Finalmente, los abogados del ex dictador chileno Augusto Pinochet presentaron
ayer dos recursos apelando el fallo del juez Juan Guzmán de procesar
a su cliente por los crímenes de la Caravana de la Muerte. Sin
embargo, ni siquiera los cercanos a Pinochet apuestan alguna ficha a este
nuevo episodio judicial. Más bien, están colocando al ex
dictador en algún altar de la historia que compense sus desgracias
actuales. El alcalde de la comuna santiaguina de Providencia, Christian
Labbé, comparó a Pinochet con Napoleón porque está
viviendo el sino de los hombres grandes, que después de haber entregado
todo por el país son objeto de injusticias. El ex presidente
uruguayo Juan María Bordaberry (que abrió las puertas a
la dictadura en su país en 1973, el mismo año del golpe
de Pinochet) dijo en una entrevista al diario El Observador de Montevideo
que llamó a su amigo chileno para apoyarlo. Por su parte, el gobierno
salió a decir que el país está tranquilo,
en respuesta a las declaraciones de anteayer del jefe de la Armada, almirante
Jorge Arancibia, anunciando tempestades en el país.
Desde el lunes, día en que Guzmán dio a conocer la encargatoria
de reo para Pinochet, la defensa del ex dictador no había respondido.
Los abogados se debatían entre presentar recursos contra el fallo
del juez y agregarle, además, un pedido de hábeas corpus
por el estado de salud de su cliente. Gustavo Collao, coordinador de la
defensa de Pinochet, anunció ayer que fueron dos los recursos contra
la doble decisión de Guzmán de dictar el procesamiento contra
Pinochet y de negarle al mismo tiempo la posibilidad de sobreseimiento
por su estado de salud. Creemos que el tribunal ha emitido una sentencia
sobre bases equivocadas que no se ajustan al derecho, declaró
Collao.
A diferencia de otros recursos presentados por la defensa de Pinochet,
éstos no tienen demasiadas perspectivas de prosperar, porque Guzmán,
con exámenes médicos en la mano que le diagnostican a Pinochet
una demencia leve a moderada, resolvió ni siquiera
hacer alusión a la salud del ahora reo. Los abogados de Pinochet
quizás se puedan hacer alguna esperanza gracias a que, durante
la feria judicial de febrero, quienes deberán fallar sobre las
apelaciones en la Corte de Apelaciones y de la Corte Suprema son salas
de verano que nunca habían tomado el caso. Sin embargo, de la constitución
de estas salas no se puede desprender que la orientación sea distinta
a las titulares.
Fuera de los tribunales, el gobierno parece cada vez menos dispuesto a
intervenir en la cuestión, sobre todo luego de las denuncias del
propio Guzmán respecto a presiones políticas.
Todos los chilenos vemos un país tranquilo sobre el tema
Pinochet. Incluso más, satisfechos de que la Justicia esté
operando con autonomía y con la tranquilidad que hemos visto,
dijo Alvaro García, secretario general de la Presidencia. El
presidente manda a las Fuerzas Armadas, agregó, en referencia
a la espiral de odio que anunció anteayer el almirante
Arancibia. García aprovechó para destacar la postura del
líder de la derecha, el alcalde de Santiago Joaquín Lavín,
que manifestó su acatamiento a las resoluciones del juez Guzmán
porque su trabajo es serio.
Esto es lo que abre vendavales en la derecha. Para algunos pinochetistas
acérrimos, ni la conducta de Lavín ni la de las Fuerzas
Armadas (que bajaron notoriamente el perfil de su intervención
en el caso) es aceptable, porque se aparta del papel tradicional de defender
lo que ellos califican como la obra del régimen militar.
Es el caso de Cristian Labbé, alcalde de Providencia, coronel retirado
y gran defensor de su Tata, que se hizo famoso cuando, en
tiempos de la detención de Pinochet en Londres, suspendió
la recolección de basura en las zonas cercanas a las embajadas
británica y española (ambas en Providencia) en señal
de protesta. Labbé criticó a Lavín por su ambigüedad
respecto a Guzmán y señaló que el Ejército
fue engañado por el presidente Ricardo Lagos, porque siempre le
decían a Pinochet lo vamos a traer de Londres y no lo vamos
a detener y sin embargo los pasos juidiciales se han dado
invariablemente. Para Labbé, es claro que personas como Pinochetterminan
solos y traicionados por quienes estuvieron a su lado. Eso es un hecho
histórico. Le pasó a Napoléon.
BARAK
MANTIENE SU CANDIDATURA CONTRA LAS CRITICAS
Vine, vi, vencí en hebreo
Ya casi no hay marcha atrás.
Los sectores pacifistas israelíes pedían a gritos al actual
premier Ehud Barak que retirara su candidatura en favor de Shimon Peres,
única posibilidad del campo de la paz para derrotar al derechista
Ariel Sharon en los comicios del próximo martes. El plazo vence
hoy y Barak, casi 20 puntos debajo de Sharon en las encuestas, dijo ayer
enfáticamente: No me retiraré, continuaré y
al final ganaré. El vine, vi y vencí del
actual premier renunciante estuvo ayer rodeado de lo que terminó
caracterizando la última parte de su gestión: cuatro muertos,
dos israelíes y dos palestinos, y suspensión israelí
del igualmente remoto encuentro entre Barak y el líder palestino
Yasser Arafat.
El premier israelí o bien confía en que el casi 20 por ciento
de los indecisos se vuelque enteramente a su favor, o bien desconfía
totalmente de los números que dan los sondeos. En cualquier caso,
la balanza de las probabilidades se inclina hacia Sharon y ahora hay que
ver qué posibilidades de paz hay con él. Analistas, políticos
israelíes y palestinos señalan que no hay ninguna. La
paz es completamente imposible con Sharon, se amargó ayer
el premier libanés Rafic Hariri, quien recuerda bien el papel del
líder derechista como cerebro de la invasión israelí
a su país en 1982.
Pero Sharon tiene un plan. Puedo negociar con los árabes.
De hecho, son ellos quienes me han contactado. Y no han dejado de hacerlo,
declaró ayer en un acto de campaña. Alguna vez Sharon habría
negociado con los árabes. Según la revista Jerusalem Report,
el presidente del Likud inició contactos con los palestinos en
1989, cuando estaba expresamente prohibido entablar contactos con la Organización
para la Liberación de Palestina (OLP). Claro que lo que aceptaba
entonces era un Estado palestino sólo en la franja de Gaza. Ahora,
cuando Barak propone un 96 por ciento de Cisjordania para los palestinos,
Sharon sólo arriesga un 42 por ciento (lo que actualmente está
en poder de la Autoridad Palestina), agregando que los Acuerdos de Oslo
están muertos.
Mientras tanto, la violencia continúa. Ayer murieron dos israelíes,
uno de ellos de una colonia dentro de territorio palestino, y otros dos
palestinos, uno en enfrentamiento con la policía israelí
y otro acusado de colaboracionismo con Israel. Según las autoridades
palestinas, los muertos de la actual Intifada son 407. Los heridos, más
de 23 mil.
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