Como si fuera un gato, el caso Pinochet siempre tiene una quinta pata.
El ex dictador chileno está ya procesado por los crímenes
de la Caravana de la Muerte de 1973. Los recursos legales que le quedan,
esto es, las apelaciones al fallo del juez Juan Guzmán Tapia, tienen
pocas oportunidades de prosperar. Y en medio de esta situación
aparece la noticia publicada ayer por el diario chileno El Metropolitano:
que uno de los miembros de la Caravana de la Muerte, el mayor retirado
del ejército Carlos López Tapia, es primo del mismo juez
Guzmán, lo que podría derivar en la necesidad del magistrado
de inhibirse en el caso. Entrevistado por El Metropolitano, Guzmán
dijo que no sabe si la noticia afecta su continuidad como juez en la causa,
pero que no va a poder interrogar a López Tapia. En realidad, el
juez se mostró muy contento: Es una bendición del
señor que a los 61 años me presenten un primo hermano.
Hay que ver qué hacen los abogados de Pinochet al respecto. A pesar
de que ahora parece tan caído en desgracia como su cliente, el
equipo legal del ex dictador supo anotarse algunos porotos en el camino
por ahora fallido de sacar a Guzmán del medio. En la primera semana
de diciembre, los abogados de Pinochet denunciaron a Guzmán por
una carta que en su momento había escrito a Clara Szczaranski,
presidenta del Consejo de Defensa del Estado (CDE), que en ese momento
era parte querellante en el caso Pinochet. No lograron que la Corte Suprema
lo apartara del caso, pero sí que lo amonestara, lo que dificulta
su carrera judicial de aquí en más. También consiguieron
que el máximo tribunal chileno estimara errónea la argumentación
de Guzmán de que él le había tomado declaración
indagatoria a Pinochet cuando le envió un escrito a Londres. A
pesar de que, a la larga, Guzmán está ganando la pulseada,
es muy probable que esta revelación del mayor Carlos López
Tapia se transforme en otra batalla más de la guerra de los abogados
del ex dictador.
La parte querellante salió rápidamente a desmentir cualquier
implicación de la noticia para la figura de Guzmán. El
juez podría ser inhabilitado si tuviera alguna relación
con la parte propiamente tal. El hecho de que sea un testigo evidentemente
no tiene ninguna posibilidad de inhabilitación, dijo el abogado
Juan Bustos. Se refiere a que la participación del mayor López
Tapia en los crímenes de la Caravana de la Muerte no parece ser
tan directa. Fueron los mismos querellantes quienes pidieron que López
Tapia fuera indagado. Habría indicios de que este mayor integró
más tarde la Brigada Metropolitana de la DINA.
El brigadier Pedro Espinoza, segundo de Manuel Contreras en la DINA, fue
quien inculpó por primera vez a López Tapia en el libro
La misión era matar, del periodista Jorge Escalante. Hay versiones
de que en realidad López Tapia fue quien reemplazó al coronel
Sergio Arredondo, uno de los procesados por la Caravana de la Muerte,
cuando ésta llegó al sur de Chile. Esto es lo que podría
transformar a López Tapia en inculpado.
Cuando El Metropolitano entrevistó a Guzmán, éste
estaba al tanto de la noticia. De hecho, el juez dijo que López
Tapia figuraba en la lista de las personas a interrogar y que fue esta
semana cuando el policía que lo ubicó en Rancagua como
los apellidos López y Tapia son muy comunes, recién ayer
dimos con él le informó que podría ser
pariente suyo. Después, en la entrevista de los periodistas David
Hevia y Alejandro Pardo, Guzmán chequeó la información
con su propia madre. Al juez se lo vio emocionado por el simple hecho
de haber conocido a un nuevo familiar. Relató el árbol genealógico
de cómo López Tapia y él llegaron a ser primos hermanos.
El lunes lo voy a conocer y va a ser un encuentro familiar,
dijo.
En el terreno procesal, Guzmán deberá enfrentar, además
de las apelaciones de la defensa de Pinochet, una de los abogados querellantes,
que piden que se amplíen los cargos contra el ex dictador, incluyendo
los delitos de aplicación de tormentos, inhumaciones y exhumaciones
ilegales, y asociación ilícita. De esta manera, los acusadores
pretenden que Guzmánreponga cargos que desechó en su anterior
auto de procesamiento contra Pinochet.
Claves
El juez chileno Juan
Guzmán Tapia, que esta semana ordenó el procesamiento
y arresto domiciliario del ex dictador chileno Augusto Pinochet
por los crímenes de la Caravana de la Muerte, descubrió
también esta semana que uno de los implicados en esta caravana,
el mayor retirado Carlos López Tapia, es su primo hermano.
Esto lo inhibe de interrogarlo
y la defensa de Pinochet podría usar la coincidencia para
pedir su inhibición de todo el caso.
El procesamiento de Pinochet
aún no está confirmado: sus abogados ya presentaron
la apelación contra el fallo de Guzmán.
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CHAVEZ
CAMBIA LOS MINISTROS
Un militar civilizador
Por Juan Jesús
Aznárez *
El presidente venezolano Hugo
Chávez civilizó ayer al Ministerio de Defensa
al nombrar el periodista José Vicente Rangel, hasta ahora ministro
de Relaciones Exteriores, como su nuevo titular. Rangel sustituye al general
Eliécer Hurtado, cuya gestión al frente de la Fuerza Armada
Nacional (FAN) había sido muy contestada.
La salida del general Hurtado, que será nuevo ministro de Infraestructura,
fue anunciada por el jefe de gobierno durante el discurso pronunciado
ante una parada cívico-militar desarrollada en Caracas. Los actos
conmemorativos de los dos primeros años de administración
chavista comenzaron el viernes y se prolongarán hasta hoy, fecha
del noveno aniversario del fallido golpe del 4 de febrero de 1992 contra
el gobierno del socialdemócrata Carlos Andrés Pérez.
La revolución avanza a paso de vencedores, y la unión
cívico-militar es signo inconfundible de los nuevos tiempos, y
de esta Venezuela nueva que amanece, proclamó Chávez.
Para el llamado Frente Institucional Militar, integrado por generales
y jefes retirados de oposición, en Venezuela anochece porque el
presidente dividió a las fuerzas armadas y fracasa en su gestión
como gobernante. José Vicente Rangel, político desde la
trinchera periodística durante muchos años, era ministro
de Defensa desde la primera investidura de Chávez, en febrero de
1999.
* De El País de Madrid, especial para Página/12.
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