se hace una diferencia
entre el salario real y el costo salarial, que está básicamente
influido por las reducciones impositivas, explicó el ministro.
Y agregó que con la aplicación de la reformalaboral,
los costos laborales se redujeron a un tercio, influidos fuertemente por
(la baja) del peso de los impuestos sobre el salario.
Sin embargo, el gráfico en cuestión sólo muestra
la evolución del salario real formal (en blanco) y
del salario real informal (en negro), mientras que en ningún
lugar se hace referencia al costo salarial.
Consultado por este diario, Pablo Gerchunoff, jefe de asesores de Machinea
y uno de los funcionarios de Economía más cercanos a Alvarez,
prefirió no escaparle al problema. El gráfico se refiere
claramente al salario real, no a los costos (laborales), reconoció.
¿Es bueno o malo que el salario real haya caído, porque
en el informe del Ministerio de Economía que publicó Página/12
se lo presenta como una ventaja? le preguntó este diario.
Esa es la pregunta clave. Es malo. Lo cual no quiere decir que,
como muchas cosas que son malas, no tenga otro costado. La economía
gana competitividad por este camino. No se puede negar que cuando los
salarios bajan la competitividad aumenta. Pero es el camino más
penoso, más doloroso. Lo que se describe ahí es la realidad.
Pero no es lo deseable. Para ganar competitividad se ha recorrido un camino
que no es el que nos gusta, pero no podemos dejar de describirlo.
¿Perdón?
Si se devaluara bajarían los salarios reales. Pero a nadie
se le ocurre que es un lindo camino para recorrer. El camino de la deflación
tampoco es lindo para recorrer. Es un camino que queremos detener. La
deflación es el peor remedio macro para resolver cualquier problema.
Pero con esto no quiere decir que no tengamos que describir la realidad.
Es una realidad del mercado, no una realidad de la política económica.
El mercado de trabajo se ha mostrado muy flexible. Pero este tipo de flexibilidad
no es lo que deseamos. El ajuste puro de mercado es la deflación,
y queremos combatir este ajuste puro de mercado que venimos sufriendo
desde hace tiempo. La deflación es una enfermedad, no es una cura.
¿Qué camino quieren recorrer?
El camino que nosotros queremos recorrer para evitar la deflación
es la expansión económica con aumento de la productividad.
Para delante esperamos que la deflación termine, que la economía
empiece a expandirse y que la productividad aumente, para que el camino
que recorramos sea menos penoso socialmente. Cuando baje el desempleo.
Cuando se combine crecimiento con aumento de la productividad, el desempleo
va a bajar y los salarios reales van a empezar a recuperarse promete
Gerchunoff.
Para el funcionario, discutir si era oportuno o no incluir ese cuadro
en el documento de Economía es una discusión de segundo
orden frente al tema de fondo. Sea como fuere, las miradas apuntan
al secretario de Finanzas, Daniel Marx, el principal responsable de la
estrategia de seducción de inversores financieros.
Claves
Machinea utilizó
datos sobre la caída del salario real en un documento oficial
para promocionar ante financistas los beneficios de invertir en
la Argentina, una economía flexible para bajar
los costos de los empresarios sin devaluar.
Según ese informe,
el salario real de los que trabajan en negro, casi la mitad de los
asalariados, cayó 12 por ciento desde octubre del 99,
mientras que para los trabajadores en blanco la merma fue del 6
por ciento.
No podemos salir
a venderle al mundo los salarios que tienen los países asiáticos
o que tiene China porque si no Argentina no cierra socialmente,
lo criticó Chacho Alvarez.
Machinea quiso desactivar
el conflicto, negando que el informe se refiera a la baja del salario,
sino al costo salarial, que está influido por las reducciones
impositivas.
Sin embargo, el jefe
de asesores del ministro, Pablo Gerchunoff, enfrentó el problema:
el documento se refiere al salario real, no a los costos salariales,
admitió.
Y agregó: Lo
que se describe ahí es la realidad. Para ganar competitividad
se ha recorrido el camino más penoso, que no es el que nos
gusta. Es un camino que queremos cambiar.
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Es un disparate
Hugo Moyano ya había lanzado un aluvión de críticas
a José Luis Machinea por promocionar en el exterior la baja
de salarios como una oportunidad para venir a invertir, pero no
encontraba el adjetivo para calificarlo. Al final resumió
su idea con las siguientes palabras: El ministro de Economía
de este gobierno es un disparate. Enterados por Página/12
del peculiar elemento que utilizó Machinea en sus presentaciones
por Europa y Estados Unidos para atraer inversores, Moyano y el
ex titular de la CGT, Saúl Ubaldini, cuestionaron con extrema
dureza al jefe de Hacienda. Es una actitud de regalarse, de
decirles a los capitales vengan que en la Argentina pueden
explotar a la gente. Es una barbaridad, enfatizó
el camionero, para quien la actitud de Machinea era previsible,
porque la reforma laboral que se aprobó sospechada de sobornos,
de coimas, estaba prevista para bajar salarios, y la convocatoria
a paritarias es para bajar salarios. Por su parte, Ubaldini
consideró lamentable que el ministro de Economía
promocione nuestro país remarcando la rebaja de salarios
de los trabajadores. Es una actitud que demuestra la
falta de sensibilidad del Gobierno y su intención de beneficiar
a los poderosos perjudicando al pueblo trabajador, continuó
el ahora diputado, y concluyó que Machinea les está
asegurando a los inversores que pueden venir a pagar salarios de
hambre.
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AUDIENCIA
PARA DEBATIR EL TARIFAZO DE TRANSPORTE
Jorge Kogan no llegó ni a pie
El aumento de tarifas de colectivos,
trenes y subtes volvió ayer al centro de la escena. No porque la
Justicia haya resuelto autorizarlos o rechazarlos, definición que
se conocerá recién cuando concluya la feria a fin de mes,
sino por la masiva concurrencia a una audiencia pública para debatir
el tema. Se anotaron 223 oradores, muchos de ellos ciudadanos comunes
que fueron a expresar su indignación por la medida, además
de funcionarios de los gobiernos nacional y de la Ciudad de Buenos Aires,
asociaciones de consumidores y representantes de las empresas. Sin embargo,
el principal promotor de la iniciativa, el secretario de Transporte, Jorge
Kogan, decidió no concurrir al debate y envió en su lugar
a un funcionario de segunda línea de su repartición.
El delegado, Marcelo Hasse, expresó la posición oficial
del Gobierno: hizo una encendida defensa del tarifazo y lo justificó
en la necesidad de dotar al país de servicios ferroviarios
y de subtes acordes con los tiempos.
La audiencia fue convocada por el Ente Unico Regulador de los Servicios
Públicos de la Ciudad de Buenos Aires. Algunas ligas de usuarios
interpretaron el acto como una maniobra conjunta de los gobiernos nacional
y de la Ciudad para salvar el hecho de que los aumentos fueron dispuestos
sin que se cumpliera el requisito básico de escuchar primero a
las partes. La defensora del Pueblo de la Ciudad, Alicia Oliveira, consiguió
parar los incrementos en la Justicia, entre otros motivos, porque Kogan
obvió el llamado a audiencia pública. Esta audiencia
es ilegal, porque el Gobierno de la Ciudad no es autoridad de aplicación
para convocarla. Acá lo único que estamos haciendo es catarsis,
protestó en diálogo con Página/12 la presidenta de
Adecua, Sandra González.
El Ente Regulador emitirá un dictamen que elevará al Poder
Ejecutivo, pero que no será vinculante. La recomendación
tampoco producirá efectos concretos, dado que es el gobierno nacional
el que fija la política tarifaria. De todos modos, la audiencia
se convirtió en una expresión masiva de repudio a los aumentos.
Pancartas, carteles y pasacalles con la consigna no al tarifazo
invadieron la avenida Corrientes, frente al Teatro San Martín,
adonde se desarrolló el acto. La diversidad de oradores fue una
nota distintiva. Por caso, Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de
Mayo Línea Fundadora, estuvo entre quienes manifestaron su rechazo
al aumento.
La audiencia pasó a un cuarto intermedio para hoy debido a que
no pudieron hablar todos. En 1997 prometieron que el subte llegaría
a Flores en el 2000 y todavía no hay ni miras de que ocurra, pero
ya nos quieren fijar otro aumento por servicios que no sabemos si algún
día nos van a dar, se quejó Silvina Quintero, una
de las personas que dio su opinión, y que también protestó
porque Kogan no se hizo presente.
La pared se cayó
en el 2000
La industria de la construcción registró en 2000
una caída del 12,3 por ciento respecto del año anterior.
Se trata de una de las actividades más castigadas por la
crisis económica. En el análisis de los distintos
insumos se aprecia que el derrumbe fue generalizado, con bajas del
34,6 por ciento en hierro redondo para hormigón, 21,1 en
asfalto, 15,3 en pisos y revestimientos cerámicos, 8,2 en
cemento Portland, 2,3 en ladrillos huecos y 1,6 en pinturas. A pesar
de la fuerte caída, el secretario de Programación
Económica, Miguel Bein, resaltó que la tendencia comenzaría
a cambiar. Ese optimismo lo basó en que la actividad creció
5,2 por ciento en diciembre contra noviembre en términos
desestacionalizados. En noviembre también había
subido frente a octubre, por lo que el índice ya acumula
un aumento del 9,6 por ciento respecto de los niveles mínimos
de la serie, registrados en mayo de 2000, subrayó el
funcionario. Más allá de su entusiasmo, la encuesta
del INdEC entre los empresarios reveló que sus expectativas
son que la recuperación del sector llegará recién
a partir del segundo trimestre.
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