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PINOCHET SERIA HOY PROCESADO POR LA CARAVANA DE LA MUERTE
Tata, guarda que le llega su hora

Analistas y políticos chilenos asumen como casi un hecho que el juez chileno Juan Guzmán ordenará el procesamiento del ex dictador. Pero la salud de Pinochet puede jugarle a favor.

Durante la mañana de hoy, es muy probable que el ex dictador chileno Augusto Pinochet se convierta en un reo para la Justicia de su país. El juez Juan Guzmán dará a conocer su veredicto sobre la responsabilidad en los crímenes de la Caravana de la Muerte, en octubre de 1973. Y todo indica que Guzmán determinará que Pinochet debe ser procesado por la autoría intelectual de estos crímenes, y hasta que pueda ordenar su arresto domiciliario. La decisión de Guzmán, sea cual fuere (es menos probable, pero también puede ocurrir que exima de juicio al ex dictador por su estado de salud), es apelable.
La decisión de Guzmán llega luego de una semana muy agitada que puede tener consecuencias para el caso. Respondiendo al interrogatorio que el juez le hizo el martes, Pinochet inculpó al general Joaquín Lagos Osorio, jefe de la Primera Región del Ejército en 1973 (en esa región ocurrieron los crímenes de la Caravana de la Muerte), y negó su responsabilidad en carácter de autor intelectual de estos asesinatos. Lagos Osorio, quien también fue acusado por el propio jefe de la Caravana de la Muerte, general (R) Sergio Arellano Stark, fue entonces al programa político de televisión más importante del país (“Medianoche”, de Televisión Nacional de Chile), para contar con lujo de detalles todas las torturas que sufrieron las víctimas y cómo Pinochet estaba implicado en la cuestión. Ayer, en una entrevista con el diario El País de Madrid, reiteró que “a costa mía, Pinochet intentó limpiar su imagen. No es de hombre en las Fuerzas Armadas eximirse de la responsabilidad e imputársela a un subalterno”.
Pinochet cayó el viernes con un pequeño infarto cerebral. Anteayer ya había sido dado de alta, pero su internación coincidió con las horas en las que Guzmán redactaba el borrador del fallo. Teniendo en cuenta que fueron otros infartos cerebrales los que le provocaron “una demencia leve a moderada”, según los exámenes médicos, otro infarto podría empeorar su estado mental y esto podría influir en la decisión del juez. El mismo reconoció que las presiones políticas para terminar con el caso son fuertes.
Desde el punto de vista procesal, analistas chilenos coinciden en que casi no hay manera de que Guzmán decida eximir a Pinochet del juicio. La “demencia leve a moderada” es muy lejana respecto de una demencia plena y no alcanza para declarar a Pinochet demente y hacerlo zafar del juicio. El mismo Guzmán, después de interrogarlo, dijo que lo veía “perfectamente normal”. También influyen los antecedentes del caso: cuando Guzmán lo intentó procesar el 1º de diciembre, el fallo de la Corte Suprema que frenó esta medida no cuestionó las pruebas contra Pinochet sino tan sólo el cumplimiento del requisito de una declaración indagatoria. Y como si esto fuera poco, sobre una de esas pruebas, una lista de las víctimas de la Caravana con anotaciones del propio Pinochet, el ex dictador desoyó a sus abogados y admitió que la letra era suya pero no la responsabilidad, cuando para Guzmán una cosa va con la otra.
“Si hay una sentencia, lo más probable es que la cumpla en su casa y nadie espera otra cosa porque sería inhumano”, dijo Isabel Allende Bussi, hija del presidente Salvador Allende, derrocado por Pinochet en septiembre de 1973, en declaraciones publicadas ayer por el diario chileno La Nación. “En Chile no está contemplado eso, pero haríamos un gesto al mundo si, a diferencia de lo que ocurría en la dictadura, nosotros mostráramos sentimientos de humanidad hacia un condenado como Pinochet.”

 

 

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