La audiencia pública donde se discutió el último
tarifazo en trenes, colectivos y subtes finalizó en medio de una
dura polémica. Es absurda, descalificó José
Luis Machinea. No sé qué sentido tiene, salvo el político,
remató. La bronca del ministro, puesta de manifiesto durante un
reportaje por Radio Rivadavia, se entiende sólo si se tiene en
cuenta que los aumentos en el transporte representan un área sensible
para el Gobierno, sobre todo después de que el polémico
Jorge Kogan, secretario de Transporte, señalara a Página/12
que su impacto no sería perjudicial dado que los pobres no utilizan
subtes ni colectivos. Pero más allá de la descalificación
del titular de Hacienda, la convocatoria reunió a ciudadanos comunes
y asociaciones de consumidores que repudiaron el tarifazo.
Esta audiencia pública es absurda porque la Ciudad de Buenos
Aires no tiene nada que ver con las tarifas, criticó Machinea.
Las réplicas no tardaron en llegar. Lo que es absurdo es
que el Gobierno prefiera tener como interlocutores válidos a las
empresas prestadoras y no a los usuarios, a quienes ni siquiera quiere
escuchar, respondió, en diálogo con Página/12,
José Luis Di Lorenzo, director del Ente Unico Regulador de los
Servicios Públicos de la Ciudad, en representación de Nueva
Dirigencia. Antonio Cartañá, ex ombudsman porteño
y uno de los 170 oradores que tuvo la audiencia en las dos jornadas que
duró, también recogió el guante. Es lógico
que Machinea nos desacredite porque él está haciendo todo
lo contrario a lo que proponemos: llevar a cabo una política en
defensa de los usuarios. En una línea similar opinó
Sandra González, de Adecua. En vez de oponerse, el Gobierno
debería darse cuenta de que existe un profundo malestar de la gente
por el tarifazo, dijo a este diario.
Por otra parte, Machinea dejó picando una propuesta: pasar a la
órbita de la Ciudad y de la provincia de Buenos Aires la decisión
sobre el tema tarifario del transporte público. No sólo
las tarifas. Creo que cada región debería hacerse cargo
de todas las decisiones relacionadas con su propio transporte, destacó
Di Lorenzo.
La audiencia pública fue convocada por el Ente Regulador porteño.
Y, aunque su dictamen no es vinculante, la idea de los funcionarios es
presentar al Ejecutivo el compilado de la discusión de dos días
en el Teatro General San Martín. Incluso podríamos
efectuar una presentación judicial para impedir el tarifazo,
señaló Di Lorenzo. Precisamente, el aumento tarifario se
encuentra trabado en la Justicia y recién habrá una definición
cuando termine la feria de este mes. Hicimos catarsis. Para eso
sirvió la audiencia, señaló, escéptica,
Sandra González.
De todos modos, durante la convocatoria pudieron escucharse algunas propuestas
y análisis. Como la que formuló Cartañá, respecto
de las concesiones de colectivos. Hace 40 años que los permisos
no se revisan. Nadie saben cuáles son los costos que manejan las
empresas ni la recaudación por la venta de boletos. Ni siquiera
la AFIP.
Además, anunció que denunciará ante la Oficina Anticorrupción
a funcionarios del gobierno anterior y de la Alianza que intervinieron
en la escandalosa renegociación de los contratos ferroviarios.
¿No pierde valor esta audiencia debido a que no tiene carácter
vinculante? le preguntó un asistente a Néstor Vicente,
titular del Ente de la Ciudad.
De ninguna manera. El 17 de octubre tampoco fue vinculante. Pero
ganó el clamor de la gente contestó.
El día de los
decretos
Se viene otro paquete de decretos. Fernando de la Rúa anunció
que hoy difundirá una batería de medidas que instrumentará
por la vía que más le gusta en las últimas
semanas. Esos decretos se referirán a reestructuración
de algunos organismos estatales y a la prohibición de nuevas
moratorias o blanqueos impositivos. También se conocerá
el decreto que establece el traspaso de la AFIP desde Economía
hacia la Jefatura de Gabinete.
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Menos
caja con más ventas
Más ventas y menos facturación
como consecuencia de la caída de precios es el saldo del 2000 para
los supermercados. Los despachos totales durante el año pasado
treparon a 14.312 millones de pesos con una facturación que retrocedió
0,5 por ciento respecto de 1999. En el informe del INdEC se destacó
que ese comportamiento se verificó con ventas por unidades que
mostraron una suba del 2,6 por ciento. Los técnicos del organismo
oficial atribuyeron ese resultado a la deflación de precios del
orden del 3 por ciento en promedio, que se produjo principalmente en alimentos
y artículos electrónicos.
En los shoppings, en tanto, la facturación anual bajó 2,3
por ciento, luego de incrementarse en diciembre 59,3 por ciento contra
noviembre y caer 7,3 por ciento contra el último mes de 1999. Las
ventas en esos centros comerciales durante el 2000 fue de 1791,1 millones
de pesos, luego de que en diciembre se expendieran artículos por
202,5 millones de pesos, registrando una baja de 7,3 por ciento contra
diciembre de 1999 y una suba de 59,3 por ciento frente a noviembre de
2000.
El mejor comportamiento del mes pasado tanto en supermercados y en shoppings
se debió a motivos estacionales a consecuencia de las fiestas de
fin de año, concluyó el trabajo del INdEC.
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