La primera fue Inés Pertiné. “Hay que trabajar y ojalá que Fernando sea reelecto. El también quiere ser reelecto”, dijo la semana pasada. Ayer fue Fernando “Aíto” de la Rúa quien se refirió a la reelección de su padre. “Si las cosas van bien, él es el candidato natural de la Alianza”, sostuvo el menor de los De la Rúa. Apenas se enteró, el Presidente intentó bajarle el tono al asunto. “No hay que hablar ahora”, recomendó, en sintonía con la decisión de postergar cualquier especulación electoral (y más si se refiere a las elecciones del 2003). Sin embargo, más allá de la desmentida, la opinión de la familia De la Rúa es un buen termómetro para medir el humor del Presidente, rebosante de optimismo tras la llegada blindaje financiero.
En declaraciones a Radio Mitre, Aíto redondeó ayer las declaraciones de su madre. Aclaró que en este momento “no es conveniente” hablar de la reelección del Viejo (como suele llamarlo) y que el único que tiene que decidirlo es De la Rúa, quien –según dijo– aún no se definió. De todos modos, el joven sostuvo que “si las cosas van bien él es el candidato natural de la Alianza en el 2003”.
A diferencia de Inés Pertiné, más dedicada a las cuestiones protocolares que a la operación política, los dos jóvenes De la Rúa son consejeros habituales de su padre. Les presta bastante atención, como quedó claro después el desafortunado recambio ministerial del 5 de octubre del año pasado. Para colmo, Aíto es el titular del portal Educ.ar, cobra un sueldo de 5500 pesos por mes y ayer obtuvo un record dudoso: se convirtió en el primer funcionario en hablar de la reelección del Presidente.
Es que la seguidilla de declaraciones contrasta con la voluntad de De la Rúa. Dos semanas atrás, algunos funcionarios habían comenzado a planificar reuniones, estudiar encuestas y planificar la campaña de octubre. Entonados por la tranquilidad económica que trajo el blindaje, creyeron que había llegado el momento de dar los primeros pasos proselitistas. Poco después, Carlos “Chacho” Alvarez descartaba su candidatura a senador y cuestionaba por anticipada la algarabía electoral del Gobierno. Otros dirigentes –oficialistas y opositores– se sumaron a las críticas y el resultado fue un rápido giro de la posición oficial: De la Rúa dio instrucciones para suspender cualquier especulación vinculada a los comicios de octubre.
De todos modos, no pudo esconder la euforia que campea en los despachos oficiales. De acuerdo a la teoría difundida en el Gobierno, el reaseguro financiero frenó la ofensiva de los mercados y traerá un período de tranquilidad económica que le permitirá al Gobierno apurar políticas activas y mejorar la ayuda social.
A este panorama habría que sumarle el fortalecimiento logrado luego del maratón de reuniones que los máximos líderes de la coalición mantuvieron esta semana. “Ha sido una semana muy importante para la unidad de la Alianza, que existe y nunca estuvo en cuestión”, dijo De la Rúa ayer, apenas llegó a Mar del Plata.
Este contexto explica que los familiares más cercanos al Presidente se hayan animado por primera vez a hablar de su reelección. Pero no fueron los únicos. “Por supuesto que tiene todas las posibilidades del mundo en la medida en que haga una buena gestión de gobierno”, señaló ayer Angel Rozas. El gobernador del Chaco, que viene amagando desde hace años con lanzar su candidatura, explicó que no descarta presentarla más adelante.
“Yo nunca he escondido mis aspiraciones presidenciales, desde luego que hay que ver los tiempos, hay que ver las circunstancias, pero nunca he dejado de reconocer que lógicamente tengo aspiraciones presidenciales”, aseguró Rozas.
Desde el peronismo, Carlos Ruckauf se sumó a las especulaciones. Dijo que “seguramente” competirá contra De la Rúa en el 2003. Y, cuando le pidieron una calificación sobre el Gobierno, se negó a contestar. “Yo simplemente trato de ayudar”, señaló el gobernador de la provincia de Buenos Aires.

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