Por F.C.
El ex vice Carlos Chacho
Alvarez dejó en claro en la cena que compartió el miércoles
pasado con el presidente Fernando de la Rúa que a su entender
la jefatura de la agencia social debería ocuparla un dirigente
de perfil ejecutivo que pertenezca al Frepaso. Si bien aún no se
hicieron nombres y, según lo que comentan en los alrededores de
Alvarez, esa persona no sería Graciela Fernández Meijide.
En el Gobierno calculan que la agencia podría estar lista para
ser lanzada antes de fin de año y que, previamente, quien se haga
cargo de ella va a tener que realizar un puntilloso trabajo de seducción
a los organismos internacionales de crédito para que acepten destinar
sus préstamos de ayuda a programas diferentes a los previstos.
Aparentemente, en el Frepaso ya no le ven a Graciela las mismas virtudes
que tenía hasta no hace mucho.
El tema de la agencia social se llevó buena parte del asado del
reencuentro organizado en la casa del jefe de Gabinete, Chrystian Colombo,
del que también participó el jefe del bloque de diputados
de la Alianza, Darío Alessandro. De hecho, la agencia se convertirá
en una de las propuestas presentadas el mes pasado por Alvarez que el
Gobierno accederá a llevar a la práctica, por lo que el
líder frepasista entiende que debe tener alguna injerencia en su
conformación.
De acuerdo con su visión, el titular del nuevo organismo debe tener
un rango de ministro y aspira a que el elegido se convierta en el principal
referente del Frepaso en el Ejecutivo, en un mismo nivel de importancia
que Colombo o el ministro de Economía, José Luis Machinea.
Según quienes conversaron del tema con el ex vice, considera que
Graciela con quien hace tiempo que mantiene una relación
distante no reúne los requisitos para el nuevo puesto. Más
de una vez, sus amigos han escuchado quejarse a Alvarez por la forma en
que Graciela conduce su ministerio.
La idea que maneja el Ejecutivo es que la agencia aglutine todos los planes
sociales que hoy están repartidos en diferentes ministerios para
evitar superposiciones, conseguir una mayor efectividad y evitar manejos
políticos. Cuando se ponga en marcha, la agencia hará en
los hechos que el Ministerio de Desarrollo Social pierda la mayor parte
de sus funciones, por lo que el futuro de Graciela entraría en
un cono de sombra.
Colombo explicó que, en verdad, todavía no está resuelto
cómo será el organigrama de la agencia. Si estará
conducido por una sola persona junto a un directorio o si tendrá
una jefatura compartida.
Como cuando se discute de candidaturas, una de las falencias del Frepaso
es la crónica falta de nombres para ocupar casilleros vacíos.
Para el caso de la agencia social, la posibilidad más fuerte que
se baraja es que la ocupe Darío Alessandro, hoy por hoy, el dirigente
de mayor confianza de Alvarez. Alessandro está cómodo en
la estratégica conducción del bloque de diputados, pero
manejar toda la política social de la gestión aliancista
no deja de ser una función atractiva. Alvarez y Alessandro viajaron
juntos al otro día de la reunión a Tucumán para participar
del cumpleaños del diputado José Vitar, otro de los integrantes
del Frepaso que viene creciendo en la estima del ex vice.
Una de las virtudes que deberá poseer el futuro titular de la agencia
social es la de ser buen negociador. En la cumbre del miércoles,
también se evaluó el inconveniente en puerta que se presentará
ante los organismos internacionales como el Banco Mundial o el BID, que
concedieron fondos al país para ayuda social. Esos fondos son librados
con la condición de que se destinen a un objetivo específico
por ejemplo, paliar las consecuencias de una inundación,
y no pueden desviarse, por más que se trate de otro rubro de carácter
social. Con el reacomodamiento que resultará a partir del nacimiento
de la agencia, varios de los planes cambiarán de nombres y destinatarios,
con lo que será necesario que los organismos acepten que sus dineros
vayan a un lugar diferente a su destino original. En la Rosada entienden
que no habrá mayores inconvenientes pero, por las dudas, igual
esperan que el nuevo funcionario tenga a la seducción entre sus
dotes.
DE
CAMPAÑA EN MAR DEL PLATA
Palazos del Presidente
El presidente Fernando de la
Rúa cerró el encuentro de legisladores radicales, realizado
el viernes en el Hotel 13 de Julio de Mar del Plata, con una exhortación
a no hacer electoralismo. Sin embargo, a la hora de motivar
a sus correligionarios presentes en el plenario, recurrió al tono
de campaña: acusó al gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf,
de poner la cara para la foto en las buenas y echarle
la culpa al gobierno nacional en las malas.
Ante una audiencia compuesta por casi 2000 personas convocadas por el
Comité Provincia de la UCR bajo el lema Por una provincia
con empleo, inversión y seguridad, De la Rúa advirtió
que aquí no se ha venido a preparar listas futuras, sino
a hablar de los problemas concretos. De esta manera, el jefe de
Estado estuvo a tono con la consigna que circuló, como un mandato,
entre la concurrencia del plenario radical: No hablar de candidaturas,
no hablar de internas, no hablar de elecciones. Como buenos soldados,
los asistentes cumplieron con lo ordenado, salvo el ex intendente de San
Isidro y ex titular de la Anses, Melchor Posse, quien se salió
del libreto al proclamar a título personal que Raúl
Alfonsín debería ser el candidato por la provincia
de Buenos Aires.
En el acto estuvieron presentes, además del Presidente, los ministros
de Interior y Salud, Federico Storani y Héctor Lombardo; el secretario
general de la Presidencia, Horacio Jaunarena; el intendente de Mar del
Plata, Elio Caprile, más toda la primera línea de la UCR
bonaerense, compuesta por Leopoldo Moreau, Angel Roig, Pascual Cappelleri,
Juan Manuel Casella y Posse.
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