Por Hilda Cabrera
Formado en la escuela de mimo
de Angel Elizondo, en la Municipal de Arte Dramático (EMAD) y en
la Nacional de Circo de Cuba, el actor y director Gerardo Hochman dice
haber encontrado en la acrobacia (que aprendió con Osvaldo Bermúdez)
algo más que técnicas. Supo que allí existía
una veta acaso inexplorada para poder armar secuencias teatrales y transmitir
al público las más entrañables emociones, aun cuando
cree que ese lenguaje no va más allá del abecé. La
acrobacia no se usa para reflexionar sobre el universo, apunta a
Página/12 este artista atrapado por una estética circense
que él mismo renovó a través de sus espectáculos,
como Gala, obra que dirige y puede verse desde mañana y hasta el
domingo en Buenos Aires Design (Pueyrredón y Libertador). En ese
espacio, convertido por su troupe en carpa de cemento, Hochman
intenta hallarle nuevas facetas a su trabajo. El espectáculo, cuyo
diseño coreográfico es obra del director, Teresa Duggan
y Mariana Paz, enlaza acciones acrobáticas y de danza con otras
actuadas y relacionadas con la vida entre bambalinas. Como en algunas
puestas de la francesa Ariane Mouchkine y películas de Bergman
y Fellini (creadores a los que fascinó el mundo de los artistas
circenses), el público de Gala será testigo de otra rutina:
la de los camarines.
Fundador en 1992 de la Compañía La Trup y director de la
Escuela de Circo La Arena desde 1994, Hochman ha concretado, además
de Gala y el reciente Bellas Artes (que se repondrá en el Teatro
San Martín), otros interesantes montajes: Emociones simples (1993),
En la arena (1994) y En órbita (1995). La invitación a participar
con Gala en el Festival Internacional Teatralia de Madrid (en marzo de
2000) le significó nuevos viajes. La troupe inicia el 14 de febrero
una gira de dos meses por España con el acrobático Gala,
síntesis de actuación, danza y música, que aquí
sugiere climas y ha sido compuesta y grabada especialmente para este espectáculo
por Jorge Polanuer, saxofonista de la agrupación Cuatro Vientos.
¿Qué entiende por acrobacia? ¿La asocia a la
idea de vértigo, de peligro?
Es una actividad que convive con el riesgo, donde el cuerpo gira
sobre su propio eje superando la altura de la cabeza y debe desplazarse
entero por el espacio con movimientos muy extremos. Pero la intención
en Gala es achicar el peligro a través de un buen aprendizaje.
Es importante no empujar el cuerpo y saber cómo sostenerse.
A veces las cosas salen mal y el artista se puede dar un porrazo, pero
nosotros no alentamos el riesgo. Tampoco ese morbo que se espera del circo
tradicional: trabajar sin red, por ejemplo. Nos interesa subrayar el costado
poético de la acrobacia, alejándonos de aquello que pueda
dar idea de hazaña. Y si llega a ser realmente una hazaña,
no la remarcamos, para que el público sienta que la acrobacia es,
ante todo, un arte que comunica.
¿Hay grupos de nuevo circo?
Hay una movida dentro del género circense, pero nosotros
no la llamamos nuevo circo. Esa denominación es utilizada por los
que están fuera de este tipo de trabajo y no saben cómo
llamarlo. En este momento hay grupos que aplican técnicas circenses
pero, en general, como en nuestro caso, no para que se los admire por
las habilidades acrobáticas, sino para transmitir emociones.
¿Cómo inserta la actuación en sus espectáculos?
A diferencia de lo que se piensa, la actuación está
implícita en el trabajo del artista de circo. Nosotros no armamos
Gala alternando escenas con un poquito de circo y otras de teatro. Nuestra
propuesta es hacer circo con gestualidad. El público verá
a un dúo en una rueda metálica, a una trapecista haciendo
piruetas en un aro y asistirá a la construcción de una pirámide
humana... Pero esas escenas no están sueltas, conviven
conotras de la vida en los camarines. Cuando actuaba, y no me dedicaba
por entero a la dirección como ahora, mi deseo era mostrar el backstage,
esas escenas que se suceden fuera del escenario y van cosiendo
el espectáculo. La gente que ingrese en la sala va a ver a las
chicas maquillándose o a los intérpretes repasando algún
fragmento de coreografía.
¿Cómo son sus guiones?
Escritos, pero no a la manera tradicional: describo situaciones,
atmósferas... En general, trabajo solo, aunque a veces encaro con
otros esa cocina de ideas. En Gala trabajé la coreografía
junto a Teresa Duggan y Mariana Paz. Lo nuestro era un ping pong de ideas.
Ahora pienso sólo en Gala y la gira, pero me gustaría hacer
una obra sobre Leonardo Da Vinci. Me interesa la pintura que me despierta
a un mundo de movimientos. En Bellas Artes elegí artistas como
Pablo Picasso, Auguste Rodin y Joan Miró, porque me emocionan.
También René Magritte, que me intriga, y Marc Chagall, a
quien siento mi pariente: es de mi aldea, aun cuando mis padres
son argentinos y mis cuatro abuelos, judíos polacos.
Todos con el náufrago
Tom Hanks logró su sexta candidatura a los premios del
Sindicato de Actores, galardones anunciados ayer en Los Angeles
y considerados otro claro indicador de los gustos del Oscar. Junto
a Hanks, seleccionado por Náufrago, la séptima edición
de los premios del Sindicato escogió como candidatos al mejor
actor a Jamie Bell (Billy Elliot), Russell Crowe (Gladiator), Benicio
del Toro (Traffic) y Geoffrey Rush (Quills). En la categoría
de mejor actriz, el Sindicato seleccionó a Joan Allen (The
Contender), Juliette Binoche (Chocolat), Ellen Burstyn (Requiem
for a dream), Laura Linney (You can count on me) y Julia Roberts
(Erin Brockovich). Aunque los nombres de muchos de los candidatos
coinciden con los elegidos por la Asociación de la Prensa
Extranjera en Hollywood, existen destacadas ausencias especialmente
entre actores extranjeros en Hollywood como el español Javier
Bardem y la cantante Björk, ambos alabados por la crítica.
Los premios del Sindicato fueron ganando una mayor popularidad por
marcar los supuestos gustos de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas
a la hora de escoger los candidatos al Oscar en las categorías
relacionadas con la interpretación. Seleccionados por los
miembros del Sindicato, muchos de ellos pertenecientes también
a la Academia y encargados de la elección de categorías,
el grupo coincidió varias veces en el pasado a la hora de
elegir ambos galardones, con lo que puede ser un buen termómetro
para las candidaturas al Oscar que se anunciarán el 13 de
febrero.
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