La
novela por el pase de Pablo Aimar al Valencia parece que llegó
a un final feliz, aunque todavía le faltan algunos capítulos.
Ayer por la tarde, en una reunión mucho menos explosiva de lo esperado,
la Comisión Directiva de River aprobó la venta del talentoso
volante, pero facultó al presidente de la entidad, David Pintado,
a viajar a España para intentar elevar la oferta y terminar de
concretar la operación. Más allá de alguna eventual
mejora que pueda conseguir Pintado, la aprobación del pase se hizo
por la propuesta de 15.340.000 dólares limpios para River. Aimar
viajó anoche rumbo a Valencia junto al presidente, al tesorero
Roberto Jakobi y al asesor letrado Eduardo Galeano, quienes se encargarán
de finiquitar la transferencia. Alertados por lo que se vivió la
semana pasada, ahora son los dirigentes del Valencia los que abren el
paraguas.
Luego de un arduo trabajo durante el fin de semana para conseguir los
votos necesarios, el oficialismo logró el objetivo de aprobar la
venta en los términos que había acordado con el Valencia
el jueves y que un rato más tarde había desechado ante la
presión de los opositores. Sin embargo, la firme postura del jugador
de emigrar en esta ocasión llevaron a los máximos dirigentes
a esforzarse para darle el gusto. Por eso, con 14 votos a favor y 7 en
contra, la CD aprobó la venta en poco más de 15 millones
limpios, más allá de que todavía tenga la esperanza
de que la delegación que encabeza Pintado consiga algunos dólares
más. Parece improbable, teniendo en cuenta que desde Valencia aseguran
que no desembolsarán ni un dólar más de los 20 millones
a los que se estira la operación con los porcentajes que le corresponden
al jugador (15 por ciento), a Estudiantes de Río Cuarto (10 por
ciento) y a la AFA (2 por ciento).
Por petición del ex oficialista y ahora opositor Ricardo Grosso,
la votación se hizo de manera nominal, con lo cual se conoció
qué eligió cada uno de los 21 miembros. Así se supo
que José María Aguilar, Mario Israel, Jorge Carullo, Ricardo
Grosso, César Traversone, Alberto Sutton y Ricardo Anglovec fueron
los siete dirigentes que se opusieron a la venta. Pese a las especulaciones,
la reunión fue más tranquila de lo esperado. Los mayores
cuestionamientos pasaron por saber los motivos por los cuales se vendía
a Aimar por una cifra mucho menor a la que se rechazó cuando a
Javier Saviola lo pidió el Barcelona. Según explicaron los
dirigentes, en aquella ocasión los 22 millones limpios que supuestamente
ofrecían los catalanes nunca se tradujeron en una propuesta formal.
Tras la aprobación, Pintado explicó los motivos de su viaje
a Valencia. La venta está aprobada sobre la sugerencia que
hizo el Valencia, pero vamos a viajar a tratar de mejorar un poco las
aspiraciones de River, aprovechando que se va a hacer una negociación
directa, ya sin intermediarios, remarcó Pintado. Mientras
en River se trataba su partida, Pablo Aimar preparaba las valijas en Tandil.
Conocido el resultado, el jugador partió de inmediato hacia Buenos
Aires para unirse con Pintado y los otros dirigentes para viajar a Valencia,
ya que en las próximas horas será presentado en su nuevo
club.
Claro que con todas las idas y vueltas que se han vivido en River en los
últimos tiempos, y en especial con esta transferencia, en Valencia
no quieren dar nada por seguro hasta que vean todos los papeles firmados
y a Aimar con la camiseta del club pisando el césped de Mestalla.
Anoche, el consejero delegado Manuel Llorente, uno de los dirigentes que
el jueves había asegurado que el pase estaba hecho, no confirmó
que el cordobés ya sea jugador del Valencia. Suponemos que
si viajan hasta aquí es porque habrán aceptado las condiciones
del Valencia, si no, no tendría sentido que vinieran además
acompañados de un abogado. No obstante, hasta que no esté
firmado, no hay nada hecho, señaló Llorente. A esta
altura, nada parece seguro.
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