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El show de la única persona que no está en los videos de Montesinos

Luego de dejar arruinado a Perú en los �80 y de diez años de acusaciones de corrupción, Alan García volvió a su país como candidato presidencial y hace temblar a sus adversarios.

Página/12
en Perú

Por Carlos Noriega
Desde Lima

Con un terno del mismo color azul oscuro que usaba cuando era presidente, el rostro ganado por una emocionada sonrisa, la mirada que busca a los dirigentes de su partido que lo aplauden y lo miran ansiosos por acercarse a saludarlo, las brazos alzados que se agitan como respuesta a esos aplausos, el ex presidente Alan García, 51 años, descendió el sábado del avión que lo trajo de Bogotá, del exilio de ocho años y ocho meses. Llegó junto a su esposa, la argentina Pilar Nores. Al pie de la escalinata del avión lo esperaba su madre. Ambos se estrecharon en un prolongado abrazo. A las afueras del aeropuerto más de 3 mil personas aguardaban largo rato para verlo, tocarlo. “No vengo a polemizar, no me interesa, que cada uno (de los candidatos presidenciales) exponga y el pueblo escoja”, fueron las primeras palabras de García en suelo peruano. Tres horas después de su retorno al Perú, el ex presidente encabezó un multitudinario mitin en la Plaza San Martín, en el centro de Lima. Más de 50 mil personas lo recibieron a los gritos de “Alan presidente”. Sus competidores en las elecciones ya salieron a disparar sus dardos contra “el fantasma Alan”.
“García tiene que explicar por qué durante su gobierno desaparecieron las reservas internacionales, quién saqueó la banca y quién fue el responsable de las gigantescas pérdidas en las empresas públicas”, dijo Lourdes Flores, candidata de la alianza Unidad Nacional. El ex defensor del Pueblo, Jorge Santistevan, candidato de Somos Perú-Causa Democrática, expresó su temor de que un candidato surja gracias a la prescripción de sus delitos. Y el candidato de Solución Nacional y ex ministro de Fujimori, Carlos Boloña, declaró que “ya vimos lo que nos dio García en los ‘80”.
Pero Alan García vive su minuto de gloria. El sábado por la noche dejó en claro, en un discurso de más de una hora, que el centro de su propuesta será levantar una alternativa al modelo neoliberal impuesto por el fujimorismo. El ex presidente y ahora candidato se distanció claramente de sus adversarios en el terreno económico. “Ellos dijeron que había que hacer fujimorismo sin Fujimori, nosotros exigimos un cambio fundamental en la economía”, señaló García mientras la multitud lo aclamaba. Luego propuso control de tarifas, renegociación de la deuda externa, créditos a los campesinos, protección a la industria y estabilidad laboral.
Con una capacidad oratoria poco común y un carisma que sabe administrar muy bien, García envolvió rápidamente con sus palabras a la multitud. Todavía esta por verse si con ese verbo encendido García, convertido en símbolo de corrupción y mal gobierno, logra revertir esa mala imagen y la gran decepción que dejó luego de cinco años de gobierno marcados por una incontenible inflación, una creciente terrorismo y denuncias de corrupción. El cuestionado ex presidente atribuyó las denuncias de corrupción en su contra a una campaña montada por el régimen de Fujimori “que compró a los que me acusaron”. La aparición en los últimos días de los escandalosos videos grabados por Vladimiro Montesinos (ver nota aparte) le han dejado servido el terreno para que argumente su defensa. “El periódico que me sacaba en sus páginas vestido como presidiario tiene ahora a su director prófugo (el director del diario Expreso, Eduardo Calmell del Solar, está acusado de recibir más de 2 millones de dólares de manos de Montesinos), el parlamentario que presidió una comisión investigadora que me acusó cobraba bajo la mesa (el ex congresista Luis Bedoya aparece en un video recibiendo dinero de Montesinos y ahora está preso) y el vocal que me declaró reo contumaz ahora es él un reo contumaz (el vocal Alipio Montes de Oca es protagonista de otro video en el querecibe instrucciones y la oferta de un soborno de 10 mil dólares mensuales de Montesinos)”. La plaza hervía de entusiasmo. “Yo no tengo ningún video”, remató el candidato.
La llegada de García ha sacudido la campaña electoral. Sus rivales se asustan ante su capacidad de convencimiento y su carisma. Luego de diez años de ser blanco de los más duros ataques y a pesar de haber encabezado un gobierno que dejó un muy mal recuerdo, ha regresado a su país en olor a multitud. Según las encuestas, García figuraba antes de su llegada al Perú en cuarto lugar con 10 por ciento, por detrás de Toledo, 34 por ciento, Fernando Olivera, 13 por ciento y Lourdes Flores, 12 por ciento. Pero estos sondeos se realizaron antes que las candidaturas de Olivera y Flores fueran golpeadas por la revelación de que algunos de sus cercanos colaboradores habían mantenido un estrecho contacto con Montesinos, y ahora que García ha comenzado a hablar, seguramente trepará en las encuestas.


LA LISTA DE IMPLICADOS ES CADA DIA MAS LARGA
El hombre que grababa demasiado

Por C. N.

Los videos dejados por Vladimiro Montesinos y su enfermiza obsesión de grabarlo todo están conmoviendo al país. Las imágenes del congresista Ernesto Gamarra, miembro del opositor Frente Independiente Moralizador (FIM) y nada menos que vicepresidente de la comisión parlamentaria (ahora desactivada) que investiga a Montesinos, recibiendo dinero de manos uno de los socios de Montesinos ha llevado a su límite la indignación de los peruanos. El video de Gamarra inició una agitada semana de impactantes revelaciones.
Al día siguiente otra cinta mostraba a tres vocales supremos recibiendo instrucciones, con disciplinada sumisión, de Montesinos, quien les anuncia los nombramientos que va a realizar en el Poder Judicial. El tercer video de la semana fue aún más escandaloso. Y sus repercusiones pasaron las fronteras. En esa cinta, el ex hombre fuerte del Perú le da instrucciones al juez que debía dar un voto diariamente en un millonario juicio entre una empresa norteamericana y una francesa por la propiedad de la mayor mina de oro de Latinoamérica. Montesinos le pide que vote a favor de los norteamericanos porque a cambio el gobierno de ese país le había ofrecido apoyar al Perú en las negociaciones de paz con Ecuador. El juez cumplió el encargo.
El viernes fueron detenidos el ex ministro de Fujimori, Tomás Gonzales Reátegui y el alcalde del distrito limeño de Miraflores, Luis Bedoya de Vivanco. Ambos se reunieron con Montesinos cuando éste le entregó más de cien mil dólares a Bedoya antes de las elecciones que lo convirtieron en alcalde. El caso Bedoya, hijo del fundador y patriarca del derechista Partido Popular Cristiano Luis Bedoya Reyes, ha removido a la clase política y afectado seriamente a su candidata presidencial Lourdes Flores. La candidatura de Fernando Olivera, que ha hecho su carrera política levantando las banderas de la moralización, también ha quedado duramente golpeada al conocerse que su brazo derecho, Ernesto Gamarra, era un hombre de Montesinos.
Pero el explosivo show de la corrupción recién comienza. La corrupción parece no haber dejado rincón a salvo entre la clase dominante peruana. El efecto de los llamados “vladivideos” amenaza ser devastador. Los intocables de siempre están siendo puestos en evidencia y encarcelados. Ante esta situación crecen las presiones para detener las investigaciones. Una muestra de esas presiones fue la desactivación de la Comisión Parlamentaria Investigadora de los delitos de Montesinos. Y gracias a los videos que Montesinos grabó a escondidas, el país está conociendo a través de las pantallas de televisión a los personajes involucrados con la corrupción, muchos de los cuales pasaban como intachables moralizadores u honestos empresarios hasta la aparición de estos videos.

 

 

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