Por Cristian Vitale
El rock vino a patear
puertas sin pedir permiso. Ahora le toca patear la de Cosquín.
Visceral, Fernando Ruiz Díaz, cantante y guitarrista de Catupecu
Machu, define así su postura ante el Festival Cosquín Rock,
que se concretará en la plaza Próspero Molina, luego de
concluido el tradicional festival folklórico. En Cosquín,
históricamente, ha habido poca simpatía con el rock. De
hecho, hasta Mercedes Sosa fue criticada por cierta ortodoxia folklórica
cuando llevó a Charly García al escenario Atahualpa Yupanqui.
Unos años antes, una parte del público había silbado
a intérpretes como Lito Vitale o Raúl Carnota por tocar
con instrumentos eléctricos. El cambio de criterio, o la necesidad
de recaudación, parecen haber hecho cambiar de opinión a
la comisión municipal que maneja el escenario.
Muchos folkloristas están también a favor del Cosquín
Rock. Me parece fabuloso que se haga un recital de rock en la Próspero
Molina. Es todo un hallazgo. Si bien algo de eso funcionaba desde hace
una década, no era exclusivamente de rock. Creo que todos los géneros
tienen que tener cabida en Cosquín. Además, a mí
me gusta mucho el rock. Me gustan Memphis, Juanse, Cerati y Los Pericos.
Y lo que importa, en definitiva, es la música argentina ,
aporta César Isella, número puesto del Cosquín Folklore,
que ya cumplió sus 41 años de vida.
El Cosquín Rock está previsto para los días 10 y
11 de febrero, como una especie de postre de las tradicionales nueve lunas.
El primer día, sábado, se presentarán .-además
de Catupecu Machu Las Pelotas (banda radicada en Córdoba),
algunos grupos locales y Los Piojos. No creo que la historia del
folklore de Cosquín influya en algo, dice a Página/12
Andrés Ciro, de Los Piojos. Y si ocurre algo lo veremos después
del recital. Creo que la gente va a ir porque le gustan las bandas que
tocan y punto. Para nosotros significa tocar en una ciudad en la que nunca
lo hicimos, en un pueblo donde el público de rock es muy caliente.
De hecho, muchos ven al de Cosquín como una continuidad histórica
de otros festivales que tipificaron a Córdoba como, tal vez, la
ciudad más rocker del país después de Buenos Aires:
el Chateau rock y el tantas veces caótico festival de la Falda.
El domingo, habrá música para todos los gustos: tocarán,
entre otros, Palo Pandolfo, La Bersuit, Divididos, El Otro Yo y Pez. Para
Ariel Minimal (Pez), tocar en Cosquín no tiene ninguna relevancia
más que la posibilidad de mostrarse ante el público cordobés:
No me produce ninguna sensación tocar en la plaza, no le
veo ningún significado especial, ni me quita ni me aporta. Simplemente
es un buen lugar para tocar. Será porque nunca me interesé
demasiado por el folklore. En cambio, para el enemigo número
uno de la cumbia, Cristian Aldana (El Otro Yo) las expectativas son distintas:
Ser convocados para eventos de esa magnitud nos demuestra que la
banda está creciendo y siempre es gratificante que reconozcan el
esfuerzo que hacemos. Con respecto a Cosquín específicamente,
es muy bueno que se abra otro espacio para el rock. Todo aporta.
En las calles de la capital del folklore se dicen otras cosas. Están
los conservadores que se niegan a entregar su plaza a los
rockeros y otros que miran al Cosquín Rock como una usurpación
indeseable. El histórico Argentino Luna se sitúa en un lugar
intermedio. Es posible dijo a Página/12 que se
levanten algunas voces en contra de los músicos de rock, pero sería
absurdo evitarlo. La palabra prohibir ya no cae bien, estamos podridos
de eso. Yo no estoy en desacuerdo para nada. Es un predio que hay que
mimarlo y cuidarlo, pero no a ultranza con la música folklórica.
Si bien lo histórico de Cosquín son las nueve lunas, folklóricas
y criollas, no me parece mal que se utilice el escenario para otras músicas.
Eso sí, lo importante es que el lugar sea tratado con respeto y
cariño. En tanto, uno de los Carabajal, Roberto, reniega
contra la exclusividad otorgada a los grupos de rock en el
Festival. Creo que, de la misma manera en que Charly García
actuó en Cosquín, en el de rock debería presentarse
algún folklorista. No está bien discriminar entre géneros,
afirma. Roberto, que está en esa ciudad desde el principio del
Festival Nacional de Folklore comenta que todos los días escucha
críticas adversas al festival de rock y que, a medida
que la fecha se acerca, se hacen más notorias: Desde que
llegué a la ciudad escucho a los tradicionalistas hablar mal del
Cosquín Rock. Por lo que percibí estas noches, son muchos
los que se oponen. Y son los más fanáticos. Mientras
no saquen el facón...
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