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ENTREVISTA AL BANDONEONISTA LEOPOLDO FEDERICO
“La orquesta es mi berretín”

El notable músico, considerado uno de los mejores de la historia del tango en su instrumento, habla de su nuevo disco, grabado en vivo en Japón, y de su admiración por Aníbal Troilo y Astor Piazzolla.

Leopoldo Federico tuvo la oportunidad de volver a hacer un registro con su orquesta en pleno.

Por Roque Casciero

Cuando habla del flamante De antología, grabado en vivo en Japón junto a su orquesta, a Leopoldo Federico se le ilumina el rostro y muestra un entusiasmo más propio de un debutante que de un músico con 57 años de carrera. Este bandoneonista, al que muchos consideran el mejor en toda la rica historia del tango, confiesa que llegó a pensar que ya no volvería a grabar con su orquesta, que ha sido “el berretín” de toda su vida. “Me voy a morir pensando en la orquesta”, asegura. “No desprecio los conjuntos chicos, porque fui el primero que trabajé así, pero la masa orquestal es otra cosa. En la época que empecé a tocar era impresionante la cantidad de orquestas que había, no solamente de tango, sino también de jazz y características. Se perdió la moda, creo que por la situación económica, porque es difícil para los empresarios bancar una orquesta.”
Obstinado en su gusto, Federico recibió con placer la propuesta de una gira por Japón. Allí grabó, por las suyas y sin ninguna oferta concreta de edición, doce de los conciertos que brindó. Pero EMI se interesó en el material y finalmente tomó forma de disco compacto. El registro de los recitales fue bastante particular. “Los muchachos de la orquesta no sabían que estábamos grabando, para evitar la tensión. Yo sí tuve que bancármela. A mí me preguntan si me pongo nervioso y respondo que sí. Uno lo supera, pero hay algo de cuidado. No es que no me tenga confianza, pero estoy pensando si sonará bien, si todo lo que vamos a hacer se podrá trasmitir a través de los parlantes.”
–¿Cómo eligió el repertorio para el disco? ¿Es el de la gira o se agregó algo?
–Es parte del de la gira. La empresa japonesa me había pedido un homenaje a Gardel y uno a Piazzolla. En el disco sólo dejamos cuatro temas de Gardel, que son los que hacíamos instrumentales. Y de Piazzolla metimos “Nonino”, que había grabado cuando formé mi orquesta en el 58; “Decarísimo”, “Revirado”, “Adiós Nonino” y “Libertango”. Y también hay temas como “Palomita Blanca”, “Desde el alma” o mi milonga “Al galope”, que estaban en el espectáculo para que se lucieran los bailarines.
–Si se hace una lista de los músicos con los que usted tocó, sería casi el seleccionado ideal del tango. ¿Con quién no llegó a tocar y le hubiera gustado?
–Con Aníbal Troilo. Toqué una vez con él en un programa de televisión que se llamaba “Yo te canto Buenos Aires”. Cada lunes estaban Troilo con su orquesta, el Quinteto Real, Armando Pontier con su orquesta y Julio Sosa, al que yo acompañaba con un cuarteto, porque el presupuesto del programa no daba para más. Y con ese cuarteto que acompañaba a Sosa me moría de vergüenza al lado de las orquestas. Un día estábamos tocando y Troilo, parado atrás de una columna, me dijo: “Pibe, lo veo a usted y sufro yo. Tráigase para la semana que viene algún arreglo de su orquesta y toque con la mía”. Llevé “Tango de Angel”, que ahora está en De antología, y no solamente tocaron los músicos de Troilo, también se plegaron los violines de Pontier. Eso me lo grabaron en un disco de acetato. Y si hay algo que me ha destrozado la vida es que lo perdí, porque alguien me lo pidió prestado y no me lo devolvió más. Ese era un testimonio que tendría que haberme llevado al cajón conmigo.
–Tampoco tocó en la orquesta de Pugliese, de la cual era seguidor.
–Soy hincha de Pugliese a muerte. Una sola vez tuve la suerte de tocar con él, en “Grandes valores del tango”, durante un homenaje a Pugliese. Tocamos “Mala yunta” y de eso sí tengo la grabación. Salvo esos casos, toqué con casi todas las orquestas de gran cartel: Horacio Salgán, Florindo Sassone, Osmar Maderna, Mariano Mores, Alfredo Gobbi, Juan Carlos Cobián, Carlos Di Sarli, Astor Piazzolla...
–A Piazzolla usted le dijo que no dos veces antes de aceptar.
–Exacto. Cuando me llamó por primera vez dije que sí, porque estaba loco por unirme a su orquesta, pero cuando me dieron el repertorio y vi que había ciento y pico de piezas para estudiar pensé que no iba aterminar nunca. Entonces no fui. Se presentó una segunda oportunidad y volví a tirarme atrás. Dejé de ir al Marzotto, donde tocaba siempre Piazzolla, porque me daba vergüenza, hasta que un día aparecí y me llamó Roberto Di Filippo. Me dijo que él se iba de la orquesta y que si yo llegaba a rechazar ese lugar me mataba. Así que agarré en la ocasión más jodida, que era ocupar el lugar de Di Filippo. Pero con Astor se podía estar fenómeno; nunca hizo que me achicara.
–En su opinión, ¿quién fue el mejor bandoneonista?
–Desde pibe, siempre tuve admiración por Antonio Ríos, un bandoneonista rosarino que me subyugó. Iba a escucharlo al Café Nacional y su sonido me quedó grabado. Otro rosarino que siempre me asombró fue Di Filippo, que tenía técnica y personalidad, era un fenómeno. Pero con ellos dos no puedo dejar de nombrar a Pichuco, ni a Piazzolla, ni a Ruggero... Y si tengo que hacer nombres, no termino más, porque hay un montón de grandes bandoneonistas.
–Sin embargo, no son pocos los tangueros que creen que el mejor bandoneonista es usted.
–No, no... Y no lo digo por falsa modestia. Ahora trato de no pasar un papelón cuando tengo que hacer algo, pero no tengo más la voluntad de estar con el instrumento, estudiando. Cuando me llaman para alguna grabación o tengo que tocar con la orquesta, pienso si técnicamente puedo hacerlo o si voy a pasar un papelón. Espero que Dios me haga dar cuenta del día en que no me den los dedos, porque no me gustaría creer que estoy tocando fenómeno si estoy haciéndolo como el culo.

 


 

CORDOBA DESGRAVO LOS TEATROS
¿Bajarán los precios?

El gobierno de Córdoba dejó sin efecto el impuesto que gravaba en toda la provincia con un 3,5 por ciento las ventas de entradas de los espectáculos teatrales, por lo que ahora la actividad tendrá una alícuota cero. Así lo anunció ayer el senador provincial Carlos Presas, a cargo del Ejecutivo, por ausencia del gobernador José Manuel de la Sota que comenzó sus vacaciones. Junto a Presas, el secretario de recursos tributarios de la provincia, Angel Elletore, precisó que con la eliminación de la tasa sobre la venta de entradas se busca “fomentar la actividad teatral”. Elletore justificó la medida al destacar que “la desgravación beneficia directamente la evolución del turismo, lo cual incrementa la actividad económica de toda la provincia”.
El director de la Agencia de Turismo, Oscar Santarelli, señaló “que ahora se espera la adhesión de todos los municipios a la eximición impositiva, ya que son entes autónomos que deben decidir si adhieren". La ciudad de Carlos Paz, la que mayor actividad teatral concentra durante las temporadas veraniegas, anunció su decisión de acompañar la medida así como la localidad de Mina Clavero, que sumará esta desgravación a la que ya aplica para fomentar el turismo a través de las obras de teatro. En el gremiocordobés de actores, en tanto, hubo conformidad con la medida, que para los empresarios es muy buena.

 

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