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UNA ENCUESTA SOBRE QUE OPINA EL PUBLICO DE LA ACTUAL TELEVISION ARGENTINA
La gente reclama una televisión como la gente

Los canales de aire de todo el país comenzaron a recibir un trabajo realizado por encargo del Comfer sobre la visión que sus espectadores tienen de la programación actual.

Por Carlos Polimeni

La gente cree que la televisión argentina es buena, pero mejorable. La gente cree que para que sea mejor debería aumentar la cantidad de programas culturales y de ficción y que alguien controle la publicidad excesiva. La gente cree que no estaría de mal que se cuidase el lenguaje que se utiliza y que es bueno que en la Argentina exista una televisión estatal consolidada. Puesta a calificar, la gente le da un 6.5 de puntuación a la televisión argentina, en una escala de 1 a 10. La gente cree que los canales de aire violan todo el tiempo el horario de protección al menor, pero no sabe bien en qué consiste el horario de protección al menor. La gente cree que el Estado debe controlar el cumplimiento de las leyes que regulan la actividad, aunque no conozca del todo esas leyes. La gente cada vez más en soledad televisión, aunque eso se debe en buena parte al importante aumento de la cantidad de televisores.
Estos y otros datos surgen de una encuesta que ATA, la entidad que nuclea a los dueños de canales de aire, recibió ayer, y que hoy empezará a enviar a sus asociados. Los cuatro canales privados de Capital Federal ya tenían una copia del estudio la semana pasada, por lo que los medios de sus holdings tuvieron tiempo para presentar los datos según sus conveniencias. La encuesta fue realizada por encargo del Comité Federal de Radiodifusión (Comfer) por la consultoría de Eduardo Lauzán y Eduardo Palacios. Su difusión es parte de la estrategia por la cual el organismo oficial propició el año pasado un debate sobre los contenidos de la televisión, concretó luego un acuerdo de contenidos con los canales (a los que presionó con un cambio de estrategia respecto a las sanciones) y productores independientes y habilitó finalmente una línea gratuita, un 0800, para recibir críticas de los consumidores. “Los canales se asustan un poco con estas iniciativas porque creen que pueden perder cosas”, reflexionó ayer el titular del Comfer, Gustavo López. Los canales tienen claro, esto no lo dice Lopez, que cuando se cumplan las leyes perderán privilegios.
El panorama de la televisión en la Argentina es cada vez más vasto. La proyección del último censo de población indica que en la Argentina hay hoy unos 37 millones de habitantes, el 90 por ciento en urbes y el 10 por ciento en el campo. El total de hogares es de 10.500.000 y el total de hogares con televisión de l0.200.000. Por lo tanto, el 97 por ciento de los argentinos tienen en su hogar un aparato de televisión. De ese total 5.500.000 tiene algún sistema de televisión paga. “Se podría decir -sostiene Lauzán– que nunca en la historia la gente tuvo tanta variedad de ofertas televisivas.” La encuesta se realizó sobre un total de 611 entrevistas, a mayores de l2 años, de ambos sexos, con un margen científico de error del 5 por ciento en los datos finales. Un dato estadístico más: según los estudios avalados por el propio Comfer, los chicos argentinos pasan un promedio de cuatro horas diarias mirando televisión.
Los datos fríos indican que el 48 por ciento considera “mucho o bastante” necesaria la existencia de televisión estatal, contra un 30 por ciento que la estimó “poco o nada”. El rol estatal también aparece privilegiado a la hora de plantear la “regulación de los contenidos”, rubro en el que es preferido por el 43 por ciento. El 66 por ciento considera que es “demasiada” la cantidad de publicidad en televisión abierta, contra un 26 por ciento que la cree “adecuada”. El tema de que la gente prefiera que sea el Estado el regulador es crucial para el Comfer, que espera impulsar a partir de marzo la discusión de una nueva Ley de Radiodifusión, que modifique la actual, en vigencia desde los años de plomo.
“Los canales no están acostumbrados a discutir, y eso es un problema”, plantea López. “Los canales están acostumbrados a que las cosas se decidan por otra vía, y a nosotros nos parece que hace al espíritu de la democracia que todos tengan oportunidad de debatir sobre la televisión. Está claro que en este sistema una parte de la responsabilidad es de las empresas dueñas de los canales. Pero tanclaro como está que el Estado tiene un rol de contralor, que debe cumplir. Y que la gente, además, le demanda que así lo haga.” Para el empresario Carlos Rottemberg, productor de los programas de Mirtha Legrand, entre otros, la sociedad debe tomar conciencia de que la televisión que tiene es decisión de un grupo de personas con poder. "La televisión no es un pedazo de plástico irresponsable: detrás de eso hay personas que deciden lo que la gente ve", dijo anoche a Página/12.
La encuesta subraya que la gente tiene claro que no es respetado el horario de protección al menor –un 87 por ciento contesta que cree que “poco o nada”– pero no sabe del todo bien cuándo rige, y con qué características. El 65 por ciento opina que durante el horario que rija la protección al menor debe ser excluido el sexo; el 59 por ciento reclama la modificación del “lenguaje soez” y el 46 por ciento se queja por “la violencia”. Que se hable de droga es una preocupación muy menor: aparece en el cuarto rubro, con sólo el 6 por ciento de las menciones. Para Rottemberg, este punto se solucionaría si los canales respetasen el acuerdo con el Confer del que participó su organismo, la Cámara Argentina de Productores Independientes, de la que forman parte Adrián Suar, Marcelo Tinelli, y Nicolás Repetto, entre otros.
El 42 por ciento demanda un incremento de la temática cultural o educativa en la programación de los canales. Pero cuanto menor es la edad de los entrevistados, aumenta la demanda de películas, y ciclos de ficción. Según la encuesta, el 31 por ciento declara que sintoniza Telefé con mayor frecuencia, seguido por Canal 13 con un 27 por ciento y, en una importante tercera posición, los canales de cable, que sumados reúnen un alto índice de encendido, con el 18 por ciento. Luego siguen América, elegido por el 9, Azul, por el 6 por ciento y Canal 7, por el 4.
Si se categoriza a los entrevistados según su nivel económico, los resultados varían. Mientras Telefé gana en encendido en los sectores de recursos bajos y medios, Canal 13 lo hace en el de mayores recursos. Para la encuesta, la gente de “bajos recursos” consume Telefé en un 37 por ciento, contra 23 por ciento de Canal 13 y 15 por ciento de los canales de cable sumados, y un 20 por ciento enciende indistintamente Azul, América o Canal 7. La gente catalogada en el rubro de “recursos medios” declara encender en un 39 por ciento Telefé, 30 por ciento Canal 13 y 18 por ciento enciende indistintamente Azul, América y Canal 7.
Lopez ve claro que, “si fuese por los canales”, no habría que cambiar nada. “Sin embargo, cuando se consulta a la gente, lo que se evidencia es que, si bien en su conjunto la televisión saca un aprobado, hay un reclamo generalizado a estudiar”, recalca. Este año, para el Comfer será clave sentar a los canales a una misma mesa para que plantean sus objeciones al anteproyecto oficial de ley, que manejan hace varios meses. Los otros temas no serán menores: en la Argentina hay en vigencia una ley que prohíbe que una empresa o un particular sea dueño de dos canales a la vez, o de más de una licencia de radio pero Telefónica de España es dueña de Telefé y Azul y la empresa mexicana Cie Rock & Pop acumula un paquete de radios que suma a Rock & Pop, Aspen, Radio del Plata, San Isidro Labrador, Metro, América. Lopez tiene claro que el Estado bregará este año por que la Ley se cumpla. No ignora que puede ser una pelea de un David contra varios Goliath.

 

Carencias temáticas de la televisión

Culturales educativos 43%
Películas ficción 22%
Documentales Div. científica 16%
Nada 9%
Recitales 8%
Entretenimiento 7%
Conciertos 7%
Infantiles 6%

Pregunta de respuesta múltiple base:
total entrevistados (n=611).
Se incluyen temas con porcentajes de menciones superiores al 5 por ciento.

 

Con quién ve habitualmente televisión

Solo* 45,6%
ACOMPAÑADO CON PERSONAS DE...
25 años o más** 43,5%
18 a 24 años 8,5%
13 a 17 años 6,8%
6 a 12 años 6,9%
5 años o menos 5,2%

*Menores de 19 años y mujeres
**Mayores de 18 años y varones

Pregunta de respuesta múltiple
base: total entrevistados (n=611)

 

Cómo se deben regular los contenidos de la TV

Auto regulación 27,3%
Canales + org. control 29,0%
Organismo de control 38,4%
Ns/nc 5,3%

Base: total entrevistados
(n=611)

 

Composición del organismo que regule los contenidos

No estatal 11,7%
Mixto 32,9%
Estatal 42,8%
Ns/nc 12,7%

Base: entrevistados que no eligieron autorregulación (n=444).

 

OPINION
Por Eduardo Hugo Lauzan*

Más allá de los números fríos

* La reducción del tamaño de los hogares, la diversidad de horarios y actividades de sus integrantes y el aumento del parque de televisores han colaborado a que, para casi la mitad de los entrevistados, ver televisión sea hoy una actividad que se realiza habitualmente a solas (en especial entre las mujeres y quienes tienen entre 13 y 18 años).
* La valoración general de la programación de la televisión abierta o de aire por parte de los entrevistados puede calificarse con un “aprobado” con un promedio de 6,5 puntos en una escala ascendente de 1 a 10. Puntaje que se incrementa entre los menores, el nivel socioeconómico bajo, quienes no tienen señal de cable o satelital en el hogar y, en menor medida, entre las mujeres.
* Canal 13 ocupa el primer lugar en la valoración, con un promedio de 7,6 puntos. En segundo lugar, y más cercano al promedio, queda Telefé (6,9 puntos). El tercer lugar es compartido por los restantes canales (Azul TV, Canal 7 y América), con calificaciones cercanas a los 6 puntos.
* Este “aprobado” en general no excluye fuertes críticas, más relacionadas con la percepción de carencias o faltas que con las características propias de los actuales contenidos. Al ser consultados sobre las “cosas que considera que faltan o debería haber más” en la televisión argentina, solo uno de cada diez entrevistados contestó “nada”, mientras que cuatro de cada diez respondieron “nada” cuando se los interrogó sobre lo que se debería cambiar o eliminar de la programación (porcentaje que aumenta a medida que disminuye la edad de los encuestados).
* La demanda de incorporación temática la encabezan, con el 42 por ciento de menciones, los programas “culturales/educativos” (con mayores porcentajes entre las mujeres, los que no tienen señal de cable o satelital, los que mencionan a Canal 7 como el canal que ven con mayor frecuencia y llamativamente, entre quienes viven en hogares sin presencia de menores). A medida que disminuye la edad de los entrevistados aumenta la demanda de más o mejores películas y programas de ficción (22 por ciento del total). Los programas de divulgación científica (16 por ciento), recitales, entretenimiento, conciertos (entre quienes tienen 50 o más años) y los programas infantiles completan los temas que superan el 5 por ciento de menciones.
* Considerando sólo a quienes mencionaron aspectos que deben ser modificados, el lenguaje (criticado tanto por su uso procaz, pero también vulgar o incorrecto) está entre las principales preocupaciones del 64 por ciento de estos encuestados, mientras que una tercera parte también menciona la difusión de sexo explícito, erotismo y sensualidad (con un bajo nivel de diferenciación). Sigue a continuación una larga lista de temas, encabezados por el incumplimiento del horario de protección al menor, el exceso de publicidad, la violencia y la superficialidad.
* Aunque el exceso de publicidad, opacado por el lenguaje y la sexualidad, no aparece con una alta proporción de menciones entre los aspectos a modificar, las dos terceras partes de los consultados considera que la cantidad de publicidad en los canales de aire es “demasiada”.
* Consultados sobre el grado de cumplimiento del horario de protección al menor, sólo el 3 por ciento de los entrevistados respondió que es completamente respetado, mientras que la gran mayoría (88 por ciento) considera que se los respeta poco o nada, a partir de la inclusión en él de contenidos vinculados con la sexualidad, la utilización de un vocabulario procaz o “para adultos” y escenas de violencia. Los contenidos vinculados con la sexualidad preocupan en mayor medida a las personas de nivel socioeconómico alto. La atención sobre el vocabulario/lenguaje se incrementa en los niveles socioeconómicos medio y bajo. Ambos temas, en especial el lenguaje, son de alta preocupación entre los mayores de 49 años.
* Siete de cada diez personas opinan que en la regulación de los contenidos de la programación debe participar, en mayor o menor medida, un organismo de control ajeno e independiente de los canales o difusoras de señales televisivas. La necesidad de la existencia de este organismo de control está asociada inversamente a la percepción del grado de cumplimiento del horario de protección al menor, y se desea que en su representación haya una importante presencia del Estado.
* La presencia del Estado en la programación televisiva también se expresa en las respuestas a la pregunta “¿en qué medida le parece necesario que exista algún canal en manos del estado?”. El 30 por ciento respondió “poco” o “nada”, mientras que casi la mitad (48 por ciento) contestó “bastante” o “mucho”. La proporción de respuestas que consideran necesaria la televisión estatal se incrementan con el nivel socioeconómico.
Nueve de cada diez entrevistados consideran que la existencia de un servicio telefónico gratuito para emitir opiniones y/o denuncias sobre la programación de la televisión es muy importante (63 por ciento) o bastante importante (25 por ciento). Dos de cada diez dijeron conocer la existencia de un servicio con esas características, y el 60 por ciento de ellos lo identifica con el Comfer. Cerca del 80 por ciento de quienes manifestaron conocerlo se enteraron de su existencia a través de la televisión y uno de cada cinco menciona a la radio la principal razón para no haber usado el servicio, entre quienes lo conocen, es el no haber tenido motivos (55 por ciento). Con porcentajes sensiblemente menores también aparecen mencionados el “no conocer el teléfono”, no “se me ocurrió” o “no recordó que existía”, el “desinterés”, la “falta de tiempo u oportunidad” y la “desconfianza/inutilidad” (en especial entre los hombres, los de mayor edad y en los niveles socioeconómicos bajo y medio).

* Experto en telemarketing, co-realizador de la encuesta.

 

OPINION
Por Aníbal Ford*

Por un debate más amplio

Aunque puede dar pistas, no tengo mucha confianza en una encuesta telefónica sobre todo en un país tan pobre en información sobre la relación audiencia/medios. Basta comparar con la información elaborada por el Consejo Nacional de Televisión de Chile. Además, como decía un viejo investigador francés, Escarpit, es más difícil investigar los hábitos culturales que los sexuales. La relación de las transformaciones de la familia, de la desocupación, de la educación con los medios son temas que exigen investigaciones densas y variadas, como también lo exige el tan publicitado ingreso de Internet en los colegios. Además, ¿qué pasa con los medios en un país que está en crisis?
Lo cierto es que en un país desde antiguo tan “mediero” como la Argentina, que es uno de los más cableados del mundo, la TV o la o los diversos dispositivos de la cibercultura reclaman mayor detenimiento, salir de la mirada instrumental de los políticos o de aquellos intelectuales que confunden la crítica con la negación de los medios como objeto de estudio. Porque los medios, o si se quiere las industrias de lo simbólico, son parte (buena o mala) de la sociedad contemporánea, así como también son uno de los ejes centrales de su economía y de su infraestructura.

* Director de la Maestría en Comunicación y Cultura de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA)

 

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