Por Maximiliano
Montenegro
El ministro de Economía,
José Luis Machinea, finalmente reconoció que, como publicó
Página/12, habló de la baja de salarios durante la gira
que realizó por Europa y Estados Unidos para promocionar ante los
financistas extranjeros los beneficios de invertir en Argentina. Lo
que mostramos es lo que ha sido la baja de salario en el sector informal
de la economía, admitió. Y agregó que describir
una realidad no quiere decir que uno esté de acuerdo con esa realidad.
Desgraciadamente, durante los últimos años Argentina ha
ido ajustando a la baja los salarios porque es un país que no ha
crecido, explicó. Pero insistió en que cuando
uno describe una realidad no la muestra orgulloso. Este diario informó
que el ministro distribuyó entre los inversores un documento con
datos sobre la caída del salario real, para demostrar que la
economía argentina es flexible para bajar los costos empresarios
en dólares sin devaluar.
Machinea dijo, además, que le preocupa la crítica
de Chacho Alvarez, quien había dicho que no podemos salir
a venderle al mundo que tenemos los salarios de China porque así
Argentina no cierra socialmente. Y le respondió: Nadie
quiere que aquí se paguen salarios como en la China, aseguró.
Dado el revuelo que causó el tema, el jefe de Gabinete, Chrystian
Colombo, solicitó al ministro de Economía que le presentara
un informe sobre cómo se presentó
ante los inversores la cuestión del nivel de los salarios en Argentina.
En tanto, la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, directamente descalificó
la información elaborada por Economía: argumentó
que su colega de Gabinete había ido al exterior con datos desactualizados
y que, según datos del INDEC que recién salieron ayer,
hubo una baja en mayo del salario real, pero fue recuperada en octubre.
Machinea se la pasó ayer dando explicaciones de por qué
había utilizado cifras que muestran el derrumbe del salario real
en un documento oficial para promocionar inversiones en Argentina. Según
el informe, el salario real de aquellos que trabajan en negro (el llamado
sector informal) cayó 12 por ciento desde octubre del 99,
y 25 por ciento si la base de comparación es el año 94.
Mientras que para los trabajadores en blanco (el sector formal) la merma
fue del 6 y 16 por ciento, respectivamente.
En un primer momento, el ministro optó por negar el contenido del
documento con el argumento de que se habían presentado cuadros
sobre la caída del costo laboral por la baja de impuestos al trabajo.
Ayer, en cambio, admitió la verdad. Pero se apresuró a aclarar
que cuando uno describe la realidad no quiere decir que esté
de acuerdo con ella. Y enfatizó que cuando uno muestra
una realidad no siempre la muestra orgulloso.
Sin embargo, confrontando el documento (titulado Argentina: el camino
de las Reformas para impulsar el Crecimiento) con la confesión
del ministro resulta llamativo que:
No se haya incluido en el informe
ningún otro indicador económico en baja los cuales
abundaron en los últimos tiempos, como ser el consumo, la
producción industrial y la recaudación tributaria, entre
otros. Al contrario, todos los otros indicadores desplegados en el folleto
de propaganda eran tan positivos como para que el ministro de Economía
se sintiera orgulloso.
El título del cuadro
que describía la baja salarial apuntaba a resaltar una ventaja
antes que a lamentar un drama: La economía argentina es más
flexible, decía. Por lo tanto, puede corregir sus problemas
de competitividad reduciendo los salarios aún más que los
precios, de modo de mejorar los costos empresarios sin devaluar. Demostrar
esta flexibilidad de la economía fue un punto clave
de las exposiciones de Machinea en el exterior.
No es la primera vez que Machinea se refiere a los salarios para seducir
a los inversores. Como reveló este diario, en su primera teleconferencia
con inversores extranjeros después de la poda salarial a los empleados
públicos, Machinea se vanaglorió de haber efectuado un
recorte salarial único en todo el mundo, como una manera
de destacar que el Gobierno no repara en costos políticos a la
ahora de aplicar medidas de ajuste, algo que los financistas saben apreciar
.
El nuevo embate de Chacho Alvarez contra Machinea fue tomado de distintas
maneras. En Jefatura de Gabinete fueron impiadosos con el líder
frepasista: Chacho es de un oportunismo infinito. Avaló el
recorte de salarios y ahora se prende con que cayó el salario real,
lo cual es un obviedad, dispararon en las cercanías de Colombo.
Machinea le respondió, pero tal vez temiendo una nueva escalada
en su confrontación personal con el ex vicepresidente, fue más
contemplativo. Además, por la tarde estuvo con Raúl Alfonsín,
obsesionado por aplacar el ánimo crítico a la política
económica tanto del ex presidente como del jefe del Frepaso. Le
contestó que nadie quiere que aquí se paguen salarios
como en la China y que la competitividad de la Argentina no
se va a dar por reducciones en los salarios sino por un aumento de la
productividad.
Pero se preocupó por atribuir los roces con su antiguo aliado a
que hay malos entendidos.
Claves
El ministro de Economía,
José Luis Machinea, reconoció que, como publicó
Página/12, habló de la caída de salarios durante
la gira que realizó para promocionar ante los financistas
extranjeros los beneficios de invertir en Argentina.
Describir una realidad
no quiere decir que uno esté de acuerdo con esa realidad.
Desgraciadamente, durante los últimos años Argentina
ha ido ajustando a la baja los salarios porque es un país
que no ha crecido, explicó.
También dijo le
preocupa la crítica de Chacho Alvarez, quien
había dicho que no podemos salir a venderle al mundo
que tenemos los salarios de China. Y le respondió:
Nadie quiere que aquí se paguen salarios como en la
China, aseguró.
El jefe de Gabinete,
Crystian Colombo, solicitó al ministro de Economía
que le presente un informe sobre cómo se
presentó ante los inversores el tema del nivel de los
salarios. La ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, directamente
descalificó la información elaborada por Economía:
argumentó que su colega de Gabinete había ido al exterior
con datos desactualizados.
Chacho es de un
oportunismo infinito. Avaló el recorte de salarios y ahora
se prende con que cayó el salario real, lo cual es una obviedad,
dispararon en las cercanías de Colombo.
No es la primera vez
que Machinea destaca la baja de salarios ante los inversores.
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De López Murphy
a Machinea
Por M.M.
No recuerdo otro lugar donde se haya realizado un recorte
salarial de esta magnitud en todo el mundo, se vanaglorió
José Luis Machinea en una teleconferencia con inversores
financieros realizada el 30 de mayo pasado, que fue reproducida
textualmente por Página/12. Poco antes, el ministro de Economía
había anunciado la poda salarial de entre el 12 y 15% para
los empleados públicos, y no quiso dejar de recalcarlo en
la teleconferencia en inglés con los mercados.
Así, Machinea mostraba que el Gobierno tenía decisión
para avanzar con las medidas que reclamaba el establishment sin
reparar en costos políticos.
Más importante aún, desde que Ricardo López
Murphy dijo en plena campaña electoral que había que
bajar los salarios un 10% para ganar competitividad (y por inoportuno
De la Rúa le bajó el pulgar como candidato al Ministerio
de Economía), parece prender la idea en el Gobierno de que
con un sistema de Convertibilidad Argentina no tiene otra que deflacionar
precios y salarios para bajar los costos empresariales en dólares
y recobrar competitividad. Esto es lo que quiso destacar, esta vez,
Machinea ante los inversores.
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INUSUAL
VERBORRAGIA DEL MINISTRO
De todo y para todos
José Luis Machinea tuvo
ayer un rally periodístico, donde opinó de todo: las tasas
de interés, el desempleo, la gente que se va del país y
de las críticas que le formula su esposa.
Expectativas. Han
cambiado en los últimos 30 días. Aunque de ahí a
decir que los problemas económicos argentinos están solucionados,
hay una larga distancia. Tenemos una gran oportunidad, y no hay que desaprovecharla.
Consumo. No va
a crecer de un día para otro ni habrá grandes shocks de
confianza. El Gobierno no tiene un paquete de medidas para eso.
Desempleo. Vamos
a notar una leve reducción en mayo comparado con el mismo mes del
año anterior. Pero la fuerte baja se logra con una tasa de crecimiento
del 4 o 5 por ciento anual, y esto se va a dar a fin de año. Cuando
la economía crezca en ese nivel, vamos a crear medio millón
de puestos por año.
Elecciones. Las
presiones no van a suceder con este ministro de Economía. Del compromiso
de gasto para este año no nos vamos a mover.
Exodo. Yo no le
puedo decir a la gente lo que tiene que hacer. Debe hacer lo que le parezca
razonable. La situación económica va a mejorar y se van
a crear nuevos puestos de trabajo.
Tasas. La semana
que viene vamos a ver rebajas en las tasas de interés para préstamos
personales, lideradas por el Banco Nación. Insto a los bancos a
que bajen las tasas más rápido.
Tarjetas. En marzo
mandaré un proyecto de ley para que los resúmenes de los
plásticos sean documentos ejecutivos.
La mujer. Mi esposa
apoya lo que estamos haciendo, pero es muy crítica. La lista es
larga. Pero me parece bárbaro tener cerca una voz crítica
para mejorar.
Encuentros. Mantendré
reuniones con empresarios de todos los sectores para analizar la problemática
de cada rubro.
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