Por Raúl
Kollmann
Sí, es cierto
que había una relación entre Gustavo Prellezo y Alfredo
Yabrán. El empresario le fue haciendo regalos muy costosos y en
un momento le dio 500.000 pesos, que Prellezo sostiene fueron entregados
por Palito Ortega a su ex abogado Hernán Mestre. Le dio esa plata
a cambio de una especie de confesión. La revelación
fue hecha ayer a Página/12 por el abogado de Prellezo, Jorge Freire,
quien reiteró que cree en la inocencia de su cliente: Como
le dijo a usted la semana pasada, hubo un operativo gigantesco, tal vez
comandado por el jefe de la custodia de Alfredo Yabrán, Gregorio
Ríos, y con la cobertura de la Bonaerense. En el marco de esa operación
lo mataron a Cabezas. A Prellezo, Sergio Camaratta, Aníbal Luna
y los ladrones de Los Hornos les echaron la culpa porque andaban por Pinamar
haciendo macanas.
Freire le hizo revelaciones inéditas a este diario sobre la relación
entre Prellezo y Yabrán.
El vínculo comenzó
a raíz de un problema con un cuatriciclo
y siguió un tiempo después, cuando la custodia de Yabrán
tiroteó a unos periodistas de un canal marplatense. El comisario
de Pinamar, Alberto Gómez, y Prellezo se ocuparon de ambos asuntos.
Como agradecimiento,
Yabrán les mandó un televisor enorme, un horno de microondas
y una máquina filmadora. Además, le dio un pequeño
paquetito a cada uno. La idea era que los artefactos eléctricos
fueran para la comisaría, pero Gómez se los llevó
a su casa. El asombro mayor estuvo dentro del paquetito: el de Prellezo
contenía 7000 pesos.
Por supuesto, a partir
de ese momento Prellezo quiso estrechar sus vínculos con Yabrán
más que nunca. A veces, el empresario le pedía que le llevaran
flores a su esposa o que cubrieran tal o cual cosa. Los paquetitos seguían
llegando. No todos los meses, pero bastante a menudo.
Mi cliente empezó
a tomar cada vez más confianza y por eso le fue proponiendo el
negocio de las alarmas. Está probado que Prellezo y Camaratta hablaron
con gente de Bragado para que participaran en el negocio. La idea era
que la base fueran las propiedades de Yabrán y que el empresario
pusiera el dinero básico para la inversión.
Prellezo también
se dio cuenta de que Yabrán le tenía confianza y que lo
veía más vivo, más despierto, que a Gregorio Ríos.
Usted sabe cómo son los sargentos del ejército, un poco
rígidos.
Yo le creo a Prellezo
cuando dice que no estuvo en el momento del asesinato y que no supo nada.
Ahí hubo una operación de envergadura que de ninguna manera
pudo haber hecho Prellezo con cuatro delincuentes con problemas de alcohol
y drogas.
En el momento en que
fueron detenidos los ladrones de Los Hornos, Prellezo lo llamó
a Yabrán preocupado. El empresario le dijo: No te aflijas,
esto le viene bien a (Carlos) Menem. La referencia era obviamente
a la guerra que por entonces se desarrollaba entre el ex gobernador Eduardo
Duhalde y el presidente Menem.
Después de que
Prellezo cayó preso, Yabrán le siguió mandando dinero:
unos 3000 pesos mensuales.
Un momento clave se produjo
más adelante: Yabrán le pidió que confesara algún
tipo de vinculación con el operativo de aquella noche. Le prometió
500.000 pesos a cambio y, según Gustavo (Prellezo), todo fue gestionado
a través del ex abogado Hernán Mestre. El dinero fue entregado
siempre según Prellezo por Ortega a Mestre y nunca
Prellezo lo recibió. (En esta parte de la charla estuvo presente
Horacio Lanza, el defensor de otro policía condenado, Sergio Camaratta,
quien reiteró que entre los letrados se sabía que Ortega
le pagaba a Mestre.).
Lo concreto es que, a
raíz de ese pedido de Yabrán, Prellezo admitió que
contrató a los horneros para hacer un escándalo, pegarle
a Cabezas y así desplazar al comisario Gómez que le estaba
haciendo la vida imposible y se interponía en la relación
con Yabrán. Se ve que el empresario le pidió a Prellezo
que admitiera eso para quedar al margen del crimen. Era una versión
que lo favorecía.
En síntesis, el abogado de Prellezo profundiza lo dicho por su
cliente ante Página/12: por primera vez, el principal condenado
por el crimen, el supuesto organizador del operativo, mete en el cuadro
a Alfredo Yabrán y a su gente. Hay que analizar el significado
de esta movida (ver aparte), pero algunas cosas salen a la luz sobre el
modo de actuar de los policías: contrataron a ladrones para que
robaran e hicieran lío en combinación con un negocio de
alarmas si usted no pone la alarma, los ladrones contratados por
policías le roban en una zona liberada, los uniformados llevaron
y trajeron a los ladrones a la costa y les pagaron la vivienda, estaban
al servicio de un empresario que les daba impresionantes cantidades de
dinero, en la causa Cabezas actuaron y actúan abogados que nadie
sabe quién paga. El crimen de Cabezas sigue revelando más
allá de quién disparó la trama de lo que ocurre
todos los días en el mundo policial y lo que ocurría en
el mundo de la mafia yabranista.
Apelación procedente
La apelación de la condena de Gustavo Prellezo será
aceptada. Una alta fuente de la Cámara de Casación
reconoció a Página/12 que el escrito de apelación
efectivamente fue presentado en tiempo y forma en Dolores al día
siguiente de la sentencia. El recurso fue encontrado en esa ciudad
y, aunque también en La Plata se entregó una copia,
a la Sala I de la Cámara de Casación se le pasó.
El próximo paso es que la defensa de Prellezo el doctor
Jorge Freire entregará la semana próxima un
recurso de revisión para que la propia Cámara rectifique
su decisión de diciembre en la que rechazó la apelación
y, de hecho, dejó en firme la condena a reclusión
perpetua de Prellezo.
La idea de Casación es que las audiencias de las apelaciones
se hagan lo más rápidamente posible, tal vez en febrero
o a más tardar en marzo. De todas maneras las cosas van para
largo: después habrá apelación a la Corte Suprema
bonaerense y a la Corte Suprema de la Nación.
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OPINION
Por Raúl Kollmann
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¿Qué
está pasando?
En la última semana, Prellezo y su abogado Jorge Freire
mantuvieron dos diálogos con Página/12. En ambos casos
se denota una fuerte novedad: Prellezo admite su relación
con Yabrán y sugiere que el supercartero, o más bien
el jefe de su custodia, Gregorio Ríos, estuvo relacionado
con el crimen. No está claro qué hay detrás
de todo eso:
Puede ser verdad y de
esta manera se estaría presionando a la familia Yabrán
para que le sigan pasando dinero a Prellezo a cambio de su silencio.
No debe olvidarse que Prellezo mantuvo su hermetismo a lo largo
de casi todo el tiempo transcurrido desde el asesinato. El detenido
estaría amenazando: Voy a contar la participación
de la mafia de Yabrán si no me siguen dando dinero.
Con estos dichos también
Prellezo podría estar mandando un mensaje hacia otro lado:
a sus ex jefes de la Bonaerense. Estoy empezando a hablar
sería el mensaje, de manera que si me dejan abandonado
voy a revelar quiénes fueron los policías que actuaron
aquella noche. No son pocos los que consideran que el asesinato
de Cabezas fue un operativo ordenado por jefes policiales y que
nunca se investigó en serio esta hipótesis, por cuanto
fue la propia Bonaerense la que estuvo a cargo de la pesquisa. Es
sabido que la pista policial fue prácticamente descartada
a pesar de los indicios alucinantes: las extrañas apariciones
del arma y la máquina fotográfica, el sospechoso segundo
disparo que recibió Cabezas, la forma en la que se tapó
a un policía, Carlos Stoghe, identificado a través
de un identikit por un testigo, la falsedad de las autopsias y las
certezas sobre la actuación de la banda criminal en una zona
liberada.
Todo indica que Prellezo estuvo relacionado con el crimen. No debe
olvidarse que en un momento de la causa judicial reconoció
que él organizó un operativo, con los ladrones de
Los Hornos, para pegarle a Cabezas y supuestamente asustarlo. Nadie,
que no tuviera algún tipo de responsabilidad en el crimen,
habría hecho semejante confesión relacionada con uno
de los asesinatos más brutales de la década. En ese
momento, Prellezo aseguró que era una interna con el comisario
de Pinamar y que la idea fue armar un gran escándalo para
desplazarlo. En el juicio la conclusión resultó otra:
el operativo fue sugerido por Alfredo Yabrán.
Sea como fuere, lo cierto es que ahora Prellezo está mandando
un mensaje: Estoy a punto de contar la verdad si no me dan
algo a cambio. El mensaje está destinado a los que
ordenaron el crimen.
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