Por Cristian Alarcón
El último de los mazazos
contra la ley del dos por uno llegó en plena feria y de la mano
de la propia Justicia. Una resolución de la Cámara de Casación
bonaerense que limita la aplicación de la norma sienta jurisprudencia
poniendo en práctica una reforma muy similar a la que ya está
consensuada entre los diputados nacionales. A partir del fallo ya no computarán
dobles los días que una persona pase detenida hasta que reciba
una sentencia firme sino sólo el tiempo transcurrido hasta la condena
en segunda instancia. Los jueces acercaron con su fallo una salida jurídica
a la polémica política en torno a la ley, cuyo máximo
agitador es el gobernador Carlos Ruckauf. Sin embargo, todo resulta poco
para el Ejecutivo bonaerense. Ayer, el ministro de Justicia, Jorge Casanovas,
salió a aplaudir un paso importante, pero que no sirve
para nada porque es absolutamente insuficiente. El fallo recibió
la crítica del penalista Raúl Zaffaroni. El riesgo
de esto no es una violación de pactos internacionales, que es una
formalidad, si no el peligro de que volvamos a tener procesados que pasan
hasta diez años presos sin condena firme.
Durante todo el año pasado, el gobernador Ruckauf insistió
con la derogación de la ley 24.390, sancionada en 1994 tras la
adhesión de la Argentina al Pacto de San José de Costa Rica.
La norma fue el corolario de una larga huelga de hambre en las cárceles
argentinas en la que los presos negociaron con los legisladores el acortamiento
de las penas, basándose en ese tratado internacional. El pacto
estipula que ningún proceso criminal puede durar un tiempo excesivo
y de esa manera mantener injustamente encerrada a una persona. La ley
establece el cómputo doble del tiempo que un acusado pase preso
sin sentencia firme. Los jueces de la Cámara de Casación,
Federico Domínguez y Horacio Piombo, dispusieron que el cómputo
del dos por uno ahora se frena con la segunda instancia, que es el momento
en que la propia Casación se expide sobre el caso. La medida limita
a los abogados que hasta ahora podían apelar hasta la Corte los
fallos de sus defendidos: ahora esas apelaciones ya no contarán
para el dos por uno.
Justamente esos recursos son los que se fueron acumulando desde 1994 en
la Corte provincial, delegados luego a la Cámara de Casación
que se encontró con un cuello de botella al que ahora descomprimirían
con esta virtual reforma de la ley. Lo que buscan de alguna manera
es descargarse de trabajo cuando en realidad tendrían que poner
un control de razonabilidad de los recursos que les llegan, fustigó
ayer Raúl Zaffaroni, autor del Tratado de Derecho Penal y actual
titular del Inadi.
Están haciendo una interpretación restrictiva del
principio de inocencia. Sólo se puede afirmar que alguien es culpable
cuando tiene una sentencia que agotó las instancias ordinarias,
le dijo a Página/12.
Tomamos la discusión parlamentaria en la que se estipula
que la presunción de inocencia cede con la condena en primera instancia.
La segunda instancia es sólo un derecho a apelación,
le explicó a este diario Domínguez. Los jueces citan en
sus fundamentos lo dicho por el actual presidente Fernando de la Rúa
cuando como legislador discutió la ley del dos por uno.
CRECE
EL MISTERIO POR EL JOVEN MUERTO EN GESELL
No hay policías involucrados
Por Raúl
Kollmann
El misterioso caso del joven
que apareció muerto en Villa Gesell se ha convertido en aún
más misterioso y sórdido. La autopsia practicada sobre el
chico, que todavía no ha sido identificado, demuestra que lo mataron
a patadas y trompazos. El estudio forense determinó también
que la víctima tenía el ano dilatado, pero no se sabe todavía
se están haciendo los análisis correspondientes
si el joven fue violado antes de morir o si había mantenido relaciones
sexuales con anterioridad. En cualquier caso, se trata de un crimen brutal
y la Policía Bonaerense está recibiendo llamadas desesperadas
de padres cuyos hijos se fueron de vacaciones y no llamaron en los últimos
días. El chico asesinado, según la autopsia, tenía
entre 18 y 23 años. En la ciudad de Villa Gesell corre el rumor
de que efectivos policiales estuvieron relacionados con el crimen, por
lo que ayer se hizo presente un funcionario del Ministerio de Seguridad
para señalar que hasta el momento no hay ningún indicio
que vincule a policías con el caso.
El cuerpo sin vida apareció el lunes pasado en una zona cercana
al faro Querandí de Villa Gesell. El sitio es inaccesible a pie
y todo indica que los asesinos llegaron allí en una camioneta 4x4
o en una lancha. El fiscal Eduardo Campos y los hombres de la Policía
Bonaerense tienen pocos elementos para esclarecer el crimen, partiendo
del hecho de que falta el dato principal: la identidad de la víctima.
En principio, hay algunas deducciones lógicas:
u Se trata de un turista o alguien que estaba lejos de su familia. De
otra manera, ya el cuerpo hubiera sido reclamado. Lo más probable
es que la familia no sepa el destino del joven.
u Por la naturaleza de los golpes, el lugar en el que se encontró
el cadáver y la fuerza necesaria para transportar el cuerpo, parece
evidente que actuó más de una persona.
La autopsia dice textualmente que el cuerpo registra fracturas en
cráneo y rostro con lesiones compatibles con golpes de puño
y puntapiés. La causa de la muerte fueron las fracturas múltiples
que causaron hipertensión y paro cardíaco. En el terreno
sexual, el estudio menciona la dilatación del ano deja abierto
el interrogante sobre una violación y respecto de alcohol
y drogas hasta anoche no se habían terminado los estudios para
determinar si la víctima había ingerido alguna sustancia.
Hasta ayer, decenas de padres llamaron, angustiados, a la seccional segunda
de Villa Gesell a cargo del comisario Osvaldo Villareal para
verificar si la víctima podía ser su hijo. En todos los
casos, esos padres respiraron aliviados y, por ahora, no existe el menor
dato para identificar al joven. El primer objetivo de los investigadores
es ése, saber de quién se trata, por lo que se sacaron muestras
de las huellas digitales para compararlas con las que existen en distintos
archivos.
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