El INdEC anunció ayer que en la Capital y el conurbano bonaerense existen casi tres millones y medio de personas pobres, incluyendo casi un millón de indigentes, nivel record para la última década en lo que refiere a las mediciones que se hicieron en octubre. El primer año de gestión de la Alianza arroja un resultado claramente deficitario: entre octubre del ‘99 y el mismo mes de 2000, la cantidad de pobres aumentó en casi 300 mil personas. Y en 126 mil aquellas que ni siquiera consumen diariamente una dieta mínima en calorías. En el conurbano bonaerense, la pobreza se extiende al 35 por ciento de los habitantes. Pero en algunas localidades casi la mitad de la gente es pobre. Es decir, sobrevive con menos de 151 pesos mensuales.
Para dar a conocer los resultados de la medición del INdEC no hubo anuncio oficial. El Ministerio de Economía se limitó a difundir las ocho páginas del informe, y la única funcionaria del gabinete nacional que se refirió al tema fue Graciela Fernández Meijide, titular de Desarrollo Social. “En este gobierno no se dice que pobres hubo siempre”, señaló, en obvia referencia a Carlos Menem. Y añadió, sin mayores detalles: “Se está trabajando para bajar estos índices”.
Las cifras del INdEC señalan lo siguiente:
Entre octubre de 1999 y el mismo mes de 2000, el índice de pobreza trepó de 26,7 al 28,9 por ciento en la región metropolitana. Es decir, sobre casi 12 millones de personas que habitan la Capital y el conurbano, hay 3.466.000 personas pobres. Este es un nivel record desde octubre de 1999.
Esto significa que en un año, un total de 298.000 personas se sumaron al ejército de pobres en la región.
En tanto, el índice de indigencia –que involucra a quienes no logran adquirir una canasta básica alimentaria– subió del 6,7 al 7,7 por ciento, totalizando 921 mil personas que cuentan con menos de 62 pesos mensuales.
En este caso, el aumento fue de 126 mil personas. Lo que también constituye un nivel sin registro desde la época de la hiperinflación de fines de los años ‘80 y principios de los ‘90.
Entre mayo y octubre se detectó una ligera disminución de la pobreza, del 29,7 al 28,9 por ciento. Y un leve aumento de la indigencia, del 7,5 al 7,7 por ciento. Sin embargo, los expertos desaconsejan este tipo de comparaciones porque las variaciones pueden responder a cuestiones estacionales. Así, lo preferible es comparar año contra año.
En el conurbano bonaerense, el 35 por ciento de la gente está por debajo de la línea de pobreza (contra 32,5 por ciento de un año atrás), lo que representa uno de cada tres hogares.
En la Capital, el índice es sensiblemente inferior: 9,5 por ciento; 1,2 punto por encima a la medición de octubre del ‘99.
El caso más dramático se da en la zona que el INdEC denomina GBA 2, que comprende a los partidos de Almirante Brown, Berazategui, Esteban Echeverría, General Sarmiento, Florencio Varela, Merlo, Moreno, San Fernando y Tigre. Aquí, el índice de pobreza llega al 43,2 por ciento de la población y registró un aumento de tres puntos respecto de hace un año.
En cambio, en los partidos de Avellaneda, San Martín, Lanús, Lomas de Zamora, Morón, Quilmes, San Isidro, Tres de Febrero y Vicente López (GBA 1), la situación es un poco más “aliviada”. Allí, el 25,1 por ciento de la gente es pobre, lo que representa a uno de cada cinco hogares.
Respecto de la indigencia, en la Capital está prácticamente erradicada. Sólo atañe al 1,8 por ciento de la gente, aunque en el último año se detectó un incremento de cuatro décimas.
En el conurbano la situación es bien distinta. Una de cada diez personas es indigente, relación que se mantuvo en el último año, pero que vino aumentando significativamente desde el Tequila, en el ‘95.
Distinto a lo que ocurre con la pobreza, en relación con la indigencia existe muy poca diferencia entre los partidos del GBA 1 y del GBA 2. En el primer caso, el índice llega al 8,9 por ciento, mientras que en el segundo, al 11,7. El salto de la pobreza y de la indigencia no sólo está relacionado con el alto nivel de desempleo que atraviesa la Argentina. También tiene que ver con otra realidad del mercado laboral: la caída de los ingresos en los hogares debido a la sustitución de puestos de trabajo formales, en blanco, por otros de menor calidad (en negro, precarios y de jornada parcial) que, obviamente, atenta contra los salarios de la gente. Bajo las leyes de “flexibilidad” laboral es muy difícil que los trabajadores puedan recuperar terreno. Aunque en algún momento la economía vuelva a crecer.

FALLO DE UN JUEZ SUSPENDIO LA REFORMA PREVISIONAL
Ni de necesidad ni de urgencia

Los promocionados decretos de necesidad y urgencia de fin de año, con los cuales el Gobierno ganó fuerzas para mostrar ejecutividad, no están teniendo mucho recorrido en la Justicia. A los varios fallos adversos a la norma que dictó la desregulación de obras sociales, ayer se sumó el de la suspensión del referido a la reforma previsional.
El juez federal de Primera Instancia de la Seguridad Social, Rodolfo Milano, frenó esa polémica reforma al sostener que “los derechos que en definitiva se amparan correspondientes al régimen previsional poseen raigambre constitucional, lo cual justifica el dictado de una medida rápida y eficaz que evite en definitiva la eventual frustración de esos derechos”. El fallo judicial responde a una acción de amparo presentada por los diputados disidentes de la Alianza, Elisa Carrió, Alfredo Bravo, Jorge Rivas y Héctor Polino.
La ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, anticipó que el Gobierno “tomará las medidas jurídicas correspondientes a este caso”. Es decir, que apelarán la medida. “Creemos que está dentro de las atribuciones del Gobierno haber dictado el decreto. Hay mecanismos constitucionales que plantean la metodología de resolución con respecto a los decretos de necesidad y urgencia, que no es la Justicia sino el mismo Parlamento el que debe decidir”, agregó la funcionaria.
Al respecto, en Economía confían en que el radicalismo junto al Frepaso convaliden en el Congreso el decreto. En ese sentido, el grupo de legisladores del Frepaso que se opone a esa norma está negociando cambios para habilitar la reforma. Rodolfo Rodil, del Frepaso, precisó en declaraciones realizadas ayer al programa “Mate amargo”, por Radio Splendid, que su fuerza aspira a eliminar la suba de la edad de jubilación de las mujeres, como elevar a 1000 pesos el nivel del haber previsional a partir del cual se suprime la PBU.
En su fallo, el magistrado consideró que “la ejecución del sistema (previsional) podría llegar a ocasionar perjuicios de toda índole que, pese a su posible reparabilidad, no dejan de merecer una rápida tutela judicial”.

LA CGT LLEVO SU PROPUESTA A JEFATURA
El IVA al 15 por ciento

La CGT presentó ayer al jefe de Gabinete un proyecto de reforma tributaria basado en la reducción del Impuesto al Valor Agregado al 15 por ciento y la eliminación de exenciones a Ganancias, fundamentalmente a la renta financiera y a la compraventa de títulos y acciones.
El trabajo, redactado con el asesoramiento técnico del ex secretario de Ingresos Públicos, Raúl Cuello, también postula suprimir algunas excepciones vigentes para el IVA y dejar totalmente libres de ese gravamen a los servicios de educación, salud y sepelios.
Según el titular de la CGT, Rodolfo Daer, “hubo coincidencias” con el Gobierno, ya que éste también postula reelaborar un sistema tributario basado en IVA y Ganancias, aunque excluyendo a Sellos e Ingresos Brutos, importante fuente de recaudación en las provincias.
Durante el encuentro también estuvo presente la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, a quien los sindicalistas ortodoxos solicitaron alguna medida para impedir la incorporación de mano de obra de países limítrofes.

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