Página/12
en Perú
Por
Carlos Noriega
Desde Lima
Valentín
Paniagua (el presidente del Perú) es tío de Alberto Venero
(socio y testaferro de Vladimiro Montesinos, detenido el fin de semana
en Miami). Venero le dio a Paniagua 30 mil dólares para su campaña
electoral para ser congresista. Esta fue la frase, difundida en
el programa Tiempo nuevo de televisión, que desató
una grave crisis política en la noche del domingo. El canal América
Televisión presentó al acusador como a un ex guardaespaldas
de Vladimiro Montesinos. Luego se sabría que era Ronald Perea,
un ex policía, quien en 1998 abandonó su institución
con cuarenta denuncias en su contra y que trabajó como chofer y
hombre de seguridad de José Francisco Crousillat, propietario de
América Televisión y muy cercano a Montesinos. El presidente
Paniagua llamó indignado al conductor del programa y autor del
reportaje, Nicolás Lucar, ex periodista fujimorista. Esta
es una infamia y parte de una conspiración para desestabilizar
el proceso democrático, dijo el presidente alzando la voz.
Ante la presión de sus colegas en el canal, Lucar renunció
al programa.
Lucar justificó el reportaje, en el cual no se presentó
ninguna prueba que respaldara las afirmaciones de Perea, diciendo que
se debe saber toda la verdad. En la década fujimorista,
Lucar jugó un papel clave para ocultar los delitos cometidos por
el servicio de inteligencia manejado por Montesinos. Minutos después,
Paniagua dirigió un mensaje al país en el que levantó
los cargos en su contra y repitió la tesis del complot montesinista
contra el gobierno de transición democrática.
Paniagua no fue el único que asoció el reportaje con una
maniobra de Montesinos para desestabilizar el proceso de democratización
y las investigaciones que están poniendo al descubierto a los integrantes
de la red de corrupción que montó el ex asesor de los servicios
de inteligencia. El alcalde de Lima, Alberto Andrade, quien había
sido invitado al programa Tiempo nuevo, le dijo a Lucar: Veo
que este canal sigue al servicio de Montesinos, esto no se puede permitir.
Andrade se sacó el micro, lo tiró sobre la mesa y se marchó.
Poco después, el presidente del Congreso, Carlos Ferrero, que también
fue acusado por Perea de recibir dinero de manos de Montesinos, repitió
la misma escena de indignación.
Los periodistas de otros programas noticiosos de América Televisión
se negaron ayer a trabajar exigiendo el despido de Lucar, por lo que consideran
una maniobra para favorecer a Montesinos. La oscura trayectoria de Lucar
y del canal de televisión al servicio de Fujimori y Montesinos
avivó el fuego de la indignación. La misma noche que se
emitió el programa, un grupo de manifestantes llegó a protestar
a las puertas de América Televisión. Ayer por la noche se
realizó una manifestación frente al Palacio de Gobierno
en apoyo al gobierno de Paniagua y al proceso de investigación
de la corrupción fujimontesinista que se está realizando
en medio de fuertes presiones para detenerla y que el reportaje buscaba
dinamitar. Las manifestaciones de apoyo se repitieron en varias ciudades
del país. El consejo de ministros emitió un comunicado en
el que denunció que las afirmaciones de América Televisión
se suman a la campaña de
calumnias promovida por quienes están o saben que estarán
implicados en las investigaciones en curso. Una clara alusión
a Crousillat, incluido en las investigaciones del soborno de Montesinos
al congresista Alberto Kouri, ya que el dueño de América
Televisión estuvo presente en la cita en la que Montesinos compró
el apoyo político de Kouri.
Durante el régimen fujimorista, América Televisión
jugó un importante rol también en la guerra sucia contra
los opositores al anterior gobierno. Grabaciones de conversaciones telefónicas
entre Crousillat y Montesinoshan puesto en evidencia la estrecha relación
que ambos mantenían. Estas revelan que Crousillat recibía
órdenes de Montesinos para definir el contenido de los programas
noticiosos de su canal. El reportaje a Perea, manipulado para manchar
a Paniagua y cubrir con un manto de duda las investigaciones contra la
corrupción montesinista que comprometen al dueño de América
Televisión, ha hecho recordar los tiempos de la guerra sucia digitada
desde las oficinas de Montesinos y que tuvo en ese canal de televisión
uno de sus vehículos de transmisión. Pero la maniobra ha
sido evidente en sus intenciones, y el canal montesinista ha quedado al
descubierto. Aunque fue la abundancia misma de los llamados vladivideos,
que alcanzan a toda la clase política peruana, la que prestó
alguna verosimilitud a la maniobra de Montesinos.
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