Por
P.V.
La
decisión de Gastón Mazzacane de dejar el casi difunto equipo
Minardi por el en vías de resurgimiento equipo Prost parece acertada,
aunque los primeros resultados no lo muestren. La incorporación
al equipo francés, que viene de un desastroso 2000 pero que este
año tendrá asistencia técnica del campeón
mundial, Ferrari, dejó atrás la incertidumbre que rodea
a la escuadra italiana, que a poco más de un mes del inicio del
Mundial 2001, no sabe siquiera qué motores utilizará. Luego
de un año de experiencia, el torneo que empieza en Australia el
4 de marzo será el terreno en el que el piloto platense deberá
demostrar el aquilatado de su talento. Ayer, en su segundo contacto con
el Prost AP04, Mazzacane quedó último, a más de cuatro
segundos del primero.
Mazzacane completó 39 vueltas al trazado catalán de Montmeló,
en Barcelona, marcando 1m25s078, a 200,061 km/h, a 4s635 del más
rápido, el alemán Nick Heidfeld (Sauber), que dio 46 giros
y marcó 1m20s493. Heidfeld dejó libre en Prost la butaca
que ahora ocupa el argentino.
La tarea de Mazzacane se vio complicada por la lluvia matinal. El tiempo
logrado por el platense es superior al que había marcado el último
miércoles, cuando se sentó por primera vez en el AP04, cuando
giró en 1m24s640. Además, el colombiano Juan Pablo Montoya,
con el nuevo Williams FW24, sólo pudo marcar 1m23s523, tras 42
vueltas.
No estamos buscando tiempos, sino que trabajamos pensando en la
confiabilidad. Hemos realizado un gran trabajo en el sistema de frenos.
El piloto argentino seguirá probando mañana en Montmeló,
y posteriormente, lo hará del 6 al 8 de febrero en el circuito
portugués de Estoril.
Las expectativas de Mazzacane están fundadas en la reestructuración
que el francés Alain Prost hizo de su equipo, luego de no conseguir
comprador tras correr con el peor coche del año 2000, de menor
rendimiento inclusive que el Minardi. Los malos resultados del último
campeonato, en el que los Prost-Peugeot no consiguieron un solo punto,
alejaron a los sponsors: el portal Yahoo! abortó un contrato de
tres años, y la tabacalera Gauloises no aceptó la oferta
de Prost de duplicar el monto del patrocinio, estimado en 20 millones
de dólares, para mantenerse como sponsor principal del team.
Prost se veía sumergido en problemas. El retiro de Peugeot lo obligó
a buscar otro motor en el mercado, y aunque consiguió la provisión
de los motores Ferrari que el equipo de Schumacher usó en el 2000,
y también de las cajas de velocidades italianas, está obligado
a abonar unos 25 millones de dólares por el abastecimiento técnico
para todo el campeonato. El motor V10 es el mismo que, rebautizado Petronas,
impulsa a los Sauber como el que ayer, en manos de Heidfeld, fue cuatro
segundo más rápido que el Prost en Barcelona.
Enterado de que el presidente de la cadena de TV por cable PSN, Jacques
Kremer, era francés como él, Prost se puso en contacto en
septiembre pasado, poco después de haberse asegurado la asistencia
de Ferrari, con el ejecutivo, luego de enterarse que fracasaban las negociaciones
para que PSN se hiciera cargo de Minardi. Con el acuerdo de sponsorización
que llevó a Mazzacane al team de Guyancourt Prost achicó
la sangría de fondos; la terminó de cerrar vendiéndole
un porcentaje del equipo a la familia Diniz, una de las más poderosas
de Brasil.
Con un patrocinio de 12 millones de dólares, Pedro Diniz corrió
en el 2000 su quinta temporada de F-1 para el equipo Sauber. El dinero
lo aportaba la Parmalat, cuyos productos lácteos gozan de un excelente
polo de promoción en Brasil en la cadena de supermercados Pao de
Açucar, una de las mayores del país vecino, y propiedad
de Abilio, el padre del piloto. Diniz decidió este año dejar
de ser un corredor frustrado y compró un porcentaje (se estima
que cercano al 30 por ciento) del Prost Grand Prix.
No son los Diniz los únicos socios de Prost. Un 10 por ciento del
team le pertenece al conglomerado industrial LVMH, propietario de la afamada
marroquinera Louis Vuitton, y un porcentaje similar le pertenece al grupoalemán
Bertelsmann, magnates de la industria musical y del entretenimiento.
Con las arcas renovadas, Prost se reforzó técnicamente.
para reemplazar al despedido director técnico Alan Jenkins responsable
del pésimo AP03 contrató a Henri Durand, que pasó
10 años en McLaren; sumó como teammanager al catalán
Joan Villadelprat, ex Benetton, que lleva más de 20 años
en la F-1 cumpliendo esa función; se robó de Minardi al
jefe de mecánicos, Gabriele Pagliarini, y al ingeniero de pista
Jean-François Sinteff, que comenzó a trabajar con el argentino.
El auto sigue siendo confiable y nos deja trabajar tranquilos
dijo ayer Mazzacane. Ahora queda en sus manos
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