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NUEVA BAJA DE MEDIO PUNTO DE LA TASA DE INTERES INTERNACIONAL
Alan Greenspan es el socio de Machinea

El titular de la banca central estadounidense recortó otra vez la tasa por miedo a la recesión, medida que aligera la tarea del ministro de Economía para que Argentina inicie un ciclo de crecimiento. Ahora, el Gobierno espera que también bajen las tasas internas.

Alan Greenspan, presidente de la FED. En la city especulan que habrá más ajustes hacia abajo de la tasa.

Por Claudio Zlotnik

José Luis Machinea sigue en la buena racha. Ayer, Estados Unidos volvió a bajar la tasa de interés en medio punto porcentual, acumulando una caída de un punto desde que empezó el año. Después de conseguido el blindaje financiero, la ayudita que le está dando Alan Greenspan, titular de la FED, al ministro aparece como decisiva para lograr una baja en las tasas de interés internas. Una condición ineludible para hacerse ilusiones con la demorada reactivación económica. Así lo creen en el equipo económico. “La determinación de la Reserva Federal es relevante porque confirma la mejora en el contexto internacional, que se suma a las medidas que estamos poniendo en marcha. No sé en el corto plazo, pero hacia mediados de año vamos a ver señales claras de crecimiento”, se esperanzó, en diálogo con Página/12, Julio Dreizzen, subsecretario de Financiamiento.
La tasa de interés en los Estados Unidos, que empezó el 2001 en el 6,5 por ciento anual, ahora retrocedió al 5,5 por ciento. Y en el 5,0 por ciento la de “descuento”, aquella a la cual la FED le presta a los bancos. En la city creen que Alan Greenspan volverá a disminuir el costo del dinero en marzo, posiblemente en otro medio punto, si se toma en cuenta el cierre de las operaciones a futuro de los títulos de corto plazo del Tesoro estadounidense. Incluso hay quienes, como Bruce Steinberg, economista jefe de Merrill Lynch, prevén una tasa del 4,75 por ciento para mediados de año, un nivel similar al que mostraba después de la caída de Rusia, en plena crisis internacional. La noticia de la caída de la tasa tuvo un impacto marginal en los mercados (ver aparte).
Inevitablemente, la movida de Greenspan remite a dos cuestiones. Una: por qué el banquero más poderoso del mundo está impulsando una rebaja tan agresiva de la tasa. Segunda: qué efectos tendrá para la Argentina.
Respecto de lo primero, el propio Greenspan admitió sus temores a que la economía estadounidense ingrese en un ciclo recesivo, después de una década de fuerte expansión. En su comunicado, Greenspan mencionó la debilidad de las ventas minoristas y de las ganancias empresarias, y el deterioro en la confianza de los consumidores, que se encuentra en el peor nivel de los últimos cuatro años, como consecuencia de la desaceleración económica. Justamente, ayer se conoció que, en el último trimestre de 2000, el Producto Bruto se expandió a un ritmo del 1,4 por ciento anual (el más bajo en cinco años), muy por debajo del 5,9 por ciento de la primera parte del año. “Estas circunstancias han reclamado una respuesta rápida y agresiva de la política monetaria”, apuntó Greenspan.
En cuanto al impacto de la caída de la tasa en la Argentina existe una coincidencia unánime: ahorra recursos y abre las puertas a la llegada de fondos frescos desde el extranjero. Según estimó Dreizzen, los servicios de la deuda disminuyen en 100 millones de dólares anuales por cada punto de baja en la tasa estadounidense. Sin embargo, este ahorro quedará prácticamente diluido dadas las tasas exorbitantes a las que se tuvo que financiar Economía en la última parte de 2000, en medio de la crisis desatada tras la renuncia de Carlos Alvarez. Según Nicolás Gadano, subsecretario de Presupuesto, ese sobrecosto trepó a los 70 millones.
Por eso, todas las fichas de Economía están puestas a que la baja de la tasa por parte de la FED redunde en que los inversores internacionales apuesten por los mercados emergentes, como el argentino. ¿Por qué habría que hacerse ilusiones? Con tasas menos atractivas en los Estados Unidos, los fondos de inversión van a la pesca de rentabilidades jugosas en otros mercados. Algo de ese proceso ya se percibió durante enero, con la recuperación de los bonos y de las acciones.
La mayor demanda de títulos –empujada también por la seguridad de cobro que da el blindaje– hace subir sus precios y caer las tasas que devengan. Este juego financiero permitió que el riesgo país, que en noviembre llegó a 992 puntos, ahora haya caído a 667. Y la apuesta de Machinea es que, en algún momento, el abaratamiento de los costos llegue a la gente y apuntale la economía. De concretarse, sería el “círculo virtuoso” pregonado por el Gobierno.
–Hasta ahora, las tasas que cobran los bancos cayeron a niveles pre crisis. ¿Cuándo bajarán más? –preguntó este diario a Dreizzen.
–Las entidades financieras siguen con atención la evolución de la economía. En la medida que ésta repunte, y haya una percepción de un menor riesgo, los bancos van a prestar más barato. Por eso es muy importante que se esté normalizando el acceso al crédito por parte del Estado y que, gracias al blindaje, habrá más liquidez disponible para el sector privado.
“Junto con el blindaje y la revalorización del euro y de los commodities, la flexibilización de la FED da aire para crecer. Siempre que Estados Unidos bajó la tasa, a los países emergentes les fue bien”, señaló a Página/12 Javier Finkman, economista jefe del HSBC. Pero advirtió: “lo que vamos a discutir de ahora en más es si este crecimiento es sostenible en el tiempo”.
A propósito, el Gobierno mostró algunas iniciativas para potenciar los beneficios que traerán la baja de la tasa y el blindaje. Anunció un Plan de Infraestructura que asegura buenos resultados para el corto plazo. Cerró cuestionables acuerdos con varias empresas de servicios aumentando tarifas a cambio de adelantar inversiones (Loma la Lata, trenes, subtes y autopistas) y rebajó impuestos para las compañías por 2500 millones de pesos. Sin embargo, en la columna del “debe” todavía le quedan espacios vacíos: lograr una rebaja de los costos de los servicios públicos y mostrar resultados concretos en la lucha contra la evasión.

 

Machinea a Washington

José Luis Machinea viajará el domingo a Washington para entrevistarse con el flamante secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul O’Neill. La reunión se producirá el lunes por la tarde. El ministro estará acompañado por el secretario de Finanzas, Daniel Marx, quien se encuentra en aquel país buscando interesar a inversores en el canje de deuda que Economía concretará durante la primera quincena de este mes. De acuerdo a lo que trascendió, el temario que abordarán Machinea y O’Neill girará en torno a los objetivos de la administración George Bush respecto a América latina y, particularmente, acerca de las relaciones bilaterales. También se analizará la situación financiera internacional, a partir de la baja de tasas en Estados Unidos, y se tratará cómo puede evolucionar la economía de ese país, que se encuentra en un proceso de desaceleración.

 

La city ya lo había descontado

El anuncio de Alan Greenspan tuvo escaso impacto en los mercados. Las acciones subieron 0,2 por ciento en promedio, mientras que los títulos públicos avanzaron entre 0,3 y 0,5 por ciento. El tibio saludo de los financistas a la rebaja de la tasa se debe a que éstos ya se habían adelantado a la medida. Durante enero, el índice de acciones líderes MerVal trepó 27,8 por ciento. Lo mismo que lo ocurrido en el microcentro, en Wall Street los negocios también estuvieron aplacados. El índice Dow Jones subió apenas el 0,1 por ciento, mientras que el Nasdaq (panel tecnológico) perdió 2,3 por ciento y la Bolsa de San Pablo cedió el 0,3.
“Con la rebaja de la tasa, la Argentina se convirtió en un mercado atractivo. A menos que la economía estadounidense caiga en recesión y provoque temor entre los inversores, la recuperación de acciones y bonos continuará. Las perspectivas son muy buenas”, señaló a Página/12 Aníbal Penet, gerente de finanzas de la AFJP Previsol. No obstante, el rally alcista de los papeles se morigeró en las últimas sesiones. Y el volumen de negocios, que llegó a 40 millones de pesos la semana pasada, ahora no logra superar los 20 millones.
En las próximas semanas, el ritmo de los negocios estará marcado por la evolución de la economía y la posibilidad de que la Fed vuelva a bajar la tasa. Los financistas estarán también atentos al resultado del canje de deuda, cuya etapa de preparación empezaría hoy mismo.

 

¿Tendrá impacto en la economía real?

Pedro Lacoste, economista
“Es relativo”

“Es una buena noticia financiera tanto porque cae el costo del dinero como porque hay mayor disponibilidad de fondos para invertir en las economías emergentes. Ahora, el impacto de esta buena noticia sobre la economía real es relativo. De ninguna manera está implícito que toda la bonanza financiera se traducirá en bonanza económica para la gente. Para que esto ocurra tiene que haber consumidores dispuestos a endeudarse y empresarios dispuestos a invertir. Un mejor escenario financiero es bueno, pero no suficiente. Creo que los 30 meses de recesión siguen pesando fuerte para que la gente se anime a gastar y las empresas a invertir. No me parece que la baja de tasas cambie alegremente esa situación. Por otra parte, las tasas para los préstamos personales, hipotecarios, a pymes no dependen sólo del costo de fondeo de los bancos sino también de su voluntad para prestar.”


Orlando Ferreres, economista
“Efecto lento”

“Es un gran negocio para la Argentina que Estados Unidos siga bajando sus tasas. Por varios motivos. El primero es que disminuye el costo de financiamiento para el Estado. Eso debería traducirse en una baja del riesgo país. En segundo lugar, la reducción de tasas seguramente estará acompañada de la depreciación del dólar –y del peso– frente a otras monedas. Por otra parte, hay que recordar que en los últimos dos años los financistas optaron por el ‘fly to quality’ (vuelo a la calidad) y se escudaron en bonos americanos. Pero ahora la diferencia de tasas con los mercados emergentes es tan grande que empezarán a volcarse a títulos de países como la Argentina. Es decir, se producirá una distribución de inversiones que antes estaban concentradas en Estados Unidos. La economía real también saldrá favorecida, aunque sus efectos se notarán lentamente.”


Arnaldo Bocco, economista
“Es una ayuda”

“La baja de tasas se expresa con un incentivo para invertir en mercados emergentes. Desde hace un año los financistas dejaron de mostrar interés por los bonos emergentes, pero a partir de la caída de tasas en Estados Unidos esta tendencia empezará a revertirse. Las mayores facilidades del Estado para financiarse harán posible que el sector privado vuelva al mercado de capitales. En conclusión, la decisión de la Reserva Federal crea las posibilidades para una sustancial reducción del costo del dinero en la Argentina. Esto mejora las perspectivas de crecimiento. La economía real tiene tres obstáculos: dinero caro, impuestos elevados y tarifas de servicios públicos altas. Con la baja de tasas, el mercado internacional le está dando una pequeña ayuda a la Argentina, porque influye en la disminución de uno de los costos que inciden en la fijación de precios.”

 

 

 

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