Relegado a un segundo plano por la Jefatura de Gabinete en la discusión por la reforma tributaria, el equipo económico buscó ayer poner un poco de ruido en esa iniciativa que lidera Chrystian Colombo. Al mediodía, el secretario de Hacienda, Mario Vicens, se preocupó en dirigirse a la sala de periodistas del Ministerio de Economía para comentar que José Luis Machinea analiza eliminar algunas de las exenciones impositivas, como también el incremento gradual del IVA a la televisión por cable. Ante la repercusión que tuvo esa intención vía las agencias de noticias, con la previsible oposición de los multimedios que manejan cables y el rechazo que recibiría de los consumidores en momentos que el Gobierno está en campaña de mejorar las expectativas, a media tarde Vicens se interesó en aclarar llamando a las redacciones que sólo se trató de “un comentario teórico, a manera de hipótesis, puesto que no hay ninguna decisión de elevar el IVA al cable”.
De todos modos, vale la pena conocer cuál es la idea que tienen en Economía independientemente de las presiones que reciben o de la oportunidad política para llevar a cabo esa iniciativa. Vicens había afirmado que la televisión por cable debería alcanzar gradualmente el 21 por ciento del IVA, que rige para la mayoría de los productos y servicios, ya que actualmente está gravada con el 13 por ciento. El funcionario consideró que “hay algunas exenciones, parciales o totales, que se tienen que eliminar rápidamente y, en ese sentido, estamos tratando de movernos, como por ejemplo en el caso de la televisión por cable, sector que tendrá cambios graduales, con el objetivo de no afectarlo”. El secretario afirmó que la televisión por cable “es el caso más discutido de las excepciones (tributarias) que hay que eliminar”.
Al respecto, recordó que en el 2000 “hemos pasado de una alícuota del 10,5 al 13,0 por ciento, aunque el objetivo es ir acercándose lo más rápidamente posible al 21 por ciento”. De todas maneras, admitió que ese sector “ha pasado por un momento delicado en el 2000, por lo que no queremos cambiar abruptamente las reglas de juego, provocando una situación de dificultad económica adicional”. En ese sentido, Vicens agregó que “en el caso del cable hay una situación económica de hecho y no se puede, de un día para otro, cambiar las reglas de juego”.
En cuanto a las restantes exenciones que existen en el sistema tributario, el viceministro remarcó que, en algunos casos, “el problema es más conceptual, como en el de la educación”. “Yo no estoy de acuerdo con que la educación (que hasta ahora esta exenta) pague IVA, ya que en su mayor parte (esa actividad) es una inversión en capital humano y estamos hablando de un impuesto de consumo, no de inversión”, señaló. Y aclaró que “el IVA que pagan las actividades de inversión es devuelto, más tarde o más temprano”, aunque precisó que en el tema de la exención al IVA para la educación privada “la discusión todavía no está madura”.
Otro caso también polémico es el de la salud, ya que los servicios de medicina prepaga están gravados con una alícuota de IVA del 10,5 por ciento. Para Vicens, “en el tema de la salud hay que tener en cuenta dos componentes: la preventiva, que puede ser considerada como una inversión, y la curativa, que es consumo”. Con ese criterio, y de acuerdo con la lógica tributaria actual, la primera debería estar exenta y la segunda no. Al final, Vicens manifestó el deseo del equipo económico: “Ojalá mañana se eliminaran todas las exenciones, pero en realidad hay que moverse con prudencia, porque hay muchos derechos adquiridos”.

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